martes, 30 de junio de 2009

Conformismo


Miró la ventana. La misteriosa y maldita ventana
Y sintió miedo de lo oculto, de la incertidumbre. También sintió miedo de la quietud, de imaginarse en el estado actual eternamente, pero era soportable. Lo que había tras la ventana quizás no. Puede que si la abriera una ráfaga de luz sanadora arrasara las tinieblas de su alma, se llevara consigo segundos sempiternos de dolor y angustia que recorrían su interior envenenándolo lentamente de tristeza y soledad. Pero ¿y si la ventana escondía un temor desconocido aún mayor?¿No sería mejor acaso refugiarse en lo conocido y esperar que la ventisca helada pase por sí sola?
Al otro lado de la opaca ventana la luz reinaba indiferente a la indecisión. Pero él no lo sabía.

En ocasiones el conformismo nos impide disfrutar de los hipotéticos "¿y si?", y nos quedamos ahogándonos en nuestra propia incertidumbre esperando que algo o alguien tome la decisión por nosotros.

lunes, 29 de junio de 2009

Ambición.



Abrió la ventana.
Al instante supo que no debía haberlo hecho. Una ráfaga de viento helado azotó su rostro y una oleada de tristeza envolvió a su alma indefensa. El calor del hogar se disipó en un instante, la tenue luz de la vela tililó tímidamente, intentado sobrevivir, para apagarse finalmente dejando tras de sí una fina estela de humo negro que ascendía hacia la nada.
Intentó cerrar la maldita ventana, pero ya era tarde. Su corazón se encogió de dolor, colapsándose sobre sí mismo, refugiándose atemorizado en lo más recóndito de su pecho ante la sensación hiriente de miles de agujas clavándose en él. La soledad penetró en forma de oscuro manto para cubrirlo y cegarlo. Lo que tanto había tardado en construir se derrumbó con un quejido lastimero y agónico.
Jamás debió abrir esa ventana, pero en ocasiones lo tenemos todo y queremos seguir abriendo ventanas para tener más. A veces se gana.
Y a veces, lo perdemos todo.

viernes, 26 de junio de 2009

Jubilación II

Ayer los compañeros celebraron una comida en honor a mi padre por su jubilación, así que me levanté y volví a mi casa, aunque no por Navidad, para darle una sorpresa.
Merecíó la pena los cuatrocientos kilómetros de ida y vuelta para abrazarle y verle llorar como un niño. Es asombroso lo poco que cuesta a veces hacer feliz a quienes te lo han dado todo, porque realmente son los que menos te exigen aunque necesitan de tí. Un gesto, un abrazo, lo vale todo.
Ayer fue un día muy especial para mi padre y me alegró verlo rodeado por los que durante un cuarto de siglo han sido sus compañeros, ahora amigos. Le dedicaron palabras muy emotivas y yo no quise ser menos, por lo que le dediqué esto que os pongo a continuación:

"Todos sabéis que hoy en día se construye con un material que nació a finales del siglo XIX: el hormigón.El hormigón consiste en una mezcla de áridos, agua, cemento, adiciones y aditivos en diferentes proporciones. Cada uno de estos elementos tiene una serie de características que combinadas entre sí le confieren mayor o menor disponibilidad para ser usado en la mezcla.
Lo que algunos quizás no sepáis es que el hormigón depende mucho de las condiciones iniciales de su puesta en obra: si hace calor, si hace frío, si se compacta bien, si es homogéneo…Todo lo que se le haga al hormigón en su edad más temprana (3 primeros días) condiciona definitivamente sus características futuras.
Las personas, como el hormigón, vienen determinadas por unas condiciones iniciales: su genética, su lugar de nacimiento y su entorno familiar. Todo esto ya es un caldo de cultivo azaroso que va a influir definitivamente en la persona que será en el futuro.
Pero, al igual que el hormigón, es necesario aprovechar los primeros momentos de la vida para dar forma, para moldear y optimizar las características iniciales que la vida nos ha regalado. Y todo lo que se haga en la madurez es mucho más complicado de modificar, pues el hormigón ya ha endurecido y cualquier solución implica un alto coste en tiempo y dinero. No se cambia la forma de ser de una persona de 30 años de la noche a la mañana.
Los maestros sois los moldeadores de personas, y tenéis que intentar hacer un buen hormigón independientemente de las características que os den. Yo puedo elegir a mi hormigón porque les pongo unas condiciones a la fábrica y restrinjo la forma de ponerlo en obra, amamantándolo desde antes de su concepción para que llegue a buen fin.
Por eso, cuando alguien alaba mi trabajo porque lo considera muy difícil y de mucha responabilidad, yo siempre digo: “más difícil es el de mi padre que no elige la materia prima y tiene que sacar lo mejor de ella independientemente de sus condiciones iniciales”
He tenido mucha suerte en la vida; mis condiciones iniciales fueron buenas, mi disposición a aprender y a superarme es genética; pero hubiera desaprovechado estas condiciones si no hubiera tenido grandes maestros y una familia ejemplar. Me gusta la matemática por que es lo único cierto en la vida. Me gusta escribir y leer porque desordena mi ordenado mundo ingenieril y lo rota tomando otra perspectiva. Me gusta la filosofía porque me hace pensar, la historia porque me hace comprender el presente y vislumbrar el futuro. Soy una mezcolanza entre ciencias y letras, soy un alma de letras alimentada con la rueda de la ciencia
Y no puedo menos que pensar qué hubiera sido de mí sino hubiera tenido buenos maestros. Un maestro te enseña más de la vida de lo que pensamos, no sólo a leer y a sumar; también a compartir, a respetar, a escuchar, a motivarte, a superarte día a día.
Toda esta retahíla es para que comprendas que a pesar de que la vida me ha llevado a dedicarme a otros menesteres, sepas que siempre he pensado que enseñar a los demás lo que sabes para que se abran paso en la vida es la profesión más bonita del mundo. No debería ser una profesión, debería ser algo inherente al ser humano, inalienable, indivisible de él. Todo el mundo debería saber enseñar, pero sólo algunos tienen esa capacidad. Tú tienes ese don, como maestro y como padre, y lo digo desde la experiencia, porque yo he tenido la fortuna de ser alumno e hijo a la vez.
Dice el dicho que el alumno siempre supera al maestro. Yo me conformo con que el día de mi jubilación pueda reunir siquiera la mitad del cariño que has logrado cosechar entre tus compañeros y tu familia.
Feliz jubilación, maestro."

martes, 23 de junio de 2009

Creencias

Ya va siendo hora de que me moje un poco. Hasta ahora he lanzado relatos, opiniones, ideas sueltas y quizás me pierdo un poco al intentar explicar ciertos puntos de vista.
Como muchas veces he tenido que opinar sobre temas de creencias y religiones, comienzo con este "Heptálogo".
1. No creo en un Dios omnisciente y todopoderoso sobre el que depositar nuestros lamentos. Pienso que es más constructivo actuar a esperar que otros lo arreglen
2. No creo en un paraíso eterno ni en un infierno constante. Creo que son entelequias del ser humano que necesita un horizonte hacia el que caminar. Es más difícil andar por la vida sin creer en un premio que tener fe, a pesar de que la mayoría opine lo contrario.
3. El ser humano es competitivo y egoísta por naturaleza. No creo que podamos cambiar esto a menos que circunstancias exteriores lo obliguen, es decir, a no ser que tengamos que unir fuerzas contra un enemigo común, o que se nos abra la ventana de una nueva realidad. Y en esto podréis encontrar el porqué a muchos de mis escritos "raros", como la saga de "Supervivencia" o "Los Eternos"
4. Opino que la gente pierde demasiado el tiempo haciendo ofrendas y realizando rituales en base a sus creencias en lugar de ayudar al prójimo.
5. Cuando llegue el momento de mi muerte me entrará el miedo, estoy seguro. Pero será mi miedo, no el que otros me inculquen. Miedo a lo desconocido, miedo a la nada, pero no miedo a la justicia divina porque entiendo que si después de todo existiera un Dios me juzgará por mis actos y no por mis creencias.
6. A pesar de mis creencias, opino que la religión hoy día aún es necesaria para mucha gente. No estoy a favor de que desaparezca de forma drástica, pero me gustaría que aquellos que proclaman la verdad absoluta fueran conscientes que pueden existir otras realidades. Y me gustaría que la gente pensara en los tiempos antiguos cuando todo se regía por mitos y leyendas y ahora se mofan de su ingenuidad.
7. Que no crea en Dios omnipotente u omnisciente todopoderoso que todo lo puede no significa necesariamente que no crea en Dios. Todo depende de la deficinición de Dios. Si con Dios queremos decir algo presente en el todo, siempre existente puede que crea. La energía, al fin y al cabo, no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
He pensado que siete puntos están bien por ahora, no hay que avasallar. Y siempre, siempre, mi respeto para las opiniones de los demás mientras respeten la mía y me dejen vivir en paz.

