(Nota: El relato pierde mucha fuerza si no se escucha la canción de la cabecera)
Las normas dejan de tener sentido cuando las contemplas desde la desesperación. Supongo que muchos lo han intentado antes que yo, pero la fuerza de la esperanza debilita la razón. Una pequeña luz, un destello lejano en medio de esta oscuridad indescriptible es todo lo que necesito para seguir caminando. Estoy vigilado, pero me siento más listo que ellos, más fuerte que todos, invencible, indestructible…
Hace décadas que se restringieron los viajes al pasado, siendo ahora reductos de una época dorada en la que el ser humano viajaba a contemplar la verdad de la historia. Visto desde la retrospectiva que nos brinda el presente, el ser humano fue muy ingenuo al suponer que la posibilidad de volver a vivir el pasado no supondría un paso atrás para la humanidad; las personas no dejaban atrás sus recuerdos, querían revivir una y otra vez aquellos momentos felices con sus familiares y amigos, querían recrearse una y otra vez en un pasado muerto. El ser humano necesita seguir adelante, y es la distancia en el tiempo la que pule nuestros recuerdos para que sus aristas no sigan desgarrando los hilos de nuestra alma.
Muchos intentaron saltar la barrera, trastocar el pasado, influir en él a pesar de la campaña de concienciación social y la multitud de ejemplos gráficos que mostraban las catastróficas consecuencias de modificar el pasado. “El batir de las alas de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo” era una frase acuñada en la sociedad Pretemporal para describir una de las premisas fundamentales de un sistema caótico. Cualquier variación en las condiciones iniciales de un sistema caótico puede implicar que el sistema evolucione de forma totalmente diferente.La humanidad no estaba preparada para viajar sin dolor por la escala temporal, y quedaba anclada en sus recuerdos, de una forma mucho más viva que en cualquier otro momento de la historia. Los intentos de saltar la barrera energética que separaba el observador de la realidad muerta se multiplicaban, y no hubo más remedio que restringir el acceso tan sólo para estudios históricos de vital importancia…
Me ha costado quince años. Estudiar Historia, hacer el Doctorado, crearme una fama mundial, una reputación intachable, mientras estudiaba Ingeniería Temporal. Todos creen que soy un genio pero la gente no sabe de lo que es capaz el ser humano cuando tiene un objetivo claro. Lo abandoné todo para alcanzar mi meta. Aún la sigo recordando como el primer día. Y sin necesidad de viajes temporales escucho el eco de su risa melódica en mi cabeza, la luz de sus ojos perfora mi alma herida, que no ha dejado de sangrar. La esperanza de recuperarla se hace más fuerte porque mi lógica, ahora irónicamente irracional, me dice que el destino no debe ser tan cruel como para permitirme llegar hasta aquí sin recompensa. Tiemblo sólo de pensar en escuchar palpitar de nuevo su corazón junto al mío. No me importan las consecuencias; ella murió en el tiroteo que por accidente sesgó su vida cuando perseguían a aquel viajante temporal. El último que intentó saltar una barrera temporal. Nadie la recuerda. Los “daños colaterales” son rápidamente olvidados, pero sus ojos vidriosos antes de morir aún estrujan mi corazón hasta exprimir la última gota de sangre, su último suspiro entre mis brazos aún perdura en mi recuerdo, aislándome de toda realidad y día tras día me he levantado con la misma esperanza; volver a escuchar su voz, volver a sentir su aroma, su aliento, sus besos. Cada día me he levantado con la esperanza de volver a vivir y abandonar este oscuro sendero de eterno dolor.No temo al caos. Me he convertido en un ser egoísta e irracional. No me importa que una insignificante mariposa acabe con la humanidad si con ello vuelvo a escuchar su voz.
Estoy frente a la barrera temporal generada para mi propio estudio, estoy en el instante antes del tiroteo y ya nos veo paseando despreocupadamente. Su risa, siempre su risa inocente y angelical...Es el momento. Quince años para un segundo. Enciendo mi anulador de campos temporales y con la mano derecha apunto a la cabeza del francotirador. Quizás todo siga igual, quizás todo cambie…pero mi mariposa volverá a batir sus alas…