sábado, 26 de noviembre de 2011

El Transcriptor de Memorias

La revista Ícaro Incombustible ha publicado uno de mis relatos, así que paso a compartirlo con vosotros aunque os recomiendo que os leáis la revista, ya que hay muchos relatos de muy buena calidad. El Transcriptor de Memorias aparece en la página 32


En realidad debería sentirse privilegiado. Llegar a ser Transcriptor de Memorias no es algo al alcance de todos. Los títulos de Ingeniería Sináptica, Psicología Aplicada al Sentimiento y Documentalista de Archivos Biológicos y el Máster en Codificación Binaria de Recuerdos tan sólo te garantizan el acceso al Curso Integrado de Recuperación de Datos Post-Mortem. Y de ahí, sólo los mejores obtienen un puesto como Transcriptor de Memorias.
Hace décadas estos puestos eran sólo en empresas privadas que se dedicaban a la Recuperación de Datos tras el fallecimiento, generalmente familiares que deseaban saber cualquier misterio familiar o resolver dudas referentes a la herencia. Pero tras la entrada en vigor de la Ley de Archivos Neuronales, en el que el Gobierno tiene plenos poderes para la confección de un APM (Archivo Post-Mortem), se han multiplicado los puestos gubernamentales en los diferentes estados. Hubo una gran revuelta social en contra de esta medida; atentaba contra la libertad individual de las personas una vez fallecidas pero el Gobierno aseguró que era una Ley que garantizaba la seguridad futura de la sociedad y que en ningún caso los datos más íntimos de las personas serían revelados. El tiempo le dió la razón al Gobierno; muchos casos de asesinatos fueron resueltos pues tarde o temprano los misterios quedaban al descubierto y con el devenir de los años, el índice de delincuencia y asesinatos cayó en picado; nadie se siente ahora impune ante la ley y tan sólo la espina de los crímenes pasionales, irracionales en su definición, siguen hostigando a la sociedad.
No es un trabajo fácil. Conseguir la pauta electromagnética justa para entrar en resonancia con el cerebro del individuo es sólo el principio. Luego es necesario separar la caótica maraña de sentimientos de la de los pensamientos, y desgranar uno a uno los miedos, las ilusiones, las esperanzas, las dudas, las inquietudes, los recuerdos, los sueños... En ocasiones es imposible separar determinados datos, que son irremediablemente clasificados como Miscelánea. El avance de la Neuromática hace que cada vez sea más fácil clasificar los datos en función de su huella electromagnética, pero esta ciencia aún es joven y el campo que queda por explorar es inmenso...
El Transcriptor de Memorias era una persona alegre y extrovertida. Pero tras años dedicado a diseccionar la auténtica esencia de las personas, había acabado por rendirse. Había gente maravillosa que se había pasado la vida oculta entre las sombras de los miedos y las indecisiones y gente arrogante y ruin que había triunfado en la vida. Su particular juramento hipocrático le impedía hablar de ello a nadie y poco a poco comenzó a evitar a esta sociedad que ahoga a las personas con luz y enaltece a aquellos que guardan la sombra.
El Transcriptor de Memorias se había enamorado muchas veces. De nadie vivo. Se enamoraba de los pensamientos y sentimientos de las personas, hombre o mujer, niño o anciano. Había muchas cosas bellas en el ser humano. Algunas horribles, pero también sentimientos maravillosos imposibles de describir con palabras o de condensar en un archivo. Y de alguna forma, se sentía orgulloso de captar la esencia, el alma de la gente y poder recuperarla en forma de archivos para que de alguna forma pudiera seguir existiendo.
Pero una incesante sensación de angustia planeaba sobre él de forma constante.Al fin y al cabo, había un precio enorme que tenía que pagar por todo este conocimiento, y en ese sentido la Ley era tajante y pretendía impedir que cualquier Transcriptor se hiciese con un número considerable de archivos. Y esto podía ocurrir si un transcriptor recuperaba a varios transcriptores, ya que su memoria retenía de forma inconsciente todos los datos de las personas que habían pasado por él.
Así que, curiosamente, nadie recuperaba la esencia del Transcriptor de Memorias.
A cambio de condensar y guardar las almas de los demás, la suya debería evaporarse y perderse en la nada...

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sentimiento de culpa

¡Alto!- grité desde la torre de control.


La figura seguía corriendo, ignorante quizás de que nuestra visión nos permite distinguir el más nimio movimiento. Miré hacia atrás; todos paseaban tranquilamente al abrigo de la enorme pared de fibra de carbono reforzado que separaba la ciudad de los asentamientos rebeldes. En ocasiones me angustia mi rutina diaria en esta frontera infernal; vigilar y disparar cargando más culpa contra mi conciencia para que el resto de neoseres pudiese liberar la suya.


No es fácil dispararles. Al fin y al cabo, los humanos fueron nuestros creadores…

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