miércoles, 28 de enero de 2009

Entre dos aguas

Si si entre dos aguas: entre la talla XL y la L. Así pasa la vida, al menos la mía. Si engordas un poquito, a por la XL, si adelgazas (bastante menos frecuente), la L, y generalmente la mayor parte del tiempo, a caballo entre las dos; que si esta marca es la L, ésta la XL, ésta es "entalladita", ésta es suelta...
Opino que con la tecnología que tenemos hoy día sería posible investigar lo que a la postre sería el invento del siglo: la ropa autoajustable. Creo que no prospera la idea porque las grandes compañías textiles y de la moda perderían mucho, ya que no tendríamos que tener el armario atiborrado de dos tallas a la vez. Y encima con una camisa tendrías para tu padre y para tu hermano, sólo hay que darle al botón de "ajustar largo, ajustar ancho, o expandir panza", y listo.
Pero voy más allá: no me conformo con la ropa autoajustable. Quiero la ropa autolavable y autoplanchable, es la próxima evolución; ¿os acordáis cuando las abuelas contaban cómo iban a la pileta o al río a lavar la ropa? Nos parece algo lejano, como en blanco y negro. Que ilusión poder contarle a los nietos cómo echábamos la ropa a una máquina que lavaba la ropa y luego le teníamos que pasar otro aparato caliente para quitar arrugas. Pensarían: puf que pereza, ¿como podían vivir así?¿No tenían tiempo libre o qué?
Claro que a la vista del mundo consumista en el que vivimos es más probable que el siguiente invento sea el armario empotrado autoajustable, en el que no importa la ropa que metas, se van creando en su interior universos paralelos etiquetados por tallas, temporadas, materiales y que al abrirlo te diga: ¿Cual de los 23 zapatos de verano de suela baja y color claro desea combinar con la vestimenta que ha elegido hoy?

domingo, 25 de enero de 2009

En el cine

Viernes por la noche al cine, ¡qué osados somos!. Hace tiempo ya que, al igual que las abuelillas escogen la primera hora del día para hacer sus compras y evitar las hordas de media mañana, nosotros evitamos las horas nocturnas para evitar la muchedumbre cinéfila. ¡Y lloviendo! Que parece que todo el universo decide lo mismo: ir al cine a ver si cuando salgan ha terminado el chaparrón.
Del viernes por la noche saqué las siguientes conclusiones:
  1. Hay gente que se siente rebelde por sentarse en los asientos que no son los suyos. Creo que añoran tiempos pasados cuando el cine habría sus puertas y entrábamos todos en plan salvaje a coger los mejores sitios. Ahora van numeradas, pero algunos nostálgicos se miran, miran el asiento y dicen: ¿Aquí mismo?. La otra persona, algo más reticente a dar la nota le replica: Pero esos no son los nuestros, ¿no?. Su acompañante responde: "Si no pasa ná, si vienen pos nos levantamos y yastá"..., frase estelar donde las haya que viene a decir que le importa una mierda el resto del cosmos. En esta ocasión la susodicha pareja tuvo que levantarse tres veces de diferentes asientos, moviendo a toda la fila para poder salir con los chaquetones, el bolso, las palomitas, la coca-cola...hombre, eso de que no pasa ná...cuando ya está la película y sientes las miradas que convergen en tí como si fueran dagas de plata...claro que hay gente con la coraza muy pero que muy dura.
  2. Cada vez hay más esclavos del móvil. No pueden vivir sin él. Al de al lado mía le sonó una vez...bueno vale, se le ha olvidado apagarlo no pasa nada...a la segunda ya me dí cuenta que estaba ante otro especímen de los de la coraza blindada. Cuando la tercera vez, lo cogió, le contestó a su interlocutor que estaba en el cine y acto seguido le hizo un pequeño resumen de la peli, pensé que más que una coraza lo envolvía una burbuja de titanio. Los de delante tenían uno de ésos nuevos de pantalla táctil y cada cierto tiempo los sacaban y pasaban los dedos aceitosos de las palomitas por la pantalla para ver fotos o mensajes.
  3. Los hay que creen que están en el salón de su casa. El de la burbuja de titanio, una vez contestado al teléfono decidió que ya no había nada que perder y se pasó comentando la película en voz alta, generalmente añadiendo algún chiste malo y esperando ver si alguien sonreía con sus patéticas ocurrencias.

Y pensar que cuando era estudiante no me molestaban para nada todas estas minucias! Creo que me estoy haciendo mayor, el próximo día me siento donde primero pille, dejo los dos móviles abiertos, llamo a mi madre pa contarle la peli y comento chistes jocosos con el de al lado atizándole con el codo para incitarle a la carcajada...

viernes, 23 de enero de 2009

¿Seguro?


El otro día llaman por teléfono a casa y lo coge Nieves. Preguntan, con voz altisonante y seguros de la identidad de su receptor... CAAAARLOSSSSSS???? (El nombre es aleatorio, pudiera ser Julio o Evaristo)
Nieves: No, se ha equivocado
Individuo: (cinco segundos de perplejidad, el cerebro del individuo incógnita activa su incesante maquinaria para descubrir qué está pasando...). mmmmm ¿Seguro?, contesta.

.....

