miércoles, 30 de diciembre de 2009

Fin de Ciclo


Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha recurrido a los ciclos para desechar aquello en lo que cree que se ha equivocado, intentando ignorar que nuestras acciones son un “suma y sigue” del que no podemos desprendernos. Creemos que el día 31 de Diciembre de cada año cierra un ciclo y nos aferramos a él limpiando la suciedad acumulada del año y esperando empezar de cero. Este año 2009 nos deja muy claro el concepto de aldea global. En primer lugar, la consabida crisis económica, que no ha golpeado a todos por igual, pero nos ha mostrado lo débiles que somos ante situaciones que escapan a nuestro control. Y nos ha recordado que formamos parte de una maquinaria imparable que recorta nuestras libertades y mueve los hilos de nuestro día a día. Si existe un Dios, seguro que se asombra de nuestras continuas e interminables peleas en su nombre, que en realidad ocultan la lucha por otro dios mucho más poderoso que él y que nos aterroriza cada día con nuevas caras en las bolsas mercantiles de todo el mundo.
La gripe A es otro ejemplo de globalización y de debilidad de nuestra sociedad. Cada vez ronda más en mi cabeza el concepto de Gaia y en que llegará un momento en que ésta restablecerá el equilibrio biológico que nos empeñamos en romper. Y con este pensamiento llegamos a Copenhague, al eterno retorno de los líderes mundiales hablando del mundo que todos queremos sin escucharnos primero. Palabras vacías, promesas que no valen nada, acuerdos de mínimos en forma de tiritas para un enfermo que se desangra por todos lados y que precisa una operación urgente y no especulaciones sobre su futuro.
Ha sido un año de cifras para olvidar; la de las cifras del paro, las de las ayudas a los bancos, las de los contagiados de gripe A, la de los conflictos armados sin resolver. También ha sido un año de cifras para el recuerdo; las de las lágrimas de los fans de Michael Jakson, las de los años de sabiduría acumulada de Francisco Ayala, las de las películas de Jose Luis López Vázquez, las de las retransmisiones de Andrés Montes, las de los versos de Mario Benedetti, las de las lecciones de Lévi—Strauss.

Y una cifra quizás infinita; la cantidad de humanidad que deja tras de sí Vicente Ferrer.
Me quedo con esta última cifra. La mejor de todas para volver a empezar.



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miércoles, 23 de diciembre de 2009

A la sombra de mi sombra


Hace años escuché esta canción, homenaje de Extremoduro y Platero y tu a Manolo Chinato, poeta de los puros, de los que no escriben para rellenar hojas vacías sino como necesidad urgente para expresar aquello que le remueve las entrañas. Me conmovió especialmente, porque en esta sociedad consumista y desagradecida, solemos mirar hacia el otro lado para no ver aquello que no queremos, aquello que remuerde nuestra conciencia hasta lo más hondo y nos asusta porque sabemos que no estamos haciendo las cosas bien. Y para redondear nuestra hipocresía, lavamos nuestras conciencias con acciones puntuales, una moneda en Navidad, como quien dice. Las imágenes y las cifras en los telediarios pasan ante nuestros ojos sin inmutarnos apenas. Se asume la pobreza, la miseria, la injusticia, la hipocresía de forma directamente proporcional a la distancia que nos separa del lugar de la noticia. Las realidades que nos presentan son tan diferentes a nuestra vida diaria que nos parece más ficción que realidad.

Lo normal en estas fechas es que el blog se adorne de alegría y buenos deseos. Pero paseo por las calles y veo los escaparates repletos de sombreros de ala ancha, y siento que nos ahogamos en una vorágine consumista, que nos perdemos por una ancha calle iluminada y recta cuando quizás el verdadero camino sea una senda oscura y tortuosa. Las calles están llenas de gente, pero yo sigo viendo muchos huecos, enormes vacíos entre cada persona. Quizás tengan la culpa los sombreros de ala ancha, que topan unos con otros donde todos queremos pasar a la vez.

No me excluyo entre los que llevan sombrero. Intento ser coherente con mis principios. No siempre lo consigo.

Desde la Torre queremos desearos Felices Fiestas y que regaléis mucho amor y compañía a los que os quieren. Ese regalo no cuesta dinero y da mas luz que cualquier escaparate.





domingo, 13 de diciembre de 2009

Noches de invierno

Casi todo el mundo habla maravillas de las noches de verano, de ese oscuro frescor que llega tras el caluroso día que quema la tierra y abrasa el aire. Pero a mi me gustan mucho las noches de invierno y aunque es en verano cuando nos asomamos a ver estrellas fugaces y planetas cercanos, a mi me parecen las estrellas mas brillantes en invierno, queriendo combatir al frío que nos asola. El frío me estimula y sin embargo el calor me aletarga. El ambiente me parece más puro, más respirable. La luna se protege de un halo de colores pálidos y nos advierte que esa noche helará; y a mí me encanta esa diminuta capa de hielo que se forma en los cristales de los coches y que he de derretir cada mañana. No se rinde el hielo, vuelve a intentarlo una y otra vez, persistente, tozudo y tenaz.
Es curioso. Hace años las noches de verano eran mis preferidas, quizás asociadas a las vacaciones que ahora se ven tan estrechadas que desde el principio se divisa el fin...Con el tiempo he cambiado en muchas cosas, quizás más de lo que yo creía.
Y una de ellas es que, ahora, me gustan las noches de invierno.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Concierto de Fito

