viernes, 26 de junio de 2009

Jubilación II

Ayer los compañeros celebraron una comida en honor a mi padre por su jubilación, así que me levanté y volví a mi casa, aunque no por Navidad, para darle una sorpresa.
Merecíó la pena los cuatrocientos kilómetros de ida y vuelta para abrazarle y verle llorar como un niño. Es asombroso lo poco que cuesta a veces hacer feliz a quienes te lo han dado todo, porque realmente son los que menos te exigen aunque necesitan de tí. Un gesto, un abrazo, lo vale todo.
Ayer fue un día muy especial para mi padre y me alegró verlo rodeado por los que durante un cuarto de siglo han sido sus compañeros, ahora amigos. Le dedicaron palabras muy emotivas y yo no quise ser menos, por lo que le dediqué esto que os pongo a continuación:

"Todos sabéis que hoy en día se construye con un material que nació a finales del siglo XIX: el hormigón.El hormigón consiste en una mezcla de áridos, agua, cemento, adiciones y aditivos en diferentes proporciones. Cada uno de estos elementos tiene una serie de características que combinadas entre sí le confieren mayor o menor disponibilidad para ser usado en la mezcla.
Lo que algunos quizás no sepáis es que el hormigón depende mucho de las condiciones iniciales de su puesta en obra: si hace calor, si hace frío, si se compacta bien, si es homogéneo…Todo lo que se le haga al hormigón en su edad más temprana (3 primeros días) condiciona definitivamente sus características futuras.
Las personas, como el hormigón, vienen determinadas por unas condiciones iniciales: su genética, su lugar de nacimiento y su entorno familiar. Todo esto ya es un caldo de cultivo azaroso que va a influir definitivamente en la persona que será en el futuro.
Pero, al igual que el hormigón, es necesario aprovechar los primeros momentos de la vida para dar forma, para moldear y optimizar las características iniciales que la vida nos ha regalado. Y todo lo que se haga en la madurez es mucho más complicado de modificar, pues el hormigón ya ha endurecido y cualquier solución implica un alto coste en tiempo y dinero. No se cambia la forma de ser de una persona de 30 años de la noche a la mañana.
Los maestros sois los moldeadores de personas, y tenéis que intentar hacer un buen hormigón independientemente de las características que os den. Yo puedo elegir a mi hormigón porque les pongo unas condiciones a la fábrica y restrinjo la forma de ponerlo en obra, amamantándolo desde antes de su concepción para que llegue a buen fin.
Por eso, cuando alguien alaba mi trabajo porque lo considera muy difícil y de mucha responabilidad, yo siempre digo: “más difícil es el de mi padre que no elige la materia prima y tiene que sacar lo mejor de ella independientemente de sus condiciones iniciales”
He tenido mucha suerte en la vida; mis condiciones iniciales fueron buenas, mi disposición a aprender y a superarme es genética; pero hubiera desaprovechado estas condiciones si no hubiera tenido grandes maestros y una familia ejemplar. Me gusta la matemática por que es lo único cierto en la vida. Me gusta escribir y leer porque desordena mi ordenado mundo ingenieril y lo rota tomando otra perspectiva. Me gusta la filosofía porque me hace pensar, la historia porque me hace comprender el presente y vislumbrar el futuro. Soy una mezcolanza entre ciencias y letras, soy un alma de letras alimentada con la rueda de la ciencia
Y no puedo menos que pensar qué hubiera sido de mí sino hubiera tenido buenos maestros. Un maestro te enseña más de la vida de lo que pensamos, no sólo a leer y a sumar; también a compartir, a respetar, a escuchar, a motivarte, a superarte día a día.
Toda esta retahíla es para que comprendas que a pesar de que la vida me ha llevado a dedicarme a otros menesteres, sepas que siempre he pensado que enseñar a los demás lo que sabes para que se abran paso en la vida es la profesión más bonita del mundo. No debería ser una profesión, debería ser algo inherente al ser humano, inalienable, indivisible de él. Todo el mundo debería saber enseñar, pero sólo algunos tienen esa capacidad. Tú tienes ese don, como maestro y como padre, y lo digo desde la experiencia, porque yo he tenido la fortuna de ser alumno e hijo a la vez.
Dice el dicho que el alumno siempre supera al maestro. Yo me conformo con que el día de mi jubilación pueda reunir siquiera la mitad del cariño que has logrado cosechar entre tus compañeros y tu familia.
Feliz jubilación, maestro."

