lunes, 30 de agosto de 2010

De millones bajo el felpudo

O cuarta entrega de "El Panorama de la Obra civil en España"

Aprovechó el señor ministro de fomento el oscurantismo del 15 de Agosto para lanzar al vuelo la posibilidad de subir los impuestos. Por si colaba. La ministra de Economía le dijo en clave “ocúpate de tus aves que de la caja tengo yo las llaves”.
Durante el verano los periódicos anunciaban paralizaciones de obra y recortes por todos lados. En las páginas interiores muchas veces, claro, porque las noticias principales suelen ser la ola de calor o las tormentas de verano que todos los años anuncian como si fuera la primera vez que sufrimos lo uno y lo otro. Las constructoras han empezado a despedir gente y Pepiño ha empezado a intuir lo que se le venía encima; que la rueda de la inversión en infraestructuras ha estado rodando tan rápido en los últimos años que no se puede frenar en seco, so pena de dejarte la piel en el intento.
De repente salen 500 millones de la chistera del mago a los que se suman 200 millones más en el último minuto, como si los millones de euros fueran motas de polvo difíciles de contar. El Plan de Austeridad que anunció el Ministro en Mayo pretendía ahorrar 1.300 millones en 4 años, es decir, unos 325 mll de años. Es obvio que de aquí no han podido salir 700 millones de euros.
En fin, lo bueno es que han salido esos 700 millones no se sabe de donde para aliviar parte del meollo en el que se han metido. Pero de nuevo existen puntos oscuros que trataré de resumir muy brevemente:
  1. Aún no ha salido el Listado de “Obras Reprogramadas”, y sin embargo el nuevo listado de “Obras indultadas” incluye numerosas obras que no figuraban como rescindidas. Así que cabe pensar que actuaciones tan ingentes como el Puente de Cádiz, la Autovía de Despeñaperros o la A-7 en Granada realmente estaban condenadas aún a pesar de la insistencia del Ministro en decir que no era así. Y si realmente decía la verdad y estas obras iban a seguir, entonces no deben estar en la lista de las “indultadas”. El truco está claro: como no sabemos las 199 obras que están reprogramadas, no sabemos si las 49 obras (98 actuaciones) estaban o no en el listado original. Me huele a que el Ministro se había guardado algunas obras en la manga para dar migajas cuando los polluelos piaran.
  2. Por otro lado el listado no incluye evidentemente el presupuesto que se va a dar a cada una de estas obras. Porque puede ser, insisto, en que le dejen un dinero pírrico para salvar el expediente y decir con ello que la obra no se ha parado. Pongo como ejemplo uno de los tramos de la A-7, una obra que fue rescindida por motivos ajenos al recorte presupuestario. El Ministro se compromete a terminarla antes de 2012, en una obra en la que hay que hacer un proyecto nuevo. Dos años para hacer un proyecto nuevo, revisarlo y comenzar a ejecutarlo. Un proyecto que si no me equivoco rozará los 100 mll de euros. Yo creo que se ha comprometido demasiado pronto.
  3. Es extraño que el Ministro en sus múltiples comparecencias afirmara una y otra vez que iba a recortar casi todas las obras de carreteras y que iba a impulsar el ferrocarril. Si miramos el listado de las 49 obras, nos damos cuenta de que los indultos se han ido preferentemente hacia las carreteras. ¿Por qué? Muy sencillo, error de cálculo del Ministro; la inversión en ferrocarril suena muy bien y todo el mundo quiere que llegue el AVE a la puerta de su casa. Invertir en carreteras está muy visto. Sin embargo a la hora de rescindir contratos, las obras que realmente se ven paralizadas y que los ciudadanos sufren directamente día a día son las obras de carreteras. Son las que más salen en los periódicos y las que enfurecen a la gente cuando no se terminan a tiempo o se hace mal. Por eso ahora se recula convenientemente y se anuncia a bombo y platillo que el ministro en su benevolencia infinita “indulta” un número determinado de actuaciones. No serán todas las que aparecen, y si no al tiempo
  4. Esta incertidumbre que ha planeado durante meses sobre nuestras cabezas y que sigue haciéndolo ha hecho que se despida a mucha gente. Conocidos y amigos entre ellos. Sé que hay obras que hay en ese listado en las que ya no queda nadie, en las que el contratista se ha ido y que están abandonadas. ¿Volverán? Lo dudo. A cumplir el expediente si acaso.
  5. El Plan Extraordinario de infraestructuras es otro de los agujeros negros del que poco se conoce. Anunciado por el Ministro desde hace meses, la única información que ha dado es un listadito pírrico de ocho actuaciones en un folio. Sin cantidades ni detalles, siempre aplazándolo todo a la presentación de los presupuestos generales en septiembre. Supongo que los 17.000 millones que anunciaba incluirá algo más que esas obras.