Claro, es inevitable quedarse a cuadros. ¿Seguro? Pues no sé, espera que voy a intentar acordarme si tengo doble personalidad y en realidad no soy Nieves, ni vivo aquí, ni tengo perros y gatos, sino que me llamo Carlos y tengo un amigo más allá del auricular al que mi ausencia le provoca alto grado de extrañeza...
He de añadir que en nuestro caso esto es una anécdota entre miles. Tenemos el teléfono desde hace más de dos años, y aún siguen preguntando por Manolo y Paquita, que no sé quiénes serán pero deduzco:
  1. Que tenían muchos conocidos. Diría amigos, pero dos años después y aún preguntando por ellos es que muy actualizados de su vida no estarán.
  2. Que cambiaron de número para que dejaran de llamarlos cincuenta y tres veces al día, incluyendo horas tempranas, medias y tardes.
  3. Que han decidido no actualizar el número de teléfono, o quizás simplemente quitarlo de por vida
  4. Que no tienen apellidos porque nadie parece buscarlos en la guía (hemos detectado que algunos números llaman varias veces, no conformes con nuestra explicación de : "No, aquí no vive Manolo ni Paquita, al menos no pagan la hipoteca"...mmmm ¿Seguro?

miércoles, 21 de enero de 2009

Hora punta

A los que me pregunten porqué prefiero llegar media hora antes al trabajo, les invito a llegar hasta la oficina en coche justo atravesando la zona de los colegios a las 8:55 a.m. A esta hora, en esta zona, confluyen todas las circunstancias necesarias para que el Caos se expanda en todo su esplendor; todos los coches quedan apelotonados de forma simétrica con respecto a un mismo punto: la entrada del colegio. No existe la doble fila, ni la triple, sino la Masa Informe de Vehículos Apelotonados (lo que he bautizado como la MIVA). Porque no consiste en dejar el coche a diez metros y estorbando pero poco, sino a 3 metros y colapsando el tráfico; ése es el verdadero espíritu del buen padre/madre, el que en menos de 5 minutos le enseña a su hijo a:
  • No respetar las señales de tráfico de "No aparcar". Los niños crecerán pensando que ese circulito de borde rojo y fondo azul oscuro surcado por una línea oblícua es un monumento a la piruleta
  • A que el daltonismo no es problema; rojo o verde no importa, puedo cruzar el semáforo independientemente de su estado cromático con tal de llegar primero a la MIVA
  • Los muñequitos, también rojos y verdes, de los semáforos, sólo sirven para adornar de vivos colores las ciudades. "Que rara es esa gente que se espera a que el múñequito cambie de color"- ha de pensar el niño
  • Que cuando sea mayor, las 9 de la mañana y unos niños que llevar a la escuela, es el salvaconducto perfecto para agitar los puños con actitud amenazante y vociferar a grito pelado al individuo que pretende circular a través de la MIVA y que le ha tocado el claxon para así hacérselo saber al que ha parado el coche delante de él. Habráse visto.
  • Que el botoncito del coche que tiene un triangulito dibujado es el comodín. Lo aprietas, salen cuatro lucecitas a los costados, y ya puedes irte tranquilamente, las cuatro lucecitas indica que estás en "casa" o "barrera", como en las casillas del parchís con el punto gordo gris.
  • Que las líneas blancas y gordas que a veces vemos pintadas en las calles de las ciudades y que van de una acera a otra son un gasto inútil. Todo el mundo debería cruzar la calle como se hace en el momento del MIVA: sin mirar, por cualquier sitio y observando de forma desafiante al coche que se acerca con un gesto que indica "a ver el capullo este si nos va a atropellar, ¿es que no ve que llevo niños?..."

Y después de la disertación, aclarar que no todo el mundo se acoge al Catálogo de Infracciones Mañaneras, que también hay gente que las respeta, aún teniendo la sensación de que hacen el canelo al ver a los demás pasando tres pueblos. Mi enhorabuena a éstos individuos que aguantan impertérritos ante el Caos de la Hora Punta...

martes, 20 de enero de 2009

Lluvia en la Ciudad

La lluvia nos incita a la relajación, a pensar, a respirar aire puro, a asumir que la naturaleza realiza limpieza y depuración de sus pulmones intoxicados...
Pero esto sucede en el campo. La lluvia en la ciudad, aunque les pese a los bucólicos de paisajes húmedos, es un verdadero asco. Lo siento pero no encuentro un adjetivo algo más literario para describir las sensaciones de pasear o conducir en la ciudad bajo la lluvia, por pequeña que sea. Ayer llovió. Ayer pasaba esto:
  1. La gente se agolpa sobre los coches buscando un refugio conocido. Deciden que para comprar el pan o sacar tabaco no es necesario arriesgarse bajo la lluvia.
  2. La gente camina más deprisa, con los hombros encogidos como si así les cayera menos agua. Se agacha la cabeza y se embiste contra todo aquel que ose cruzarse en su camino hacia la salvación en forma de soportal. He visto choque de cabezas de alces en el National Geograpich menos espectaculares que los empujones de personas, algunas casi humanas, bajo la lluvia de la ciudad.
  3. Los sumideros de la ciudad comienzan a colapsarse a poco que la lluvia dure más de media hora. Pequeños canales de agua surcan los bordillos y van aumentando su caudal. Bolsas de plástico, latas, botellas, colillas, papeles se ven arrastrados poco a poco, y comienzan a salir las vergüenzas que en tiempo seco parecen formar parte de la ciudad y que ahora cuando la naturaleza se depura, refleja lo cívicos que somos con ella.
  4. No me gusta el paraguas. Como consecuencia, me veo indefenso antes las hordas de paraguas a las que no le importa que yo no lleve y que camine bajo los balcones para evitar algo de lluvia. No. No basta con el paraguas. Hay que ir también bajo los balcones, aunque el de enfrente no tenga nada con que cubrirse, aunque tenga que esquivar con movimiento brusco la varilla que peligrosamente acecha su ojo. Es la ley de la ciudad. Coge tu arma o reza.
  5. Los coches, al igual que las personas también quieren ir más rápido. Así, los pequeños canalillos de agua formados junto a los bordillos se convierten en tsunamis en minuaturas contra los viandantes que, razonablemente molestos, agitan el puño y vociferan insultos al coche que se aleja sin ni siquiera pedir disculpas. Lo siento, tu arma es el paraguas, la suya el coche, te gana. Yo ni siquiera tengo armas.