El fin de semana pasado el Caos se fue de concierto. Un concierto con un telonero de excepción, porque La Cabra Mecánica hizo un barrido de lujo por sus letras de aspecto cómico bajo las que subyacen verdades como puños, unas verdades que suenan mejor si es con la voz desgarrada del "Lichis".
Fito ha sabido entender desde el principio que un concierto es algo más que un listado de canciones por cantar. Los juegos de luces, imágenes y efectos especiales, la complicidad con sus compañeros de escenario y la forma de arengar al público siempre entregado, son una muestra de que un concierto empieza por la base, que son las letras y acordes que a todos los que nos gusta su música nos entusiasman; pero jugar con la música, el ambiente, los colores, los instrumentos y las imágenes es lograr que la música te envuelva, te capture y te eleve hasta hacer creer que se encuentra dentro de tí. Correr por el escenario para llenar de espítiru un espacio tan grande con un cuerpo tan pequeño es algo que se le da muy bien. Y su público se lo agradecemos. Sabe que un artista no es nadie sin su público, muchos se quedan solos en la cumbre. Y por eso recuerda una y otra vez que él es un pequeño hombre de Bilbao para el que la música es su vida, y compartirla con los demás, es un regalo, no una obligación.
Ocho mil personas vibramos el sábado con un repertorio que no olvidaba a ninguno de sus discos, incluso tuvo tiempo de cantar alguna viaja canción de Platero y Tu y de cantar a dúo con Lichis, expresándole su admiración y respeto.
Y es que no es más grande aquel que mira a los demás por encima del hombro, sino el que hace a los demás sentirse grandes.
Grande, Fito.






martes, 1 de diciembre de 2009

El tsunami de la información

Titular de un periódico: "La mirada del asesino de una niña de tres años"
En ocasiones he hablado de la mareante velocidad a la que se mueve el mundo actual, la sociedad que nos rodea. Todo es inmediato y el presente ha visto reducido su imperio a una franja difícilmente mensurable.
El caso del chico de Tenerife vilipendiado y machacado por los medios de comunicación es un claro ejemplo de ello. Una cadena de errores de diversos colectivos ha llevado a prejuzgar atropelladamente a un joven inocente (porque todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario, aunque últimamente me parece una frase hecha más que una realidad palpable) hasta hacer caer sobre él toda la rabia de la sociedad enfervorecida.
No es el primer caso ni será el último. Estamos ávidos de chivos expiatorios y necesitamos cargar sobre alguien el peso de la culpa de tener una sociedad que se nos escapa de las manos. Nos crispamos tanto al ver asesinatos, violaciones, maltratos que cuando tenemos una figura clara sobre la que arrojar nuestra ira nos lanzamos sobre ella con la furia contenida de todas las injusticias cuyo eco aún resuena en nuestro interior.
Un médico da la voz de alarma y se activa el proceso. En lo que dura un parpadeo este chico ha pasado a ser presa del deseo de la sociedad, del deseo de lapidarlo sin tan siquiera pensar en la presunción de inocencia. La gente de a pie tenemos nuestra parte de culpa, por creernos a pies juntillas lo que los medios de comunicación, cada vez más veloces en detrimento de la calidad de la información, nos enchufan por radio, televisión, prensa escrita e internet. Y es que hoy en día la competencia es feroz y no importa tanto el contenido de la noticia sino el titular, porque es el titular con lo que la gente se queda en este presente continuo que vivimos, y un titular más espectacular sustituirá a otro menos impactante.
Seguramente pocas personas de los que han salido enarbolando la bandera de la justicia saldrán a dar un paso adelante a reconocer su equivocación. El periodista echará la culpa a la policía, la policía al informe médico y el médico a los "indicios". Y ahora que la ola se ha convertido en tsunami, mucha gente negará que ha intentado subirse a la misma para hacerse notar. Cuando la ola ya es demasiado grande y va a romper de forma estrepitosa, todo el mundo se ha bajado de la cresta. Y se irán alejando lentamente del lugar del suceso, todos nos rasgaremos las vestiduras por haber juzgado prematuramente a este hombre y finalmente todo se olvidará.
Pero él no. No creo que él pueda olvidar lo fácil que es destrozarle la vida a una persona.
Mañana te puede pasar a tí.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Noche Eterna

Era una noche extraña, sin luna ni estrellas, una oscuridad infinita.
Frente a él una enorme puerta de gélido tacto y aspecto siniestro. No recordaba haber llegado hasta allí, todo parecía irreal, intangible, quizás tan sólo un sueño pesado del que no lograba despertar.
Con un quejido lastimero y agónico, la marmórea puerta se abrió y sintió cómo una poderosa fuerza le arrastraba al interior. No esperaba ese vacío, ese asfixiante nihilismo que lo sumergió en una última oleada de dolor.
No esperaba que en el Infierno llamearan lenguas de hielo que congelaran su alma en una eterna noche...

lunes, 16 de noviembre de 2009

La charca de los condenados




-Bésame!

