Ni que decir tiene que el tema de actualidad es el secuestro de cientos de miles de personas a mano de unos señores que desde su Torre de control se creen con derecho a boicotear los sueños de los ciudadanos. Hay quienes intentan justificar estos actos diciendo que es la única forma de conseguir lo que quieren, a lo que yo puntualizo:
1. Si es la única forma de conseguir lo que quieren, es que a lo mejor lo que quieren es demasiado descabellado.
2. Las costumbres se convierten en leyes. Esta frase me la dijo una vez mi amigo Iván, y desde entonces le he visto aplicación en multitud de facetas de la vida. Esta es una de ellas. Unos señores mimados y mal acostumbrados no quieren que le desplumen la gallina de los huevos de oro, y en vez de hacer huelga anunciándola como todo hijo de vecino, se saltan a la torera la ley moral y ética y se declaran en rebeldía.
Yo propongo que cuando un ciudadano requiera un servicio público, tenga que decir su profesión o si trabaja en algo. Y propongo que médicos, enfermeras, policías, bomberos, taxistas, abogados, jueces, y cualquier otro que se os ocurra, abandonen inmediatamente su puesto de trabajo cuando un controlador aéreo requiera sus servicios. Que vivan en su propia sociedad egoísta y engreída. Quedaros solos limpiando vuestra inmundicia moral y no recurráis al resto de la sociedad de los simples mortales a los que periódicamente amargáis sus sueños, ilusiones u obligaciones. Quedaros solos en vuestra Torre de Control.
El mismo día de este secuestro hubo otra noticia eclipsada por la anterior: Un hombre se cae al metro de Madrid y un policía que no estaba de servicio se lanzó a las vías del metro y rescató in extremis la vida de un desconocido. Sin obligación, sin cobrar nada por ello, sin esperar nada a cambio. Arriesgando su vida.
Este hombre, "señora que lloriquea en las noticias diciendo que trabaja en condiciones de esclavitud", es un Héroe.
Sobra decir quiénes son los Villanos.