En definitiva, ya que llueva, que llueva en serio, agua a raudales, porque así parece que la gente se lo piensa y sale menos, y así podré pasear tranquilo por la ciudad. Aunque sea en canoa, al menos no peligrarán mis ojos...

Lo sé, David, no se me olvidaba,que además con la lluvia y el paraguas, si llevas bolsas o carpetas es más incómodo fumarse un pitillo. Pero amigo mío, ya sabes que yo no fumo...

lunes, 19 de enero de 2009

Sin tí...

Es gélido tu nombre y alegre tu mirada,
es por ti que se apena y llora mi alma
cuando de tus sueños me alejo, cada mañana,
y siente morir de soledad, triste y helada
Sin tí es aún más frío el invierno,
niebla matutina que se torna densa
la oscuridad no huye, me acecha
se apaga la luz y se acerca el infierno...
Lo que el sol comienza la luna acaba

y vuelve a tí, mi alma, mi vida
a buscar el calor de tu dulce sonrisa
a revivir el fuego de un corazón que se apagaba...

Es duro alejarme de tí cada mañana, pero sería insoportable si de noche no te encontrara...
Un beso

domingo, 18 de enero de 2009

El Patio

Ayer decidí afrontar lo que tanto tiempo he sabido
Ayer me adentré en ese mundo misterioso y caótico que a mi alma arrasa...
Ayer decidí enfrentarme a mis miedos y temores, a lo desconocido...
Ayer me puse a ordenar el patio de mi casa...

Lamento estropear la poesía con algo tan mundano pero es la realidad; ayer, con valor y coraje decidí afrontar los viejos temores y mirar cara a cara al patio. Me devolvió la mirada, desafiante, pero al final tuvo que rendirse ante mi determinación. Y en esas horas donde el tiempo no parecía pasar, salvo porque el sol seguía su ruta prefijada y me iba quedando congelado, anoté varias cosas que pude observar:
  1. El Patio, lo pongo con mayúsculas porque es un pequeño Universo en miniatura, sigue sus propias leyes, es independiente de todos nosotros.
  2. En la zona del arriate crecen diversas especies de plantas. Algunas autóctonas llevan ahí desde que tengo uso de razón; he intentado eliminarlas en numerosas ocasiones, desaparecen y cuando vuelvo a mirar han aparecido de nuevo.
  3. Cualquier elemento que coloque para proteger las plantas es inútil para las habilidades perrunas. Por mucho que me esmere, Zizu consigue encontrar una fisura en el muro, una grieta que escarbar, un salto que dar...para adentrarse en territorio prohibido. Su cara de "sé que está mal pero no lo puedo evitar" que pone cuando lo regaño lo delata.
  4. Las enredaderas sólo se enredan cuando tú no quieres. Si colocas enredaderas para tal fin, éstas se harán una bola ingente sobre sí mismas y no treparán por la pared. Lo he bautizado, dentro de las Leyes de Murphy como "Axioma de la enredadera".
  5. Corolario final: Si tú colocas las plantas con toda tu ilusión, te equivocarás, no crecerán bien por el calor, bien por el frío. Si dejas el Patio sujeto a sus leyes, sin intervención humana, crecerá todo aquello que no desees, en cualquier época del año, ya sea con calores saharianos o fríos polares.

Y dicho esto lanzo la pregunta al vuelo: ¿Creéis que tanto plantas como perros, cuando vuelvo a casa con la cabeza gacha, se ríen de mí a mis espaldas?