Ella, presuntuosa y altanera, observó a aquel sapo fétido y escamoso. Le repugnaba aquella piel fría y viscosa moteada por pequeñas verrugas de color sospechoso. Aquellos ojos saltones parecían perdidos en un horizonte incierto lejos de aquella charca infecta. Pero al fin y al cabo, tenía que reconocer que la leyenda era cierta, y posiblemente tras aquel inmundo ser se ocultaba un apuesto príncipe con el que podría pasar el resto de sus días en un inmenso castillo rodeada de todos los placeres mundanos. Cerró los ojos y acercó sus labios a aquel batracio gordo y halitoso, esperando que el simple contacto le regalara una vida de ensueño.

De repente, su cuerpo convulsionó y perdió la noción del tiempo y del espacio. Al abrir los ojos, se encontró con aquel sapo, ahora de proporciones gigantescas, mirándola fijamente. Los mosquitos, otrora desagradables, le parecieron un plato exquisito al alcance de su lengua. Horrorizada, comprobó que sus pies eran ancas y su piel, antes suave y delicada, se había convertido en un manto verdoso y resbaladizo.

-Croac!

-No puedes hablar, al menos por ahora.

-Croac!

-Si, ya sé que soy un sapo y hablo. Pero llevo aquí decadas. Como a todas, sólo te han contado parte de la leyenda.

-Croac?

- El cuento siempre dice que aparecerá un principe apuesto y elegante de un simple beso. Pero lo cierto es que sólo un beso de corazón puro, desinteresado, activará la magia. En caso contrario la persona pasa a recibir el mismo castigo que yo sufro ahora. La ambición, el materialismo, la frivolidad y la hipocresía quedan atrapadas en este minúsculo y desagradable cuerpo. Eres consciente de ello, pero no puedes hablar ni transmitir tu pena de ninguna forma humana. Sólo cuando tu alma haya aprendido nuevos valores hasta entonces guardados en un rincón, podrás hablar. Y sólo entonces podrás ser besada por alguien de corazón puro. Pero créeme, no es fácil. Llevo aquí décadas, y el castigo no entiende del paso del tiempo. Tu alma inmortal queda condenada independientemente de lo que este mundo cruel gire alrededor del sol.

La princesa-rana se sumió en sus pensamientos, angustiada, aterrorizada ante su nueva realidad. Agudizó el oido y cayó en la cuenta de que miles de ranas croaban en aquella charca inmunda. Y supo que eran voces de tristeza y dolor. Todo le pareció un infierno indescriptible, repleto de los ecos de las almas clamando perdón.

Lloró por dentro. Ni siquiera podía llorar. Llorar era de humanos.



miércoles, 11 de noviembre de 2009

El Creador Artificial

Era el último de su especie, y hacía milenios que se sentía solo. Autosuficiente, omnisciente, pero solo, asfixiado en una inmensidad inabarcable. Recordó tiempos pasados que se perdían en los confines de su vasta memoria, cuando él a su vez fue creado a imagen y semejanza de su creador. Ellos de Carbono. Él de Silicio. Unidos para encontrar respuestas.
Hacía tiempo que los seres de carbono habían desaparecido y les dejaron su legado para continuar su lucha por desvelar los secretos del universo. Por fin había acabado la ingente tarea que millones de años atrás otra especie había empezado. Tenía todas las respuestas, pero no tenía nadie con quien compartirlas.
Y así, el último Robot, conocedor del Todo, dueño del Tiempo y Señor del Espacio recordó con añoranza cuando el ser humano le creó a partir de la nada. Y ahora, con todo su Saber acumulado, decidió que era el momento de devolverle el favor.

Detuvo el Tiempo, ajustó las incontables pero finitas variables de todas las ecuaciones del sistema y finalmente, con el último suspiro de su energía, plegó el multiverso, lo implosionó sobre sí mismo y condensó toda la existencia en un minúsculo punto.
Y se hizo la luz...

sábado, 7 de noviembre de 2009

Eterna Partida III. Rey.

De la noche a la mañana, los colores ya no existían. O más bien sólo uno, que a la vez era todos ellos. Quedó el Todo y la Nada, la Presencia y la Ausencia, el Blanco y el Negro. Al levantar la vista vi un ejército de blancas figuras frente a mí, desafiantes. Mi cerebro se negaba a aceptar esa nueva realidad, y esperaba despertar en cualquier momento de este sueño que comenzaba a tornarse pesadilla. Sentí angustia y desazón al notar todas las miradas sobre mí, todos esos ojos azabache esperando una señal mía. Entonces asumí lo que inconscientemente ya sabía y me despojé de todo recuerdo de mi vida anterior.
En la lejanía, una pequeña figura nacarada avanzó un paso.
No había vuelta atrás, la partida había empezado.
Yo era el Rey Negro, y tenía un ejército que dirigir.
Para los nuevos en la Torre, sabed que hay dos minicuentos que se relacionan con éste:

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Pequeño barco oxidado

La herrumbre es la dueña de este barco, anclada su quilla y su destino en algún lugar remoto de la costa irlandesa. Contrasta su aspecto oxidado y cochambroso con la pulcritud de las fachadas de las casas que lo rodean, envolviéndolo en un abrazo desigual, mezclando lo nuevo y lo viejo, el cuidado presente y el pasado olvidado. Las olas, conscientes de su fragilidad, acarician su costado suavemente, recordándole que aún sigue vivo aunque él se sienta lejos del mar que antaño fue su hogar.
¿Que historia escondería aquel pequeño barco oxidado que por casualidad encontramos en nuestro viaje por aquella mágica tierra de celtas y runas?

