La naturaleza nos parece simple, caprichosa a veces en nuestra percepción superficial de lo que nos rodea. No nos agachamos a examinarla, a estudiarla, a plantearnos el porqué es así y no de otra manera. Vivimos en una continua carrera que se acelera sin cesar y en la que cada vez hay menos tiempo para mirar a los lados del camino.
Y nos perdemos lo maravilloso de lo simple, la complejidad de lo aparentemente sencillo. Reduzcamos el microscopio, o agrandemos el telescopio y salgamos de nuestra propia órbita. Sacudámonos la inercia pretenciosa de medirlo todo en base a nosotros.
"El hombre es la medida de todas las cosas...", dijo Protágoras...
"Lamentablemente", digo yo...
8 comentarios:
Lamentablemente, advero.
Bueno si hablamos de antropologia o humanismo... nunca pensé que la naturaleza fuera sencilla, más bien tremendamente complicada y sumamente efectiva, y cada día me sorprende más.
Desde que soy enfermera de control de infección he desarrollado una extraña admiración por los gérmenes, mecanismos simples capaces de generar en el hombre (tan grande, tan poderoso) verdaderas desgracias, y de sobrevivir en el ambiente ante situaciones extremas, entonces ¿quién es realmente el poderoso?
Una especie que no camina sino corre, que no corre sino vuela, que no sabe donde va pero tiene siempre prisa, que el mundo se le queda pequeño, que mata por ambición y maltrata por placer ¿cómo va a detenerse a admirar, siquiera a contemplar, durante un instante la vida?
Un abrazo quillo
Evidentemente generalizar es siempre injusto, pero tela con los humanos :)
Pues sí, el ¿qué hay de lo mío? es muuuuy antiguo, porque nos "idiotizan" a conciencia casi, desde la cuna... y para cuando nos damos cuenta, cuesta lo suyo salirse del rebaño.
Si a eso le añades que estamos mucho más preparados para sobrevivir que para "percibir..." Voilà!
Cosas de sofistas...
Lúcido le veo, señor del Caos.
Hbría que corregir a Protágoras y enseñar que "las cosas dan la medida del hombre".
Y puede que por no mirar a los lados del camino, por no maravillarnos con lo que la naturaleza nos ofrece, por vivir en nuestro eterno egocentrismo nos perdemos lo mejor. Para vivir plenamente hay que ver más allá de nuestro yo.
Besos.
El otro día, que hubo problemas con Blogger, puse un comentario, pero se ve que por su culpa no llegó a entrar. De todas formas, como era un poco tonto, no lo repito.
Complicada tarea la que nos encomiendas ''vecino''
Aunque por otros lares y con otros objetivos (y sin tiempo para mucho más), te sigo y te leo, aunque ya ni entre con mi cuenta, o mi antigua cuenta...
Y te deseo lo mejor en este nuevo camino que se te ha abierto.
Tu vecina virtual, la del 5ºB.
Un abrazo,
Nadia
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