jueves, 15 de enero de 2009

El Gran Colapso

Algunas cosas no habían cambiado tanto desde la época de Bisab. Recuerdo cuando nos contaba que el Masub se atestaba de gente en hora punta. Claro que entonces no se llamaba Masub, sino Metro. Con los avances en el campo del electromagnetismo, el medio de transporte "ferrocarril" desapareció como tal y hoy sólo quedan algunas máquinas en museos y viejas vías en desuso en aquellas zonas donde aún no se han desmantelado simplemente porque no estorban. Sin embargo, fue gradualmente sustituido por el Magnerail. Las ventajas eran obvias; al no existir contacto entre el medio de transporte y la vía, el rozamiento dejó de ser un obstáculo para la velocidad. No obstante el verdadero "boom" del sistema llegó con los absorbedores de inercia, ya que al principio, aunque no existiera rozamiento, no podía evitarse las desastrosas consecuencias sobre el cuerpo humano de las aceleraciones y desaceleraciones bruscas. El Bisab siempre me dice que le resulta asombroso cómo al Masub puede ponerse a mil kilómetros la hora en una fracción de segundo sin que el cuerpo humano quede estampado en el cristal trasero. A mi sin embargo me asombra el imaginar la masa de gente bamboleándose en un vagón al ritmo de sus acelerones y frenadas.
Con la aplicación del Magnerail a las Megaciudades nacío al Magnerail Suburbano (Masub), que hoy en día todos contemplamos como algo cotidiano pero del que Bisab dice que fué la revolución de las infraestructuras de la primera mitad del siglo pasado. Su aplicación a los vehículos individuales fué uno de los grandes pasos tras el Gran Colapso para comenzar a depurar esos pequeños núcleos de población que existían a principios de milenio y que hoy día son el centro de las Megaciudades. Es asombroso cómo antes la población estaba diseminada por todo el globo y sólo había algunos zonas de gran concentración. El Gran Colapso obligó a concentrar esfuerzos y paulatinamente el ser humano comenzó a comprender la ventaja de la cooperación, no sin antes pasar por la Década Negra, donde las revueltas, avalanchas humanas, migraciones en masa y guerras por acceder a los últimos reductos de las ZEC, (zonas de estabilidad climática), acabaron con millones de muertes y una drástica bajada de la población mundial, mermada por las nuevas pandemias de principio de milenio.
El Masub se detuvo en la parada del Setor 23 del Cuadrante 3. Caminé pensativo hasta la casa elevada sobre el nivel 1 y sonreí. Bisab no había querido acostumbrarse a vivir bajo el nivel 0, tenía demasiados años para cambiar las costumbres, decía.
Mientras accioné el antediluviano mecanismo que Bisab seguía teniendo como llamador, mis pensamientos seguían recorriendo las visiones horrendas de aquella Década Negra.
Me pregunto qué hubiera sucedido si no hubieran aparecido los Eternos...
Este relato es continuación de El pasado palpable

miércoles, 14 de enero de 2009

Leyendas urbanas

Hay una serie de leyendas urbanas con respecto al mundo de la conducción que me gustaría desmentir por el bien de todos los usuarios:
  • El intermitente en el coche no es como el apéndice en el cuerpo humano, que está ahí pero no sirve para nada. En contra de lo que os hayan podido decir, no está en desuso ni en peligro de extinción. Ya sé que está de moda hacer las cosas pasando del resto de la humanidad, pero en serio, el gasto energético del cuerpo humano en accionar el intermitente es mínimo
  • Por otra parte recordaros que el accionar la palanquita no es sinónimo de "Tengo la luz de intermitente que quiere decir que me cambio de carril cuando me viene en gana", nooooooo, aunque parezca mentira es una indicación y no establece ninguna inmunidad absoluta que diga que eres el amo de la autopista
  • Me gustaría eliminar igualmente el mito de que el levantar la mano para dar las gracias en determinadas circunstancias no produce ninguna lesión de las articulaciones de la muñeca o del codo.
  • Las luces antiniebla, como su propio nombre indica, son para encenderlas cuando hay niebla. Si, ya sé que esta conclusión es algo enrevesada pero es cierta. No son para la lluvia ni para la noche. Tampoco son para encenderlas siempre porque así el coche mola más. De hecho ese criterio es muy subjetivo y queda reducido a algunos ámbitos sociales con escasa actividad neuronal.
  • En estos tiempos de crisis, no asustaros, SONREIR ES GRATIS, si si, como lo oís, ni rebajas, ni de saldo, ni nada, completamente gratis.

Sin más, espero seguir informando para derribar estos bulos que parece circulan por ahí y que evitan que actuemos como personas civilizadas.