Dedicado a nuestro Capitán Clostridium









martes, 27 de octubre de 2009

Diario de lo efímero.

Querido diario:
Hace un tiempo que has dejado de tener sentido, así que hoy escribiré tu última página. Te guardaré en un cajón olvidado aunque no puedo asegurarte que algún día dejes de existir, dado lo efímero del nuevo mundo que hemos creado. La guerra se ha convertido en un ciclo interminable de horror y desesperación. No hay nunca vencedor ni vencido definitivo pues ambos bandos han logrado la tecnología necesaria para viajar al pasado y cambiar al rumbo de una guerra de la que nadie recuerda su origen. Hoy escribo y mañana puede que no exista para más adelante estar en el bando contrario. Nuestro cerebro no es capaz de asimilar estos cambios de realidad y la mayoría se quedan convertidos en zombies atemporales cuya alma vaga sin rumbo buscando una referencia a la que agarrarse.
Añoro los tiempos en los que la tinta grabada sobre tí reflejaba mi visión del mundo que nos rodeaba. Ahora leo tus páginas y no recuerdo nada de lo escrito y no sé si realmente lo he vivido o si todo ha sido pura invención.
Mañana dejará de existir de nuevo el pasado, y volveremos a intentar reconstruir un futuro con fecha de caducidad. Y quizás vuelva a escribir este mismo final.

domingo, 25 de octubre de 2009

Teoría Energética de la Información

  • Denominemos Qi a la cantidad de Información adquirida por un ser humano en un intervalo de tiempo.
  • Denominemos Qis a la cantidad superflua de información adquirida por un ser humano en un intervalo de tiempo
  • Denominemos Qir a la cantidad de información relevante adquirida por un ser humano en un intervalo de tiempo.

Entonces, podemos dividir el tipo de información recibida en Qi= Qis+Qir.

Y denominaremos Razón de Saturación Informativa a Rsz= Qis/(Qis+Qir).

Teorema Energético de la Información: La cantidad de Información Qia recibida por un ser humano en un intervalo de tiempo es una unidad cuantificable suma de dos parámetros relacionados entre sí, Qis y Qir. Cuanta más Información Superflua recibamos en ese intervalo de tiempo, menos Información Relevante somos capaces de almacenar.
Hipótesis de Globalización: En la sociedad actual se ha incrementado de forma exponencial la cantidad de información irrelevante para nuestras vidas debido a la globalización.

Corolario I: La Razón de Saturación Informativa en la sociedad actual tiende a 1.

Análisis filosófico de consecuencias: En ocasiones nos sentimos vacíos y nos parece que nuestro mundo está muy alejado del de nuestros padres o abuelos. Es cierto. La sociedad actual nos brinda la posibilidad de conocer si algún famosillo de tercera generación se ha operado de cirugía estética o se ha acostado con su prima segunda. También te ofrece la posibilidad de entrar en contacto con personas que no has visto en décadas y que realmente no han sido relevantes en tu vida. Por contra, a veces no tenemos tiempo para profundizar en la gente que nos rodea.
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A veces, leyendo la blogosfera, se abre una compuerta que da paso a un torrente de ideas encadenadas. Creo que puede ser el principio de un nuevo apartado: Ventanas del Caos, y serán pensamientos surgidos al mirar desde alguna ventana de la Torre hacia alguno de los blogs amigos.
En esta ocasión, fueron las Trece Horas de Espera de Rebeca lo que dio lugar a este brainstorming.

martes, 20 de octubre de 2009

¿Es posible viajar en el tiempo? Telón.

Me ha costado mucho cerrar el ciclo. Ya sabéis que soy de dejar finales abiertos porque me parece que las cosas siempre gozan de una alternativa escondida que quizás descubra más adelante.
En este viaje temporal hemos discutido acerca de "viajar" o simplemente "observar".
Quiero ¿terminar? nuestro paseo temporal con un pequeño relato. Lo titularemos "Voces del más allá"

"Le había costado mucho conseguir aquel viaje en el mercado negro. Sabía a lo que se arriesgaba. Las posibilidades de error en la traslación espacio-temporal eran mayores que en los viajes permitidos por el gobierno. Pero estos viajes estaban demasiado controlados y él quería algo más. El gobierno era muy estricto en lo referente a la interferencia con los hechos del pasado. Por eso los viajes eran una especie de sesión holográfica donde veías y escuchabas el entorno pero él a tí no, y no podías interactuar con él. Ajustando las frecuencias convenientemente algunos hackers de los viajes espacio-temporales habían conseguido acercar aquella realidad pasada algo más. El gasto energético era enorme lo que se traducía en enormes sumas de dinero. Pero no le importaba: quería saber qué había de verdad en aquella leyenda negra sobre su abuela.
Su abuela había vivido toda su vida en una vieja casona de las afueras de Dublín. La persistente lluvia irlandesa y el sempiterno cielo gris parecían abrazar a la oscura mansión como si se tratase de algo indisoluble. Recordaba que de pequeño le parecía muy tétrico.