Supongo que a mediados de Septiembre, con la vuelta al cole y todo eso, anunciarán los presupuestos y habrá una nueva vuelta de tuerca. Estaremos en ello.


1. El Panorama de la Obra Civil
2. De Reprogramaciones y Rescisiones
3. De Eufemismos y Mentiras

miércoles, 25 de agosto de 2010

Ocho centímetros de esperanza

Ocho centímetros de diámetro son la diferencia entre la vida y la muerte. Ocho centímetros de esperanza son el cordón umbilical que une a treinta y tres mineros chilenos atrapados bajo 700 metros de tierra con el mundo exterior. Siempre se habla del tiempo que una persona puede resistir sin oxígeno, sin agua, sin alimento...pero ¿cuánto puede resistir sin esperanza? ¿Como se mide el nivel de esperanza de una persona? ¿No es irónico que algo tan intangible, inmaterial e incuantificable sea acaso lo más necesario para la vida? El cuerpo, la mente, sin esperanza, deja de luchar, porque el ser humano necesita metas y objetivos para seguir avanzando. La vida es lucha constante por conseguir algo.
Diariamente me encuentro con ejemplos del universo caótico que nos rodea. Coged una regla y mirad lo que son ocho centímetros. Esos ocho centímetros, esa medida insignificante y ridícula es la cifra que da sentido a la vida de todos los familiares de los mineros y a ellos mismos. A través de ese tubo ellos saben que el mundo está pendiente de ellos, que sus familiares les esperan, que les llegará agua y comida cuando lo necesiten, que nadie les ha olvidado y que hay mucha gente dispuesta a trabajar día y noche para convertir lo imposible en realidad. Aún no está todo hecho, pero al menos hay esperanza. Sin esos ocho centímetros quizás no hubieran resistido todo lo que ahora tienen que aguantar hasta que los rescaten.
Hoy el Caos es hermoso. Confiemos en él.

Ánimo!!!