martes, 13 de enero de 2009

El pasado palpable

Tenía 10 minutos para hacer el Informe. Tiempo de sobra. Luego podría salir a dar un paseo bajo el sol radiante de mediodía, que brillaba hoy como queriendo eliminar el rastro de los grises días de las últimas semanas.
Conectó los electrodos a las zonas A, D y F de la cabeza. No sería necesario el resto. Encendió el Conversor de Electroimpulsos y lo acopló al Tridiproyector.
Los datos se expandieron por la habitación. Desechó los de color verde y morado. Era un informe aséptico, no debía contener emociones ni sentimientos. Ordenó el resto, ajustó los intervalos de tiempo a dos horas antes y después del suceso crítico y desaparecieron la mayor parte de los datos. Eligió insertar 5 fotografías propias y ordenó rastrear el GloboNet en busca de 3 fotografías de satélite de la zona de 10 m2 en el instante del suceso.
Con un leve movimiento de muñeca, los datos se agruparon y se distribuyeron en el formato tipo, abierto frente a él.
Comprobó la ausencia de lagunas temporales y, cerrando el puño, el formato emitió un leve parpadeo y desapareció de la instancia. A unos metros de distancia, volvería a aparecer en el despacho del jefe.
Se recostó sobre su asiento, mientras éste tomaba la nueva forma de su espalda para amoldarse a ella. "¿Como se haría antes?"-pensó. En la Universidad había dado una asignatura, "Historia de la Informática", y por lo tanto sabía que la tecnología de traspasar los datos del cerebro, acotarlos, ordenarlos y plasmarlos en el GloboNet era algo relativamente reciente. De hecho era una rama de la Ingeniería Informática en constante desarrollo, desde los primeros pasos donde sólo podían obtenerse sucesos muy recientes hasta los últimos avances de conversión de los olores y sabores de sucesos que el individuo había experimentado hasta diez años antes.
Iría esta tarde a ver al Bisab. Él había nacido en los últimos años del último milenio y siempre contaba historias del pasado que de joven le sonaba más a leyenda que a realidad. Con los últimos avances había podido al menos vislumbrar una mínima parte de esa realidad, cuando el Bisab le mostró recuerdos ocultos en su memoria de hacía un siglo. La tecnología aún no estaba perfeccionada, todo era muy borroso e incompleto, pero había quedado fascinado.
¡La gente de antaño tenía que teclear sus pensamientos para poder plasmarlos en el GlobalNet (aunque antes no se llamaba así)! Su informe hubiera tradado así horas, incluso días...
Tecleó su código, recogió sus cosas y decidió firmemente ir a ver al Bisab esta misma tarde mientras salía de su despacho.
Al cerrarse la puerta, el Cronoalmanaque se oscureció automáticamente.
Era el 13 de Enero del año 2108

domingo, 11 de enero de 2009

29 Inviernos


Se acercan los 30 inviernos, pero aún estás en la frontera. No desesperes...llegarás, aunque no tengas prisa.
No recuerdo el año, si era primavera o invierno, si papá ya estaba calvo o aún tenía hasta patillas, si mamá estaba gorda o flaca...
Sólo recuerdo mi pijama, no sé si de globitos o de futbolistas cabezones, y un batín rojo (debía de ser otoño o invierno). Sólo recuerdo correr con el coche hacia el hospital, de noche, sin entender muy bien a qué venía tanto ajetreo y a una hora que no debían ni estar puestas las calles...
Sólo recuerdo parar en la puerta del hospital, una puerta grande, una luz inmensa comparada con la negrura de la noche, (¿unas escaleras hasta la puerta quizás?)
Sólo recuerdo a papá explicándome que mamá tenía que quedarse contigo. Pero yo no entendía porqué tenía que quedarse en ese lugar tan grande y lleno de gente con batas cuando podía quedarse en casa, al alcance de todos nosotros. No era lo suficientemente rebelde aún para pensar que los mayores podían equivocarse así que asumí la situación como una verdad tautológica.
Sólo recuerdo volver a casa, a papá diciéndome que me durmiera...
Sólo recuerdo la sensación de no saber dónde estabas, si lejos o cerca, porqué no estabas en casa...sólo recuerdo no dormir esa noche, intentando atar cabos con mi lógica aún por desarrollar...
Este es el primer recuerdo de mi vida. No sé cuantos años tenía yo (¿3 o 4?). Parece un recuerdo triste, melancólico para un niño.
Para mí es uno de los mejores recuerdos de mi vida, porque tú sigues aquí.
Feliz cumpleaños hermanita.


sábado, 10 de enero de 2009

Manga


Se ha colado un dibujito manga en la casa...
Atención a la misteriosa sonrisa...

Lafayette



Galerías Lafayette de París. La cúpula es muy conocida, pero además en Navidad le colocan los bolondros ésos colgando y desde abajo parece que te caen encima

viernes, 9 de enero de 2009

Teoría de la encrucijada

Cerca de casa hay una vía de servicio que accede a la autovía. A mitad de camino, hay un pequeño estrechamiento en el que no caben dos coches a la vez. Por avatares del destino que las Leyes de Murphy explicarían sobradamente, si nos cruzamos algún coche en la vía, es en ese punto. Hoy he clasificado a las personas por la actitud que toman cuando nos cruzamos:

  • Tipo A: Se apartan al verte llegar (hay que hacer notar que el sentido contrario al que voy tiene un pequeño ensanche unos 60 m antes de llegar al estrechamiento). Lamentablemente este grupo no roza al 10% y en los últimos días he pensado incluso en solicitar su inclusión dentro de las especies en peligro de extinción.
  • Tipo B: Siguen a su ritmo como si no existieras y pasan a tu lado sin ni siquiera dignarse a levantar tímidamente la mano dando las gracias por haberte apartado tú y tener la rueda a media cuneta y pegado a la valla. Son la mayoría, aproximadamente el 70%. Creo que están intimamente relacionados con el grupo de personas que ha decidido que el intermitente es un elemento inútil en el vehículo, y que si queremos saber lo que van a hacer ya sea giro, cambio de carril o aparcamiento, deberíamos evolucionar como especie y volvernos telépatas. El mundo debe adaptarse a ellos o morir.
  • Tipo C: Te ven de lejos y aceleran para pasar antes que tú, ponen cara de satisfacción ante el riesgo y sonrisa de medio lado tipo "soy la caña, conduzco que no veas y seguro que tengo flipadas a las nenas del lugar". Estoy ahondando en el estudio de las ramas antecesoras de nuestra especie por si hubiera que reconsiderar la posibilidad de que exista un eslabón perdido viviente entre el Hombre de Cromagnon y las amebas. Evidentemente colocarlo entre el Cromagnon y el Homo Sapiens sería un insulto a la Teoría de la Evolución.