domingo, 21 de junio de 2009

Valió la pena


Valió la pena.
Valió la pena equivocarse una y mil veces en el camino porque atravesar senderos oscuros y tenebrosos finalmente desembocó en una avenida de luz.
Valió la pena maldecir el tiempo pero nunca darle la espalda, seguir hacia adelante y no perder la fe en que compartirlo todo es posible.
Valió la pena cualquier acción del pasado si me llevó hasta tí. Valió la pena con tan sólo la primera sonrisa que me dedicaste, el primer beso que nos dimos, el primer despertar junto a tí...
Valió la pena con tan sólo conocerte.
El resto, el seguir compartiendo el día a día contigo, es un regalo adicional que la vida me ha otorgado .


jueves, 18 de junio de 2009

Grandeza


Tengo un amigo al que no veo hace tiempo. Es el único amigo del que no recuerdo cuando lo conocí, porque cuando empecé a tomar conciencia de mí mismo, él ya estaba allí.
Yo nací unos meses después que él. Mi nacimiento fue algo traumático porque las dificultades para sacarme, la rotura de mi clavícula, la reacción de mi sangre con la de mi madre y la ausencia de oxígeno al cerebro en los primeros segundos de vida desembocaron en una sentencia de muerte por parte de los médicos, que no me auguraban más de una semana de vida. Al superar la semana de vida la esperanza dió paso a la cautela y advirtieron a mis padres de las posibles secuelas cerebrales que podría sufrir. Me aferré a la vida en primer lugar y el azar me libró de las consecuencias después.
A mi amigo también le hicieron daño al nacer. Él también se aferró a la vida, pero el azar no quiso sonreirle igual que a mí y las secuelas se presentaron en forma de parálisis cerebral parcial que limitan su aparato locomotor y su coordinación. Básicamente, no puede andar ni hablar ni coordinar los movimientos como los demás, aunque con los años ha mejorado mucho y de siempre ha sido un charlatán de primera.
Pasamos juntos los primeros años de nuestra vida. Recuerdo que hubo un tiempo en el que sólo su madre y yo le entendíamos bien al hablar. Sus botas negras eran una constante obligada para él, al igual que las sesiones con el logopeda. Desde un principio dejó con la boca abierta a todos con su evolución y con sus ganas de superarse a sí mismo día a día. Cuando los demás niños corrían el aún estaba aprendiendo a andar, sudando, enrojecido por el esfuerzo, nervioso por querer avanzar al mismo ritmo que los demás.
Recuerdo cómo al ir creciendo me di cuenta que en realidad yo no era consciente de su minusvalía. Al haber crecido con él, todo me parecía normal, todas las acciones que hacíamos juntos las adaptaba automáticamente a sus posibilidades sin meditarlo. Era algo natural. Recuerdo jugar en el pasillo de su casa con un globo en lugar de una pelota. Pero eso no era suficiente para él. Ama el deporte. Y nada podía apartarlo de enfundarse su chándal, coger la pelota bajo su brazo y andar con su paso desigual pero decidido junto a mí hacia donde jugaban los chicos del barrio. Jugaba de portero. No podía tirarse, carecía de la agilidad de los demás. Pero jamás se apartaba del balón aunque le viniera a la cara. Su amor propio hizo que en múltiples ocasiones se le doblaran los dedos o que le sangrara la nariz de un pelotazo y cuando todos acudíamos para ver como estaba el reía porque había parado el balón y evitado el gol. No le importaba el dolor, no se quejaba, quería seguir jugando hasta que los demás caíamos extenuados. Los demás. Porque él nunca se cansaba.
Recuerdo una vez, siendo ya adolescentes, cuando jugamos en un campo de tierra, siempre tú y yo en el mismo equipo, en el que el balón te impactó en los dedos y te los dobló. El balón rebotó en el poste y cuando volvieron a rematar pusiste tu cara para evitarlo. El balón cayó a mis pies, pero yo sólo miraba a mi amigo para ver si estaba bien. Me gritó que corriera, que avanzara, y bajé la cabeza y comencé a correr con el balón como jamás lo había hecho. No sé cuantos contrarios regateé, cuantos metros recorrí desde nuestra portería a la suya, un fuego de coraje y rabia me consumía y sólo quería estrellar el balón en su red, como si ese gesto pudiera compensar la injusticia que el destino había hecho contigo. Con un grito desgarrador fusilé la portería contraria y corrí hacia tí para abrazarte mientras me felicitabas por mi jugada con tu nariz sanguinolenta. Eras feliz simplemente porque tu amigo había hecho una jugada de libro. Yo era feliz porque tenía un amigo que no se sentaba a lloriquear en un rincón, sino que regalaba a los demás la fuerza que a él le sobraba.
El destino quiso que me tuviera que mudar a otra ciudad, pero todas las vacaciones volvíamos a vernos, a jugar al fútbol, a los videojuegos, al dominó y poco a poco descubrí la asombrosa capacidad para retener las cosas en tu cabeza. Nadie te ganaba a memoria. Huías de las matemáticas pero absorbías los libros con celeridad pasmosa, te aprendías las lecciones de memoria con una facilidad de miedo. Sí, que nadie se equivoque. Tu aparato locomotor te limitaba, pero tu cabeza estaba bien puesta. Quisiste estudiar en la universidad, pero entonces no existían pen-drives, ni apuntes multimedia ni lecciones on line y tomar apuntes era imposible para tí. Tuviste que dejarlo pero seguías buscando tu camino, a base de injusticias en oposiciones que te negaban lo que por constancia e inteligencia te pertenecía. No se valoraba el esfuerzo ni el resultado. Sólo el tiempo. Y para tí el tiempo se divide en esfuerzos. El esfuerzo de escribir una palabra, de hablar una frase, de andar un kilómetro...
Puedo escribir miles de anécdotas juntos, de barreras que has saltado, de injusticias que has sufrido, pero quizás sea mejor ir goteando este blog de vez en cuando con pequeños ríos de tí. El crecer contigo creo que me inculcó la filosofía de nunca rendirme, de no desfallecer, de seguir adelante de mirar a la vida de frente y enseñarle los dientes. Si no, nunca hubiera estado a tu altura como amigo.
Muchos creen que alguien es grande porque se sienten pequeños junto a él. Pero lo cierto es que la grandeza, la verdadera grandeza, consiste en hacer que los demás se sientan grandes a tu lado.
Tú eres grande Raúl.Muy grande.