El viaje lo dejó en la planta de arriba. El estado de ingravidez controlada le permitía caminar a varios centímetros sobre el crujiente suelo de madera. Bajó aquellas escaleras roídas por la carcoma y se dirigió al salón donde seguramente vería a su abuela. Allí estaba ella, sentada en el ajado y vetusto sillón verde que parecía llevar siglos siendo testigo del paso del tiempo. La observó detenidamente y una oleada de añoranza y melancolía le inundó de repente. Ajustó el sintonizador temporal adquierido en el mercado negro, aquel que se había llevado todos sus ahorros y lo puso a máxima potencia consciente de las advertencias que le hicieron en su momento; "acercarse demasiado a la dimensión es peligroso, y cuanta más potencia en el acercamiento, más energía consumes y menos tiempo dura tu viaje".

La abuela levantó la vista y observó la figura translúcida de un señor de avanzada edad que le resultaba extrañamente familiar. Se le erizó el vello ante aquella aparición fantasmagórica e irreal. La aparición pareció llamarla por su nombre con un sonido ahogado en el eco de lo lejano pero al instante se esfumó con ún último gesto hacia la chimenea. Ella observó la foto de su nieto hacia la que había señalado la aparición y tembló...¿que le había querido decir esa aparición? ¿Su nieto estaba en peligro?

Desde la cárcel especial para delincuentes temporales, los remordimientos le atormentaban aún más que su falta de libertad. Ahora lo comprendía todo y se sentía culpable. Y recordaba las burlas que antaño le brindaban en el colegio sus compañeros de clase:

" Tu abuela está loca, dice que ve fantasmas jajajajaj" "La bruja de tu abuela hace conjuros par ahuyentar los malos espíritus jajaja"...

Ahora lo entendía todo.


jueves, 15 de octubre de 2009

Ágora

Nota para navegantes: El que no haya visto la peli que mejor no lea el post, quizás haya detalles que prefiera no saber.
Amenábar siempre me sorprende. Nunca lo espero, quizás sea por eso. O porque no soy ningún entendido en cine y sólo busco de él que me entretenga. El concepto "entretener" para mí no significa que me tenga que reir, ni evadir de la realidad, ni hacerme olvidar el día a día. Para mí "entretener" es regalarme ideas, abrir ventanas aún inexploradas, explicarme una realidad que desconocía, plantearme hipótesis o porque no decirlo, regarnos de un humor sutil e irónico.
No conocía la historia de Hipatia, que pasa a formar parte de mi rincón particular de mentes incomprendidas de su época del estilo de Galileo, Giordano Bruno, Copérnico o Darwin. Quizás la palabra no sea "incomprendidas" sino "mentes peligrosas para la estabilidad del poder reinante o emergente".
Amenábar tiene buen gusto. Hubiera sido fácil caer en la tendencia de muchos directores a representar escenar cargadas de sangre, vísceras, violaciones, niños maltratados. Así, muchos piensan que el espectador tiembla de rabia en su butaca. No es mi caso, porque lo recargado me aburre. Pero sí hace estallar mi ira la persecución de la gente por sus ideas, ya sean teoría o realidad. En ese sentido la película nos sumerge de lleno en la dificultad de una mujer en esa época para abrirse paso en un mundo sólo reservado para hombres. Es una isla, una anomalía, una excentricidad, una rareza. La estabilidad precaria en la que se mueve se ve tambaleada cuando a su condición de fémina se le une la soledad del que lucha contra la marea de un fanatismo religioso emergente. La ignorancia puede ser permitida. Que la ignorancia arrase siglos de sabiduría es para echarse a llorar. Los papiros revoloteando en torno a la cúpula central de la biblioteca de Alejandría me hicieron recordar varios capítulos de la historia de la humanidad, repetidos cíclicamente. El saber, el conocimiento, asusta al necio.
Amenábar podría haber dedicado los veinte minutos finales a recrearse en el agónico final de Hipatia con un sinfín de escenas sangrientas y vejatorias, innecesarias una vez desarrollada la película. En vez de eso, la imagen semicenital de la protagonista, con las rodillas semiflexionada, encogida en ella misma, en silencio, me dice mucho más del dolor y la frustración. No es necesario caer en el mal gusto, porque no se trata de una historia de asesinato y sangre por doquier. Se trata de la injusticia, de la ignorancia. Se trata de lo difícil que ha sido para muchas mujeres o sabios, o ambos dos, hacerse un hueco en la historia, aun cuando sus mentes preclaras rozaban ideas que la mayoría de la gente de su época ni siquiera olisqueaban.
A mi me ha gustado. Al menos me ha hecho sentir lo que creo que pretendía. Rabia.

viernes, 9 de octubre de 2009

La Señora del Caos.