Próximo capítulo: Clasificación de los individuos por su forma de cruzar un paso de peatones

jueves, 8 de enero de 2009

Nieve

Está nevando.
Flojo, tímido, sin persistencia, pero algo nieva.
Así que mañana tendremos los telediarios con no menos de 10 minutos cada uno regodeándose en la noticia. No he visto algo que dé tanto juego en los telediarios como la meteorología. Sí, se habla mucho de crisis, pero dentro de un tiempo ya no se hablará de crisis y se hablará de boom económico. El conflicto de Oriente entrará en otro letargo imaginario y volverá el terrorismo, luego algún éxito deportivo... pero la meteorología siempre está; les encanta dar noticias paraguas en mano, guantes de 7 capas, gorrito de lana y nevazo de fondo. Cuanto más lejos hayas podido llegar a dar la noticia y que otra cadena no haya podido llegar, mayor triunfo. Todos los años igual. Yo creo que cuando pasan 5 años ponen las mismas imágenes. Luego en verano lo mismo; las olas de calor, imágenes de la gente bañándose en las fuentes, imagen del termómetro de Sevilla marcando más de 40º... En Otoño las tormentas; en primavera la sombra infatigable de la sequía (no sé que van a poner este año, como pongan sequía otra vez me creo de verdad que lo graban de un año para otro).
Y que conste que a mí me gusta la nieve...

A base de trompicones


Así aprendemos

Te enseñan a contar desde cero hacia adelante...

Más adelante resulta que se puede contar hacia atrás (existen los números negativos, que amplio mundo se abre ante nosotros!)

Luego nos enseñan a hacer raíces cuadradas, pero ¡prohibido hacerlo con los números negativos, caca de la vaca, error garrafal, suspenso y para septiembre!

Luego resulta que si se puede; poniéndoles una "i" y pasaban a llamarse números complejos, que ya de por sí el nombre lo decía todo.

La Tierra es redonda. Luego era redonda pero achatada por los polos y ahí se queda un tiempo. Luego resulta que es un elipsoide de revolución. Finalmente resulta que es un Geoide. Como no se me ocurre un nombre más feo en el Universo supongo que hasta ahí hemos llegado.

Como consecuencia de esto la distancia más corta entre dos puntos no es la línea recta, sino la Geodésica

Y para terminar de derribar mitos dos rectas paralelas sí se cortan... en el infinito.


Pues sí que nos hemos dado trompicones desde que empezamos a hacer cuentas con la Cartilla Rubio...



miércoles, 7 de enero de 2009

Cumpleaños Feliz


Siiiiii ya sé que es día después de los Reyes Magos, y que estamos cansados de celebraciones, pero es que mi hermano ya vino así, a dar por saquillo desde el primer segundo de vida, y cuando todo el mundo quería descansar tranquilamente despúes de la agitación de las fiestas navideñas, aquel 7 de enero del 84... batabúm corriendo para el hospital que viene el niño.

En fín, bienvenido al cuarto de siglo hermanito, ya te digo que esto no es nada, al menos hasta los 30, cuando el estómago empieza a notar que ya no es una máquina de triturar comida sin fin, el hígado comienza a perder sus propiedades de absorción etílica al por mayor, y empiezas a dedicarle más tiempo a cuidar que el pelo no se te caiga de la cabeza que a afeitártelo de la cara...

Pero bueno, tranquilo que aún te quedan unos años para maltratarlo...

Feliz cumpleaños (y aunque en la hora del blog aparezca la hora de no se qué meridiano, decirte que ahora mismo son las 23:50 y estoy dentro del horario previsto).

El ordenador no falla

Inauguro una nueva sección bajo el lema "QUE RABIA DA...". Copiada de un programa de radio de mi época estudiantil (que lejos quedan aquellos años), se trata de describir cosas que te den mucha mucha rabia.
Tomé la iniciativa de comenzar este capítulo el pasado fin de semana, cuando Nieves y yo fuimos al cine. Al ir a sentarnos en nuestros asientos, había una pareja a la que le dije que ésos eran los nuestros, y ellos aseguraban que eran suyos. Sacamos las entradas y... los dos teníamos razón. Fui a decírselo a la acomodadora, más que nada porque no vemos ninguna emoción especial en ir probando suerte a sentarte en sucesivos asientos mientras la gente va llegando y te va echando porque son los suyos (que es lo que todo el mundo debería hacer en vez de sentarse aleatoriamente con el consabido "si da igual..."). La chica me comentó "Eso es imposible, el ordenador no se equivoca". Se me activó un CLIC en algún recóndito lugar de mi cerebro, un dejá vú (o como se escriba) de algo que en los últimos años se viene repitiendo; el paso del "yo no me fío de la maquinita" al "la máquina no se equivoca". Debe ser el cambio generacional.
Resultó que no había error, los asientos eran iguales, pero a nosotros nos habían vendido las entradas para el día siguiente. No hubo problema, tuve que ir a que me la cambiaran, pero tuve que escuchar tres veces el "Que raro, si la máquina no se equivoca", por parte de la acomodadora, de la chica que pica las entradas y de la taquillera. Me abstuve de explicarle que evidentemente la máquina no se equivoca porque la máquina no toma decisiones, pero hay una persona que tiene que introducir datos.
Corolario: Evidentemente las máquinas no se "equivocan", porque errar es de humanos; pero las máquinas fallan, y los humanos se equivocan, y entre ambos está el error.