viernes, 12 de junio de 2009

Supervivencia III. Despertar


Oscuridad.
Le rodeaba una angustiosa sensación de vacío, un espacio sin puntos de referencia. Le rodeaba la Nada.
Pensó si eso aquello sería la muerte, un nihilismo final sin posibilidad de avance o retroceso. Pensó en los últimos años de alucinaciones nocturnas, extrañas pesadillas, voces susurrantes y entonces cayó en la cuenta de que no sentía dolor. No sentía dolor, tampoco placer. No sentía angustia ni tampoco sosiego, ni intranquilidad ni paz. No sentía. No sentía el paso del tiempo. Sólo pensaba fuera de él.
Y surgió una voz.
"No has muerto, al menos no como concebís la muerte vuestra raza. Pero sí estás ante un nuevo despertar .Al igual que el gusano de seda se convierte en mariposa, dejarás tu visión del mundo que te rodea y volarás en una nueva dimensión"

"¿Quién eres?¿Qué ocurre?¿Que son estas noches de asfixia interminable, esta presión dentro de mí que no me deja vivir?"

"Es difícil de comprender para vosotros. Soy uno y somos muchos. Durante milenios hemos estado solos y cuando por fin encontramos una raza con la que podríamos colaborar para explorar la razón de la existencia, nos encontramos que a pesar de vuestro desarrollo tecnológico, sois una especie inteligente incompleta..."

"¿Incompleta?¿Que quieres decir? Hemos hechos grandes avances científicos, tecnológicos, cada vez en menos tiempo, somos una especie joven. El ser humano es capaz de superarse ante nuevos retos, sólo necesitamos tiempo"

" Comenzásteis a acelerar vuestro desarrollo cuando el trabajo en grupo empezó a primar sobre el individual. ¿No adivinas cuál es el siguiente paso? Mientras el egoísmo individual o de un pequeño grupo sobre la totalidad persista, mientras vuestros mayores logros sean a corto plazo, jamás tendréis una visión global de la realidad. Mientras no seáis Uno, sintiendo cada parte lo mismo que siente el todo, mientras no compartáis las mismas sensaciones, las mismas experiencias, los mismos pensamientos, la mayor parte de vuestros logros se pierden con la muerte de la individualidad."

