No es una Estrella cualquiera. Estrella ha nacido para salvar una vida. La de su hermano Antonio, un niño de tres años con una enfermedad denominada aplasia severa y que le condena a peregrinar todas las semanas al hospital para poder generar la sangre que su médula ósea no puede crear. Estrella ha sido seleccionada genéticamente para ser compatible con su hermano y de una tacada, dar sentido a dos vidas.
Hace unos años nació el primer bebé en Andalucía seleccionado genéticamente para poder curar a su hermano. La feliz noticia fue duramente criticada por la Iglesia Católica, que señalaban la destrucción de embriones que se produce durante el tratamiento. Todo el tema de si un embrión es o no una vida en sí misma es discutible, por supuesto. Y ni yo ni la Iglesia creo que esté en disposición de poner una delgada línea que separe lo que es de lo que no es. Y es perfectamente comprensible que se opongan a la selección genética, como se oponen a la mayoría de los avances científicos. Son sus reglas y han de ser coherentes con ellas.
Sin embargo, afirmaciones como "la dignidad del ser humano exige que los niños no sean producidos, sino procreados" empiezan a encender la mecha de mi indignación. ¿Van a darme ustedes lecciones de dignidad humana? Para mí la dignidad humana comienza por hacer lo posible por los hijos. Y si a mí mis padres me dijeran que fui seleccionado genéticamente para poder salvar la vida de alguno de mis hermanos, me sentiría orgulloso de mí y de mis padres. No hay nada más maravilloso que comenzar una vida salvando otra. Durante toda nuestra vida quizás no salvemos ninguna vida, y esta niña ya ha salvado una antes de existir.
Hoy me siento orgulloso de ser andaluz. Porque no todo es el Pert, el cachondeo y la fiesta, el jolgorio y la vagancia, como algunos quieren dar a entender. No, señor Durán y Lleida, también somos pioneros en algo, ¿que sorpresa verdad? Se llama Diagnóstico Genético Preimplantatorio, y hace seis años que Andalucía lo incluyó como derecho dentro de los Servicios sanitarios de la comunidad. Algunos estarán a favor y otros en contra, pero lo cierto es que hoy gracias a eso hay un niño de tres años que va a dejar de ir de paseo al hospital e irá a jugar al parque, como los demás niños. Enhorabuena a los padres, por su valentía y su lucha. Enhorabuena a Estrella, porque ha nacido para regalar una vida, y eso es algo que la mayoría de nosotros jamás podremos hacer.