15 comentarios:

GABI dijo...

Yandros que bonito....me has dejado sin palabras....cómo no te iba abrazar tu padre....

CMQ dijo...

aún debe estar llorando el hombre...
Un beso.

Anónimo dijo...

Yo estaría orgullosa de tener un hijo así, fraguado por lo visto con el mejor hormigón posible.

No hay más que decir.

S. dijo...

Últimamente estás de un sentimiental Yandros...es precioso!

Nadia dijo...

Vecino,qué te pasa últimamente? Cada nueva entrada que leo se me pone la piel de gallina... Preciosa dedicatoria!

Rosseta dijo...

Yandros...no se que decir , me dejas sin palabra,es tan especial lo que le dedicas a tu padre, que no solo por tus palabras sino la forma tan positiva de ver la vida y todo lo que te rodea alza mucho el ánimo a las personas que te seguimos,no cambies nunca por que eres una persona digna de querer y admirar.
Cualquiera lloraria.......

FBM dijo...

En esto si que estoy totalmente de acuerdo contigo. Y no solo porque tenga una hija maestra y mi padre fuera ingeniero de caminos.
Felicita a tu padre de mi parte.

Capitán Clostridium dijo...

Yandro, que bonito que un hijo te lea esas palabras.
Me identifico contigo, ¿sabes?. Me identifico por lo de Soy una mezcolanza entre ciencias y letras, soy un alma de letras alimentada con la rueda de la ciencia
Yo estudie ciencias puras, y una carrera que eleva la ciencia a la enésima potencia, y aquí me tienes en la blogosfera, filosofeando y divagando entre letras.

Capitán Clostridium dijo...

Por cierto, se me ha olvidado Freddy Mercury, otro maestro. Lo siento, mea culpa. Son los ratones que se me vinieron a la cabeza cuando escribia la entrada. Es más, creo que la música de Queen es la que más me gusta de todos los que nombro.
Saludos desde alta mar.

Yandros dijo...

Gracias a todos. No estoy más sentimental que de costumbre, es sólo que el blog solo tiene unos meses de vida, y las cosas van saliendo por el orden en el que se hayan encerradas dentro de mí. Mientras sigo abriendo puertas descubro viejos recuerdos y vislumbro nuevos caminos. ¿Y que tiene que ver esto con el caos? Mucho más de lo que creéis. Lo tendré que explicar en breve.
A FBM le digo que si su hija es maestra y su padre ingeniero me falta tener un hijo físico para tener una trinidad especular de tu familia en la mía jajajaj
Capitán, ya imaginaba que Freddie también marcaba tu rumbo. Me gustó tu blog, y ahora que me comentas que tu formación es como la mía y tus inquietudes similares, entiendo el porqué
Un abrazo y bienvenido

cristal00k dijo...

No me extraña que se le escapasen las lágrimas al hombre. La verdad es que es precioso ese texto Yandros. A mí también me ha emocionado.
Por otra parte, de tal palo...
Un abrazo grande para todos.

Anarquista dijo...

Yandros es tan lindo leer los entimientos a flor de piel, yo confiezo que algunas cuantas lagrimas se me han caido al leerte como ha pasado en las ultimas publicaciones que he leido... Cada dia me gusta mas tu caos.



Besos desde lejos

FBM dijo...

No hay mucha diferencia, y además mis mejores notas la saqué en física, pero soy matemático.

Andrea dijo...

Ains qué bonito, ya quisiera yo que el trasto de mi hijo nos dedicase a su padre o a mi palabras tan sentidas cuando nos toque jubilarnos, aunque todavía tiene tiempo de encaminarse, tiene 10 años, y se nota ya su predisposición a las letras, le gusta escrbir como a mi, y tocar el piano. Saber enseñar es un arte, debe ser muy estimulante ser alumno e hijo a la vez. Cuánto influimos los padres en nuestros hijos verdad? Un beso grande!

Unknown dijo...

precioso! seguro que le encantó! y, por cierto, genial la comparación del hormigón!

Besos. Angie.

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