"No entiendo... somos una raza de costumbres sociales, nos relacionamos entre nosotros..."

"De una forma primitiva. Por mucho que le cuentes a alguien cómo huele algo, cómo de frío es un objeto, cómo es el color de determinada cosa, jamás es lo mismo que experimentarlo. Abandona la concepción relativa del ser individual, imagina un ente colectivo."

"Pero eso es una nueva evolución, no se evoluciona así como así, se necesitan millones de años para eso, o bien una mutación que se vaya imponiendo a la especie existente por una mejor adaptación al entorno..."

"Precisamente. Os ayudaremos a evolucionar porque necesitáis adaptaros al entorno antes de que acabéis con él. Pero toda evolución requiere un sacrificio. No todas vuestras mentes individuales están preparadas para aceptar el cambio. Hay agresividad, egoísmo, envidia, orgullo, prepotencia...Sólo unos pocos estáis preparados, tenéis una mente abierta a nuevas realidades"
"¿Estáis diciendo que vais a eliminar a parte de la humanidad? ¡Pero eso es cruel, tenéis que darnos una oportunidad!"
"No es sólo una parte. La mayor parte. Nueve décimas partes de la humanidad ha de ser erradicada. Todos los niños menores de 3 años se salvarán, son las únicas mentes puras, aún no contaminadas totalmente por vuestra sociedad. El individuo no es importante tan sólo el colectivo. Algunos como tú los guiaréis hacia una nueva era"
"¡¡¡No!!! ¡No podéis hacer esto!"
La atemporalidad pareció estirarse. Quiso sentir dolor, rabia, quiso luchar, pero no sintió su cuerpo. No sentía nada, sólo asumía, sólo pensaba.
"Vas a despertar a una nueva realidad. Debes preparar al mundo para lo que se avecina. Aún te quedan muchas cosas por entender. Para ello, despertarás pero te sentirás muy diferente..."
Un destello de luz arrasó la oscuridad. Un pequeño punto luminoso en el horizonte lejano se transformó en una ola de claridad y lo envolvió abrazándolo y trayendo consigo todo el dolor, toda la rabia, toda la angustia que había querido sentir antes, si es que "antes" había existido. Y volvió el tiempo porque de repente deseó que todo acabara.
Abrió los ojos, estaba de rodillas, sobre el asfalto ardiente. Enfrente, la chica que antes se había desplomado intentaba levantarse, aturdida.
Y de repente comprendieron. Se miraron. Y ambos supieron que algo en su interior había cambiado cuando sus mentes se fundieron en una, cuando la palabra compartir adquirió su nombre en toda su extensión.
Despertaron a una nueva realidad.
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martes, 9 de junio de 2009

Supervivencia II. Soledad

Se despertó bruscamente. Las sábanas en el suelo y la almohada empapada en sudor reflejaban que aquella había sido otra noche más como las que aleatoriamente le venían sucediendo desde hacía unos años; dolores de cabeza sin remedio, susurros ininteligibles rebotando dentro de él y una sensación de asfixia acuciante formaban parte de sus horas más oscuras. En esta época, el zumbido del ventilador en un intento desesperado por aplacar el horrible calor veraniego se sumaba a la lista de crispaciones internas hasta que finalmente todo cesaba de repente y se quedaba profundamente dormido, derrotado por la feroz batalla que se libraba dios sabe contra qué.

Le habían visto innumerables médicos y tras probar con todos los métodos posibles ninguno había conseguido detectarle nada, ni el más leve indicio de anomalía de funcionamiento en su cerebro. Tan sólo tras someterse a pruebas durante la fase de sueño REM y comparar las diferentes fases del sueño mediante la polisomnografía, detectaron un comportamiento extraño; una vez que se quedaba dormido, la intensa actividad cerebral de los momentos previos se frenaba de repente pasando bruscamente de las ondas Beta y Ram-Alta, a las ondas Delta, lo que significaba que por fin el cerebro se había relajado y llegaba el sueño profundo. Pero tras unos minutos algo asombroso aparecía en las mediciones: una nueva familia de ondas alfa asomaban en la actividad cerebral. Unas ondas extrañas que sincronizaban con las deltas.
Es como si dos cerebros estuvieran en paralelo unidos entre sí...