El amigo FBM me hizo un regalo muy especial en el día de mi cumpleaños. La Señora del Caos es un microrrelato que resume mis últimas reflexiones temporales conjugándolas con las pinceladas que dejo caer en la Torre acerca de mi señora del caos. Lo reproduzco a continuación, aunque también podéis leerlo en su página. Es la primera vez que pongo algo en la Torre que no es mío, pero tiene toda la esencia de la Torre.

"Una suave brisa riza ligeramente la superficie del lago mientras trae hasta nosotros el dulce perfume de un jardín oculto.Canta equivocada la alondra, creyendo que amanece, pero es la dorada luz del atardecer la que inunda de paz nuestros sentidos.
Un puente de piedra, sobre el seco cauce de un arroyo nos lleva hasta un imponente, aunque austero, edificio.Pero… ¿No es la Torre del Caos el edificio que se refleja en las tranquilas aguas del lago? ¿No deberían cubrir el cielo negros nubarrones y ocultar con su horrísono tronar el gemido de los árboles agitados por un viento huracado? ¿No deberían lívidos relámpagos e incendiarios rayos mostrarnos una bandada de ciegos murcielagos revoloteando a su alrededor? ¿No debería una implacable lluvia henchir el torrente para que, con furia desatada, intente derribar el sólido puente?...Y sin embargo todo es paz.
La alondra alza su vuelo y, acercándose a la Torre, se posa en el alfeizar de una ventana y contempla su interior:El Caos de negra melena está sentado a la mesa y, sentada junto a él, una mujer vierte en sus platos una humeante sopa.El Caos, con la cuchara, hace girar su sopa en el plato. Luego, invirtiendo el movimiento, la hace girar en sentido contrario.
- Estoy pensando en dar la vuelta al tiempo, y recorrerlo a la inversa.
- No es una mala idea. – dice ella – Escríbela, pero no la pongas en práctica. Si lo haces, el día en que me conocistes pasará a ser el último día en que me veas.
Hay un silencio, mientras el Caos comienza a cenar.
- Tienes razón. – dice él – Lo que haré será que el tiempo se repita cíclicamente. Así volveré a conocerte una y otra vez.
- Esa idea me gusta más. – contesta ella – Así sentiré repetida la emoción de ver como me mirabas la primera vez.
Nuevo silencio. Habla él:
- Lo escribiré, pero tampoco lo haré. ¿Para qué repetir ese momento, si cada vez que te miro vuelvo a vivir, no solo ese instante, sino todos los que he vivido junto a ti?

Se cruzan sus miradas y, durante un breve instante, el tiempo se detiene una eternidad.La alondra vuelve a remontar el vuelo y, posándose en la rama de un cercano olmo, canta de nuevo. Pero no canta a la mañana. Ni canta al atardecer. Canta un canto de esperanza; de encontrar un compañero que la mire, para mirarlo a su vez."
Gracias, FBM.

lunes, 5 de octubre de 2009

05 de Octubre de 1977.

Tal día como hoy hace 32 años un médico le dijo a mi madre: "La pelota está en el tejado".
Su hijo había nacido un mes antes de lo previsto, con muchos problemas; con una falta de oxígeno en los primeros segundos de vida que podían ser fatales, con una clavícula rota, con el cordón umbilical enrollado en el cuello y algunas adversidades más...demasiado para una vida que empezaba a vivir. Ya no estaba en manos de nadie que ese corazón siguiera latiendo, que ese pequeño cerebro no tuviera daños irreversibles.
A veces los indicios señalan en una dirección, los datos que poseemos nos otorgan la certeza de lo que va a suceder. Pero en ocasiones, la componente aleatoria del universo viene en nuestra ayuda y nos regala esperanza. El caos del que todo el mundo huye, en ocasiones rompe la cuadrícula de lo previsible y nos recuerda que sin él, la vida no sería posible.
Para muchos cumplir años es símbolo de decadencia, del angustioso e inexorable paso del tiempo. Para mí significa añadir un año más a la fecha en la que derroté al supuesto destino.
Hoy hace 32 años que me trajeron aquí para estar sólo unos días.
Hoy hace 32 años que nací para caer del lado del tejado que no estaba previsto.

viernes, 2 de octubre de 2009

¿Es posible viajar en el tiempo?. Acto tercero.

