miércoles, 19 de octubre de 2011

Crónicas Suburbanas II.

En esta época se mezcla en los vagones la ropa que viene con la que se va, los pantalones de pana con los de lino. A las 15:00 horas de un viernes, se entremezclan los trajes de chaqueta de Emilio Tucci con las camisetas de manga corta de Zara, los maletines de ordenadores con las mochilas del que lleva la vida de un día a cuestas. Rostros cansados y somnolientos contrastan con otros iluminados ante la perspectiva de un fin de semana.
Por lo demás, lo habitual; libros tomados como refugio, bastión y cárcel de aislamiento, escudo contra el de enfrente. Auriculares variados, acordes suficientemente altos para advertir un "no te escucho", aderezados con miradas que se pierden en la lejanía.Frente a mí, de perfil, charlan dos compañeros de trabajo, hablan de un taller. Frente a ellos un señor cercano a la jubilación, tez morena, bigote hirsuto, ojea el periódico gratuito por encima de las gafas. Pantalón de pana y camisa de manga larga, arriesgado aún para esta época.
Al otro lado un muchacho de pelo rubio enmarañado y barba vikinga, mochila verde militar, dormita a ratos. Zapatos negros, gastados, informales, pantalón de chándal...suena un móvil a mi derecha. El propietario, orondo, de camisa apretada y rostro lunar, despierta sobresaltado. Conversación breve, se agradece el tono bajo de voz, aunque quizás no pueda ser de otro modo, ya que su boca es inusualmente pequeña, como la de los pececillos de una pecera acercándose al cristal...Nueva parada. Se levanta el chico vikingo y se sienta una chica morena. Se vuelve a levantar y escoge otro sitio más alejado. No le ha gustado el sitio. Al lado hay una mujer de mediana edad en estado de duermevela, encorvada algo hacia delante, más por cansancio que por la edad.
Siguiente parada; la mujer semiencorvada llega a su destino, y su lugar (el del vikingo) lo ocupa una chica morena y rellenita y al lado un chico delgado de tez afilada. Se conocen y charlan. La chica se parece al señor de boca de pez y rostro lunar, que curioso.Siguiente parada. El tren frena, el chico de boca de pez se levanta, el señor de mediana edad que cabecea a ratos, sentado junto a mí, también, y uno de los compañeros de trabajo deja sumido en la mudez al otro. El tren comienza a vaciarse fruto y señal de que se acerca a su destino final.

La siguiente es la mía

Salgo, dejando atrás a mis compañeros de viaje, para cambiar de destino, en otro viaje lineal, dirigido y cronometrado...

viernes, 7 de octubre de 2011

Ocaso

La revista Periplo ha tenido a bien publicar un pequeño microrrelato de mi cosecha.

Os dejo el enlace: http://issuu.com/revistaperiplo/docs/revistaperiplo/114, porque entiendo que es mejor visitar el sitio que postearlo aquí.
En las páginas iniciales, en la sección de "Plumas en el tintero", encontraréis una pequeña reseña que me han pedido como introducción...ya me diréis si la descripción se ajusta a lo que habéis leido a lo largo de estos años en la Torre...

Saludos a todos!

sábado, 1 de octubre de 2011

Genios Nonatos

Imgen tomada del diaeconómico.

El amigo Gamar, que nunca deja de sorprenderme en sus entradas blogueras, me ha hecho retomar con su "Imaginación" un viejo pensamiento que siempre me ronda por la cabeza; esta vorágine de sociedades que el ser humano ha creado desde el principio de los tiempos ha sido el caldo de cultivo en numerosas ocasiones de mentes brillantes y genios sin parangón en la historia. Desde los anónimos que cambiaron las noches tenebrosas por el fuego salvador, que modelaron herramientas a golpe de pedernal, que adoptaron el sedentarismo como nueva forma de vida, hasta los actuales Einstein, Hawking, Sagan, y muchos más, pasando por Demócrito y Aristóteles, por el gran Leonardo da Vinci, el inconmensurable Miguel Ángel, y todos aquellos Keppler, Galileo, Cervantes, Shakespeare, Van Gogh, Tolstoi, Victor Hugo, Kant, Euler, Fournier, Laplace, Gauss, Fermat, Bernouilli, Darwin...Me quedo muchos en el tintero, pero mi intención no es hablar de ellos; sobre esto hay escrito largo y tendido. Hay menos escrito sobre los anónimos, pero se es consciente de que alguien en los albores de la humanidad aprendió a juntar dos ramitas y con eso dió calor a la humanidad para todo su futuro...Pero de lo que no hay nada escrito es de los Genios Nonatos.
¿Os habéis preguntado alguna vez cuanta gente en nuestra sociedad actual será un genio escondido que no ha podido desarrollar su potencial, bien por condicionantes sociales, políticos, económicos o culturales, bien por no descubrir su verdadera vocación y dejar un cerebro privilegiado siempre a la espera de despertar? ¿Cuanta gente con una capacidad potencial para cambiar el mundo ( a veces a mejor, a veces a peor) no se ocultará en alguna choza de un pais africano en una guerra olvidada, o entre el sistema de castas inamovibles de la sociedad hindú, o asfixiado en un correr sin pensar de nuestra sociedad consumista, o abrumado por la competencia feroz en la sociedad americana? ¿Cuantas mentes brillantes estará a oscuras en barrios marginales, en familias rotas, en entornos nocivos para el espíritu y por lo tanto sembrados en terreno estéril para una semilla que contiene un hermoso árbol?
¿Cuanta gente a lo largo de la historia habrá tenido ideas demasiado tempranas para su tiempo, demasiado atrevidas para su época o demasiado avanzadas para su sociedad? ¿Cuántas de estas ideas ni siquiera habrán sido formuladas ni escritas y hayan muerto con su creador sin llegar a conocer otra cosa que el cerebro atormentado del mismo?
A veces opino que el verdadero motor de la humanidad y de su futuro sería una máquina que detectara de forma inequívoca la mejor forma de desarrollar las cualidades de un individuo. Quizás yo me dedique a la ingeniería y hubiera sido un estupendo maestro de escuela. Esa máquina no sólo debería analizar la capacidad del individuo para ciertas tareas sino el grado de satisfacción del individuo cuando las ejecuta, porque puede que mi mente sea perfecta para dedicarme a la danza clásica pero mis inquietudes se decanten más por la pesca de altamar. Es decir, debería realizar un análisis de cada zona del cerebro, ponderar los resultados y decidir de qué forma puedo ser más feliz y a la vez útil a la sociedad.
Optimizaríamos la sociedad. Situaríamos a cada persona en el mejor puesto para desarrollarse personalmente y ayudar a la sociedad
A veces soy demasiado utópico. Pero quizás en un futuro muy muy lejano...

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