Se metió bajo la lluvia reparadora de la ducha, sintiendo cómo resbalaba por su piel el agua tibia llevándose consigo los segundos perdidos de la noche. Tras vestirse, miró su reloj y comprobó que llegaba tarde al trabajo, para variar. De un sorbo apuró el negruzco café olvidado en su taza y salió precipitadamente de su apartamento situado en la avenida principal.

Y se quedó parado en la puerta.

La ciudad estaba desierta. Su calle, siempre envuelta en el asfixiante humo de los coches, ensordecida por el ajetreo constante de las idas y venidas de los viandantes, estaba sumida en la más absoluta quietud. Aún aturdido, vió como en la acera de enfrente, salía una persona de un portal y quedaba igualmente paralizada. Decidió cruzar la calle para preguntar si sabía lo que ocurría cuando de repente la figura se desplomó en el suelo mientras emitía un lastimero quejido que resonó en el silencio de la avenida como si resquebrajara la realidad en dos. Cuando iba a empezar a correr para acudir en su ayuda, una oleada de dolor se expandió en su cerebro obligándole a hincar las rodillas en el suelo.

Con las manos a ambos lados de la cabeza intentando frenar la sensación de explosión dentro de él, desgarró el tiempo con un escalofriante grito mientras una honda sensación de soledad vaciaba su interior...




lunes, 8 de junio de 2009

Premios estivales

Los idiomas no son lo mío pero como internet hoy en día es una bendición para los inadaptados, pude ver que la traducción aproximada del premio que la amiga CMQ me regaló es algo así como "Que blog más chulo", traducción totalmente libre.
Desde aquí le doy las gracias a CMQ y a sus dos blogs, Disparos al aire , en la que da rienda suelta a su espíritu fotográfico y Contradicción, donde libera sus palabras y donde de vez en cuando grita a favor de los animales porque ellos no pueden hacerlo, o al menos, no en nuestro idioma.


La Pecadora S. ha inaugurado una nueva sección en Pecados, otorgando premios al pecador de la semana. He de decir que habida cuenta de mi afán por ser siempre el primero, el hecho de que me haya nominado para abrir su nueva sección no deja tener un toque de ironía guión sarcasmo como diciendo "si, el primero, pero porque yo quiero".
El premio a Pecador de la Semana, requiere un notable esfuerzo por parte de S., porque no se trata de una nominación cualquiera. La pobre sufridora ha tenido que bucear por los entresijos del caos, caminar por los laberintos de la torre y sumergirse en el foso pantanoso que la rodea para desgranar y clasificar este caótico mundo. Y no creo que yo lo hubiera resumido mejor. Claro que como véis resumir no es lo mío. Este revoltijo de relatos futuristas, recuerdos del pasado, retratos del presente, ideas sueltas que pasan por mi cabeza e intento sujetarlas aquí antes de que se desvanezcan, fotografías de viajes y trocitos de sentimiento ha ido creciendo poco a poco, cuando pensaba que en breve tiempo ya no tendría nada que decir. Con el tiempo, ese tiempo al que tanto recurro, me he dado cuenta que tengo mucho que decir, pero poco tiempo para hacerlo. Y en eso estamos.
Sólo me queda agradecer a S. que atraiga a esta torre a sus seguidores, aunque algunos sólo sea para ver sus ladrillos y volverse, aunque a muchos les desagrade lo caótico y huyan de los ciclos, de la lucha entre contrarios, de las realidades intangibles de este mundo de desorden.
Gracias por este premio. Y por la foto, ya sabes que tanto a la señora del caos como a mí nos encanta los animales.

jueves, 4 de junio de 2009

Dubrovnik

Hace 18 años Dubrovnik fue sitiada por las tropas serbias durante la Guerra de los Balcanes. Al entrar en la Ciudad Vieja por cualquiera de sus dos puertas encontramos un plano de las zonas afectadas por los bombardeos del 91, para que nadie olvide el horror. Estos planos nos recuerdan que es necesario recordar el pasado para no volver a él.