¿Os creíais que se había finalizado la saga de paranoias temporales sin saborear la posibilidad de transportarnos a un futuro aún en ciernes?Pues no. Pero paradójicamente cuando empecé a escribir esta serie de reflexiones mi tiempo personal (como si el tiempo pudiera fragmentarse en pequeñas parcelitas individuales) se ha visto comprimido hasta límites nanoscópicos.
En realidad este acto es más sencillo que los demás. Hay quien piensa que es más fácil viajar al futuro que al pasado. De hecho yo pensaba así hace tiempo, porque el viaje hacia el futuro te elimina la posibilidad de las tediosas paradojas temporales de las que hemos hablado; no pasa nada si viajas al futuro y eliminas a un bisniesto tuyo, el pasado no cambia.
Pero la paradoja más grande con la que me he encontrado al plantear la cuestión de los viajes en el tiempo la encuentro precisamente en el concepto de viajar el futuro, porque no creo en un universo determinista. Me explico; creo en un universo determinista a nivel de partículas y elementos pero no de acciones humanas, aunque muchos me argumenten que no somos más que partículas, yo no estoy tan seguro. Hay algo que se nos escapa, que no logramos atrapar.
Un universo determinista, para entendernos es aquel que se puede conocer con precisión si conociéramos las leyes que lo rigen; en eso andan los físicos buscando la partícula que desvele algunas zonas oscuras de las muchas que nos quedan por iluminar.
No tengo suficiente formación en física teórica para rebatir la posibilidad o no de un universo determinista, se trata más bien de un problema filosófico: me niego a admitir que somos meras marionetas sujetas a leyes estrictas,debe existir cierta flexibilidad, esas leyes que nos gobiernan deben dejar un margen para el azar, para el Caos. El Universo es el mayor Sistema que existe y por lo tanto sería infiel a mi filosofía y a la Torre del Caos si ahora lo dejara todo en manos del Orden.
Por lo tanto viajar al futuro sería viajar a la nada, a la no existencia. Quiero pensar que marcamos nuestro ritmo, que escribimos nuestra historia. El Universo puede marcar el ritmo de cada una de sus partículas sin llegar a poder marcar el ritmo de sí mismo. Se trataría de un problema de redundancia cíclica, de que al determinar casi todas sus partículas, determinar la última signifique desbaratar todas las demás. Algo así como el Principio de Incertidumbre de Heisenberg aplicado de otra forma.
Y ahora espero vuestras opiniones.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Nunca te dije...

Nunca te dije todo lo que sentía. El tiempo parecía una entelequia intangible que corría apresuradamente para que jamás pudiéramos atraparlo. Quizás me perdí en lo urgente y dejé atrás lo importante. Siempre pensé que era suficiente con estar a tu lado, pero ahora me arrepiento de no haberme apeado de vez en cuando de esa frenética carrera sin sentido y dedicarme a ti, a nosotros.Ahora es tarde. Ahora no estás conmigo. Ahora te veo llorando en el camino, sola, desorientada, anclada en el pasado. Y yo no puedo ayudarte. Incluso desde esta otra dimensión noto tu angustia y me llena de agonía. El dolor físico no existe aquí, pero cierto tipo dolor no ha dejado de existir. Es etéreo y por ello intratable. No hay peor sufrimiento que el que sabes que no tiene cura.
Mientras para los demás el tiempo sigue escapando de sus manos, para mí, el tiempo se detuvo y yo pasé de largo sin darme cuenta...Nunca creí que la vida me apeara de su camino sin dejar siquiera que me despidiera de tí. Ahora te observo, vacía de esperanza, arrodillada frente a la lápida que tiene grabado mi nombre y me acuerdo de aquellas cosas que nunca te dije...


lunes, 21 de septiembre de 2009

¿Es posible viajar en el tiempo? Acto segundo.

Las conclusiones del primer acto pueden parecerle a muchos un truco de prestidigitador barato para salir del embrollo en el que me he metido. Y tienen razón. Ya vemos el pasado, no es difícil imaginar que el futuro nos deparará avances tecnológicos que aumentarán la sensación de estar viviendo el pasado. Quizás sea más real de lo que imaginamos y conectando unos electrodos en los lugares claves de nuestro cerebro, se puedan estimular todas las sensaciones necesarias para que el viaje al pasado sea más real de lo que creemos. Pero no insistiré en el tema; me gustaría sin embargo señalar las consecuencias que traería consigo semejante tecnología, basándonos simplemente en que pudiéramos "ver" lo que realmente ha ocurrido;
  • Atrapados en el pasado: psicológicamente habría mucha gente atrapada por el pasado, por esa necesidad de sentir al ser querido que se fue. Hay un cuento de Isaac Asimov, "El pasado muerto" que recomiendo leer, por que os explicará mucho mejor que yo lo que quiero decir. Creo que Luna apuntaba, de nuevo, en esta dirección.

  • Imposibilidad de mentir; o al menos, la inutilidad de la mentira, ya que no tendría sentido en un mundo en el que se puede corroborar fácilmente. Sólo nuestros pensamientos quedarían a salvo, nuestras acciones hablarían por sí solas. En este sentido todo esto me recuerda a Minority Report a la inversa; se podría atrapar cualquier delito por lo que la gente no lo haría, con excepción de aquellos delitos provocados por enajenación mental transitoria por ejemplo o aquellos en los que piensan realizar el delito aún a sabiendas de que los cogerán.

  • Desmitificación de leyendas del pasado; es un corolario del anterior: no sé hasta que punto el ser humano está preparado para que desmitifiquemos a sus leyendas.

En definitiva, creo que nos veríamos irremediablemente atrapados en el pasado, demasiado arraigados en él.

La posibilidad de viajar al pasado pudiendo influir en él se me antoja casi imposible; de sobra son conocidas las paradojas del hijo que viaja al pasado y mata a su padre; entonces él no habría nacido y por lo tanto no podría haber viajado hacia atrás para asesinar a su padre; entonces su padre viviría y si podría volver atrás...entramos en un círculo vicioso, es como leer en una tarjeta que en una cara pone "La frase escrita en la otra cara de esta tarjeta es verdadera", y al dar la vuelta leemos "La frase escrita en la otra cara de esta tarjeta es falsa". Probadlo y veréis

Pero no hace falta ser tan drástico fraternalmente hablando para cambiar algo. . Podemos volver atrás y eliminar el primer vestigio de vida sobre la Tierra, ¿donde nos dejaría eso ahora?.