martes, 17 de agosto de 2010

Ola temporal

-¿De que se trata, Hopkins?
El gobernador Pritter era un tipo enorme y orondo. Retrepado en su butaca de levitación magnética, su imponente aspecto disuadía a cualquiera de molestarle con nimiedades del día a día. Unas espesas cejas contrastaban con aquel desierto infinito que conformaba su cabeza. Mirarle a los ojos era todo un ejercicio de adivinación, ocultos entre pliegues a caballo entre la vejez y la obesidad. Una respiración pesada e intensa le asemejaba a un gigante dormido a punto de entrar en erupción en cualquier momento. Hopkins tragó saliva inconscientemente, aún a sabiendas que la retransmisión holográfica le salvaba de que aquel poderoso tipo se levantara y le aplastara de un manotazo como a un vulgar mosquito.
-Señor gobernador…es difícil de explicar… hemos conseguido…esto…
-Al grano, Hopkins, no tengo todo el día para sus tartamudeos científicos.
-Señor gobernador, hemos podido realizar una traslación temporal…
-¿Está usted loco?- vociferó Pritter incorporándose- ¿Sabe la cantidad de asuntos que tengo que resolver para que me hable usted de algo que se ha conseguido hace más de un siglo? Por Einstein, Hopkins, la traslación temporal es algo superado y científicamente estancado por el gran riesgo que se corre en su manipulación.
-Señor gobernador, no me ha dejado terminar…hemos conseguido realizar una traslación temporal… de setecientos años.
El gobernador parpadeó imperceptiblemente y durante unos segundos su furia se tornó asombro. Tras sentarse de nuevo en la magnebutaca, suspiró profundamente y mirando al científico con curiosidad claudicó:
-Explíquese.
-Señor, perdone que le haga una pequeña introducción. Aunque sé que es usted conocedor de la teoría básica de la traslación temporal, me será más fácil explicarle el experimento si partimos de una base común.- Hopkins carraspeó ligeramente.- Verá, como usted bien sabe, hace aproximadamente unos doscientos años se dieron los primeros pasos para los viajes en el tiempo. La teoría einsteniana nos tenía francamente limitados debido a los límites impuestos por la velocidad de la luz y la interdependencia entre masa y energía. Esto implicaba que, a mayor masa, mayor energía era necesaria para mover dicha masa a mayor velocidad. Cuando la velocidad era próxima a la de la luz, la energía necesaria tendía a infinito aunque la masa fuera minúscula.
-Abrevie, Hopkins, aún recuerdo los años de instrucción, no soy tan viejo…
-Perdón señor, es necesario. Tuvieron que pasar siglos para que las teorías cuánticas penetraran en nuestra sociedad científica y las leyes del electromagnetismo pudieran encontrar cabida entre los misterios de la física cuántica. Era posible el desplazamiento en el tiempo, pero debía de ser algo inmaterial. No fue hasta que se dio el espaldarazo definitivo a la neuronética, y a su relación con las leyes cuánticas y electromagnéticas cuando se pudo aventurar una hipótesis algo arriesgada: el viaje de la mente a través del tiempo mediante un impulso electromagnético concentrado. Pero ello tenía un hándicap; la mente debía encontrar una misma pauta cerebral para volver a filtrarse en un cuerpo conocido. Es decir, sólo podía viajar a su mismo cuerpo en el pasado o en el futuro. Hacerlo en el futuro tenía consecuencias catastróficas, ya que el individuo podría no existir en el futuro y quedar atrapado para siempre en un limbo atemporal. El pasado tenía un riesgo añadido ya que el individuo se desorientaba fácilmente y la mente no podía asimilar el cambio de coordenadas espacio temporales. Pocos regresaban sanos.
-Lo sé, Hopkins, por eso le dije que la traslación temporal era una rama muerta, pensé que dedicaba mejor los fondos del gobierno mundial…
- Señor, hace poco descubrimos que si encontrábamos otra mente con una pauta electromagnética en resonancia con la mente viajera, era posible acoplarlos mediante la ecuación de ondas ajustando las pautas cerebrales mediante impulsos neuronales artificiales a una frecuencia igual a la frecuencia natural de las ondas cerebrales de la mente huésped. En principio era pura teoría, pero como usted sabe hace poco se estableció la Ley de Absolución Científica…
-Si, Hopkins, la ley que permite que los presos por terrorismo científico puedan ser absueltos si se prestan a determinados experimentos científicos. Siempre me pareció una aberración soltar a esos tipos pero el Parlamento Mundial no quiso escuchar nuestra visión de las cosas…Esta maldita sociedad científica está empezando a tomar decisiones demasiado arriesgadas…
-Exacto señor. Uno de esos individuos se prestó al experimento. Y ha encontrado una mente huésped. De hecho, sigue allí y ..ejem…tenemos un problema.
El gobernador se puso alerta. No le gustaban los problemas.
-¿Problema? De que me está hablando maldita sea?
- Verá señor. Hemos corroborado que el viaje ha sido completado. El individuo parece hablar una lengua nativa de un país de la antigua Europa Central. Al estar interconectadas las mentes, no le cuesta trabajo hablar el mundial estándar, por lo que suponemos que igual le pasará a nuestro sujeto y podrá hablar sin dificultad esta lengua extinguida. Según el individuo, estaba jugando con unos amigos cuando se golpeó la cabeza y se encontró aquí. Está desorientado y lo hemos sedado, pero parece que ya vuelve en sí…
- ¿Y porque hay un problema Hopkins?
-Señor, parece que nuestro hombre no quiere volver, aun a riesgo de que su mente no pueda soportar la presión temporal…
-Pues que se quede allí maldita sea, es un maldito terrorista científico…
-No es tan sencillo señor. Cuanto más tiempo pase en ese pasado, más probable es que realice alguna acción que pueda dañar el curso de nuestra historia de forma irreversible. Cualquier pequeña acción puede desembocar en un accidente de proporciones catastróficas…
-Vamos Hopkins no sea pesimista. Si hubiera cambiado la historia ya no estaríamos aquí hablando de esto ¿verdad?
-Pues no lo sabemos señor, porque el ajuste histórico temporal no se produce de forma instantánea, es como una ola que parte de un punto y tarda en llegar a la costa. Cuando un tsunami va a producirse, primero se retiran las aguas hacia adentro mucho más de lo habitual, así que es posible que no se produzca de golpe sino que acusemos pequeños desajustes temporales que no concuerdan con nuestro tiempo hasta el desenlace final…
-Maldita sea, me está dando dolor de cabeza, veamos a quien hemos traído, pregúntele su nombre al menos…
-Ya lo hemos hecho y hemos buscado en la base de datos global. Al parecer se trató de un soldado raso con escasa relevancia en el plano social, por lo que es probable que…
El científico cesó su disertación al ver como el gobernador, que en ese momento consultaba la Globonet, abría sus escondidos ojos de par en par y balbuceaba frases inconexas…
-Hopkins…como…dios mio… como se…como se llama ese tipo, que edad tiene…?
-Nos asegura que tiene sólo doce años, y que es el año 1900…
El gobernador se levantó de un salto.
-Hopkins maldita sea, consulte la Globonet de nuevo y dígame si usted recuerda que hubiera dos guerras mundiales en el siglo XX!!- Tronó Pritter.- ¡¡Como se llama el individuo!!!
- Señor…se llama Adolf. Adolf Hitler…

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