La Ciudad Vieja está totalmente amurallada. ¡Que orgullosos estarían aquellos que levantaban la muralla para dotar de inexpugnabilidad absoluta a su querida ciudad!. Si hace 15 años hubieran levantado la cabeza, cuando los bombarderos descargaban su arsenal destructor desde el cielo, habrían pensado que por mucho que nos esforcemos en proteger, el hombre siempre encuentra camino para destruir.


Entramos en la Ciudad Vieja desde la puerta oeste, tras un prolongado descenso por callejones de interminables escaleras. Ante nosotros se abre una calle bulliciosa y animada, de paredes y suelo de piedra caliza que resalta la luminosidad del día. A la izquierda, calles perpendiculares a la principal, estrechas e infinitamente empinadas, refugio de los habitantes que intentan elevarse sobre el ajetreo de la vida turística. A la derecha, calles repletas de tiendas y restaurantes, con sus dueños sonrientes en las puertas, quizás felices de un nuevo resurgir de su ciudad en forma de oleada de turistas que hacen olvidar los tristes días de la década pasada.





Al fondo, la Torre del Reloj junto a la iglesia de San Blas, patrón de la ciudad, y la segunda puerta, que desemboca en el puerto, abierto, expuesto, confiado en su concepción, pensado para el comercio y no para la defensa.
En el monasterio de los franciscanos nos invade una sensación de frescor. Un suave olor a rosas se expande por los pasillos antes de llegar a la vieja farmacia, donde siguen vendiendo crema hidratante de rosas con la misma fórmula de antaño.






En algún museo se exponen los horrores de la guerra. En todos los sitios que visitamos aparecen los nombres de los caídos. En Dubrovnik, en una guerra de finales de siglo XX, aparece los héroes de la resistencia junto con una foto.

Ojálá supieran que su pais vuelve a vivir en paz y que su entonces grisácea ciudad, en su día defendida con su vida, ahora rebosa de vida y color.

lunes, 1 de junio de 2009

Sostenibilidad

Hoy he asistido a una jornada técnica de mi empresa que realizaba con carácter interno con el objetivo de informar a los técnicos de los nuevos cambios introducidos a nivel de proyecto y obra por la entrada en vigor de la nueva Instrucción de Hormigón Estructural más conocida como EHE-08. Pero mis queridos lectores, mantengan la calma, no se tiren de los pelos ni resoplen desaforadamente, que no voy a introducirles en el maravilloso mundo del hormigón armado. Sólo una breve reseña que me ha parecido interesante; esta Instrucción, que vió la luz por primera vez en los años de la guerra civil, ha tenido diversos cambios a lo largo de su corta historia, para adaptarla primero a criterios técnicos, luego de seguridad, luego de calidad y finalmente de durabilidad. Ésta última modificación ha tenido como base la Sostenibilidad; es decir, se aboga por el uso de nuevos materiales, nuevas técnicas para reutilizar los residuos de hormigón, etc...
Pero lo que más me ha gustado de hoy ha sido el ejemplo que nos han puesto para explicar el porqué es necesaria la sostenibilidad y que os resumo a continuación:
Todos conocemos la Isla de Pascua; esos impresionantes moais, vestigios de una civilización pasada floreciente y extraña. Múltiples leyendas se agolpan alrededor de estas impresionantes figuras de toneladas y toneladas de peso transportadas desde su lugar de origen hasta diversos puntos de la isla. La civilización Rapanui era un pueblo que llegó a la isla hacia el siglo IV de nuestra era. Parece ser que sufrió una crisis superpoblacional entre el siglo XVI y XVII lo que destruyó parte de su civilización debido a las guerras internas y motivó su decadencia. Una de las teorías acerca de cómo transportaban las impresionantes figuras que hoy día siguen impresionándonos era que talaban árboles y las hacían rodar sobre los troncos salvando enormes distancias. Pero talaron los árboles de forma desmesurada y alteraron el equilibrio de la isla, lo que unido a la superpoblación motivó la escasez de alimentos al romper la cadena alimentaria.
Tenemos un ejemplo a pequeña escala de lo que estamos haciendo con el mundo. A mucha gente le apena lo que estamos haciendo con nuestro planeta. A mí no, porque nuestro planeta seguirá, a pesar de nosotros, como los moais, como la isla. Será distinto, tendrá que adaptarse, pero no le somos imprescindibles.
Estamos a tiempo de no seguir talando nuestro mundo para seguir construyendo moais gigantes. De lo contrario, dejaremos a los moais sólos, testigos de nuestra ceguera.

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