Teoría: Estamos pasando de la generación que no se fiaba de las máquinas a la que creen que las máquinas son infalibles. Agradezco al destino estar entre ambas, consciente de la ayuda que nos prestan y reticente de nuestra capacidad para entenderlas cuando se vuelven complejas.

Conclusión: Que rabia da tener un problema y que te digan "Es que la máquina no me deja..." o "Que raro, la máquina no puede equivocarse..." Que bueno es que haya niños para echarles las culpas...

martes, 6 de enero de 2009

La Estrella de Oriente



Según cuenta la leyenda, fue esta estrella la que guió a los Reyes Magos tal día como hoy hasta el pesebre donde había nacido el Mesías. Ignoremos las contradicciones de fechas, que si nació en navidad, que si fué en primavera y sumergámonos en la leyenda... Lo tenían fácil esos Reyes para atravesar el territorio a pata de camello y fijándose en una estrella. Hoy lo tendrían más complicado; no creo que mucha gente se atreva a ir en camello por los territorios israelíes-palestinos, so pena de morir ametrallado ipso-facto. Por no hablar de la Estrella de Oriente, ¡ habría miles de estrellitas, sólo que en lugar de guiarles a Belén lo harían a Gaza, y estas estrellas no anuncian ninguna buena nueva, su siseo inconfundible delatan lo que son; misiles sobrevolando Tierra Santa, buscando el dolor, la muerte y la destrucción.

No creo que los Reyes Magos terminaran su viaje, y seguramente se guardarían el oro, el incienso y la mirra para mejor ocasión, aunque visto la historia del lugar, yo creo que dirían algo así como: "¿Oye vosotros sabeís si esto tiene caducidad? Llevamos dos mil años intentando entregar estos regalos y no hay forma, siempre están a mamporro limpio."

Lástima que los pobres palestinos estén en el sitio equivocado, donde no hay petróleo ni posiciones estratégicas ni nada interesante que le pueda interesar a Occidente para meter las narices como siempre hace. Claro que esta vez sería justificado, y eso mancharía el historial de hipocresía que les precede...

lunes, 5 de enero de 2009

Cuando ruge la marabunta...


Dicen que hay crisis económica...la hay; los índices no mienten, pero este fin de semana cuando mi mujer y yo hemos osado acudir al centro de la ciudad a hacer unas compras, más que crisis económica parecía que el Apocalipsis había anunciado su llegada y nos iba a coger a todos en bolas sin nada de ropa que ponernos: la muchedumbre se agolpaba sobre los comercios, juntándose la crisis con las rebajas, con la época navideña y con las ganas de comer, cientos de individuos, a los que sólo nos faltaba decir "beeee" acudíamos como enjambres de abejas a la miel, como hormigas a las para nosotros insignificantes migajas de comida. Con una diferencia claro; las hormigas y las abejas tienen respeto las unas por las otras, saben convivir entre ellas. Nosotros, los humanos, que nos vanagloriamos de ser la especie más avanzada al oeste de la Vía Láctea, tenemos esa asignatura pendiente. En grupo somos capaces de muchas cosas buenas, pero también sale lo peor que llevamos dentro; no sólo en las rebajas, podemos vernos en un estadio de fútbol gritando a una sóla persona, ahogando nuestra cobardía en el griterío de la masa enfervorecida...
Nos queda mucho por aprender, y por favor, que nadie diga que "a veces nos comportamos como animales". Los animales no le llegan al ser humano, ni por asomo, a la suela del zapato en lo que a barbarie se refiere. Gracias a Dios.

Geometría en la naturaleza



Saqué estas fotos hace tiempo de una de las plantas que por arte de birbiloque crece en nuestro arriate del patio; ese arriate es como una cajón sorpresa en el que de vez en cuando aparece una planta nueva, una flor distinta o champiñones por doquier. Eso sí, siempre con el permiso de Zizu, que, fiel a la cabezonería que le distingue, salta la pequeña valla que hemos puesto para escarbar y hacer agujeros enormes que arrasan con todo bicho viviente, animal, vegetal o funghi, me atrevería a decir que incluso bacteriano.
En fín, me llamó la atención las cinco puntas amarillas y luego las tres moradas superpuestas sobre llas anteriores. Sale en primavera, esperemos que en unos meses veamos nuevas, es una enredadera y la verdad es que bastante fuerte porque ha invadido una de las esquinas en plan salvaje

domingo, 4 de enero de 2009

Zizu, el Kaiser





Para completar la lista, ZIZU fué el primero que llegó a la familia, cuando aún vivía sólo en casa allá por enero de 2004. David y yo fuimos al refugio de animales que hay cerca de mi casa, y no pude menos que fijarme en el único perro que no venía a nuestro encuentro. Tembloroso, encogido, nos contaron que había sido maltratado y abandonado y que no se podía acercar nadie porque tembalaba y se orinaba encima. Lo tuve a prueba unas semanas, ya que los del refugio querían ver si se adaptaba a mí. La primera semana fue complicada; se asustaba, recelaba de mí y de cualquiera que viniera a visitarme, pero en poco tiempo conseguí que no se despegara de mi lado ni un segundo. Con el tiempo, hemos vivido muchas cosas juntos, se ha adaptado perfectamente a los nuevos inquilinos de la familia, es como un hermano mayor para Timbo y estamos convencido que jamás volveremos a tener un perro como él; lo tiene todo y a todos los que le conocen les tiene enamorados.

YURI, el senescal de Gondor



El pequeño zascandil de los cárpatos que veis arriba es YURI. Este vino en un pack indivisible con Nieves, como los yogures del Mercadona. Es especialmente cariñoso y zalamero, sobretodo con su mami, pero ojito, SÓLO CUANDO A ÉL LE DA LA GANA, y cuando se harta déjalo en paz porque te gruñe, te bufa y si te pones tonto te mete una tarascada. Eso sí, este gato parece que entiende a Nieves todo lo que le dice, viene cuando le llama, la sigue a todas partes...Y desde que hallegado el pequeñajo de la familia su paz se ha visto puntualmente perturbada; no puede seguir el ritmo de juego de FITO, pero de vez en cuando se quedan dormidos juntos.

Timbo, el más asustadizo de la casa



El pequeño TIMBO. Siempre nos quedará la duda de si es un Labrador puro que se ha quedado algo bajito o es una mezcla con otra raza. De lo que estamos seguros es de que es muy especial, siempre feliz aunque le regañes, y mucha fuerza a veces incontrolada; puede lanzarse contra tus piernas en plancha si la pelota está detras tuya. Porque eso sí: si quieres que te siga adonde vayas, enséñale su pelota naranja; no hay muro que no se pueda saltar ni animal o persona que pueda interponerse entre la pelota y él.

Fito, el más pequeño del lugar



Este es FITO. Arriba del todo, una foto de cuando Nieves lo recogió, chiquitín, al lado de los contenedores de la basura que están frente a nuestra casa, en Noviembre de 2007. Salíó a tirar la basura y escuchó unos maullidos detrás de la alambrada. Como yo estaba en Palma del Río, cogió unos alicates dispuesta a todo en plan Rambo, al tiempo que David y Cristina llegaban al lugar de los hechos: pero cuando fueron de nuevo ya había escapado de la alambrada y pudo cogerlo fácilmente. Los primeros días no paraba de maullar, echaría de menos a su mami. Pero en cuanto conoció a Yuri ya fueron todo juegos y persecuciones. Ahora es un gato con más de un año, con muchas ganas de juego, un poco asustadizo pero jamás bufa ni se cabrea, eso si, zampa como el que más

Acerca del Caos

Hay palabras que suenan negativas y Caos es una de ellas. Quizás por que continuamente estamos intentando "ordenar" nuestras vidas; hacemos listas, clasificamos la ropa entre invierno o verano, por colores o por combinaciones, la comida en estanterías, los documentos del trabajo en bandejas, las facturas en carpetas..., y vemos el Caos como todo aquello que desmonta de un plumazo lo que tanto trabajo nos ha costado construir.Pero el Caos es necesario. El pequeño suceso aleatorio que de repente ocurre es posiblemente lo más necesario de la vida...Cuando todo era inerte, sin saber porqué, surgió la vida en la Tierra, cuando todo era instinto animal, de repente surgió la inteligencia...si todo estuviera perfectamente ordenado, cuadriculado, enjaulado o calculado, no habría lugar para la evolución, para la adaptación o la improvisación. Y que mundo más triste dería éste si todos los días saliéramos a la calle y siempre pasara lo mismo.El caos no significa anarquía y desorganización; significa que algo esta vivo que se sale de la normalidad, a veces para bien, a veces para mal. Si observas un hormiguero te resultará tremendamente caótico, las hormigas vienen y van aparentemente sin orden ni concierto; pero ellas tienen su propio orden, que nosotros no apreciamos, saben donde van, saben su misión... si las molestas comienzan su caos particular; corren, se chocan unas con otras, eso si es un verdadero caos pero en unos segundos ya están todas en el hormiguero; están alerta, esperan a que pasen la tempestad y vuelven a su rutina...hasta el siguiente suceso. Si nunca hubieran tenido un desorden en su vida como especie no sabrían reaccionar ante el primer desorden que les invadiera; la especie se acomodaría en su monotonía e iría languideciendo lentamente hasta desaparecer; como le pasó al todopoderoso Imperio Romano, víctima de su propia Pax Romana, cuando llegó el Caos en forma de Atila y nadie supo cómo reaccionar...La Teoría del Caos puede tener multitud de ejemplos, unos más metafísicos, otros de andar por casa. Yo animo a que encontremos ejemplos basándonos en lo siguiente: "En determinados sistemas naturales, pequeños cambios en las condiciones iniciales conducen a enormes discrepancias en los resultados". Esto, que así dicho suena muy rimbonbante es el conocido Efecto Mariposa, o más claro aún; si pones una pelota en la arista de un tejado, diferencias de milímetros en la posición inicial hará que la pelota ruede hacia un lado del tejado o hacia el otro.Nuestro Universo, a mi entender, es algo "ordenadamente caótico".

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