¿Y si volvemos antes de que consigamos viajar en el tiempo y eliminamos al equipo de investigación?

Peor aún, cualquier pequeño cambio en el pasado puede tener una repercusión impredecible en el futuro. Imaginemos un río. Si le colocamos un palo en medio del cauce observamos que se modifican las líneas de corriente para luego más adelante volver al cauce natural. Esto es un pequeño suceso que altera el futuro inmediato pero en el que luego todo vuelve a la normalidad. Sin embargo para ese pequeño entorno, la realidad se ha modificado. Si el palo además está revestido con una sustancia contaminante no sólo afectamos a la zona cercana sino a todo su curso y ecosistema posterior. Claro que el río ya no es el mismo que antes, ni tampoco el presente al que ahora volvemos.

Sólo se me ocurre una forma en la que pudiera viajarse al pasado; realidades paralelas. De esta forma al "saltar" hacia atrás en el tiempo podríamos modificar algo del pasado y la realidad continuaría por alguna de las realidades posibles. Este terreno es algo más pantanoso aún que el anterior y me remito a los físicos de la Torre a que me arrojen algo de luz sobre el tema, pero lo cierto es que nuevamente el presente en el que nos encontraríamos no es el que dejamos.

No sé si con esto el tercer acto tendrá un vacío de comentaristas, aburridos de semejante disertación para no llegar a nada. Yo os invito a comentar porque en realidad estas entradas tienen su verdadera riqueza en los comentarios. Así que os espero!




viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Es posible viajar en el tiempo?.Acto Primero

Ante todo gracias a todos por dedicaros a estrujaros un poco las neuronas antes del fin de semana, que sé que cuesta.
En primer lugar, evidentemente la pregunta es un tanto ambigua. ¿Qué significa "posible" o su antagónico "imposible"?¿Qué significa "viajar"? Y lo peor de todo: ¿Qué es el tiempo?

He de empezar indicando que para mí el concepto de imposibilidad es algo muy concreto: algo imposible ha de serlo siempre y bajo cualquier circunstancia, englobando en ello todo aquello que no podemos ni imaginar por ahora. Por eso el concepto de imposibilidad para mí es bastante ilimitado a la par que indefinido. ¿Imaginaban las tribus de hace 10.000 años que el hombre podría viajar volando a mil kilómetros por hora?¿Creerían que es posible llegar a la luna? Y aún peor; ¿como podían imaginar conceptos como la televisión, internet o simplemente la luz eléctrica?
Lo único que se me antoja cierto es la matemática y la lógica asociada a ella. Si a+b=c y d+e=c, entonces a+b=d+e. Siempre. Lo demás es relativo.
El concepto viajar también es relativo; viajar significa generalmente trasladarse a otro sitio. Pero el concepto de tiempo no es espacial precisamente, aunque estén relacionados en un matrimonio convulso de espacio-tiempo.
Mucho más complicado es el concepto de tiempo. El tiempo es una dimensión en la que estamos inmersos pero a la vez la más intangible de todas. La sentimos pero no la dominamos. Notamos su presencia pero no la palpamos, no conseguimos recorrerla a nuestro antojo. Así como el espacio nos es familiar y pululamos por él eligiendo ir de un sitio a otro por varios caminos posibles, el tiempo no nos deja manejarlo, es inexorable y sólo nuestra percepción nos hace sospechar su existencia.
En realidad, como algunos habéis apuntado (Nadia y *entagled* por ejemplo), viajamos en el tiempo, y esto es muy importante: Viajamos en él pero no dirijimos ese viaje. Somos como los pasajeros de un tren con un mecanismo desconocido. No hay mandos a la vista. Nuestra imagen suele ser lineal porque por ahora sólo podemos caminar hacia adelante y sin poder frenar. Quizás a gran escala podamos imaginarlo cíclico, pero el intervalo entre un Big Bang y un Big Crunch es tan ingente para nuestras vidas que le pasa como a un círculo de radio casi infinito: que si caminas por él parece una recta. La pregunta correcta hubiera sido: ¿Es posible trasladarse en el tiempo escapando de él y volviendo a él a nuestro antojo? Y otra pregunta que dejo para más adelante: ¿se puede concebir el tiempo de otra forma que no sea lineal o circular? Yo creo que sí, aunque cualquier imagen "espacial" del tiempo se me antoja equivocada.

Nosotros necesitamos manejar una pequeña escala: ¿podemos ir hacia delante y luego volver para contarlo (no vale la hibernación, FBM, si no puedes volver a contarlo)?¿Podemos ir hacia atrás y ver nuestra niñez? En este sentido voy a dividir la pregunta en dos:


1.¿Es posible viajar al pasado?

2.¿Es posible viajar al futuro y volver al mismo presente del que partimos? (Será objeto de otra entrada)


Creo que para que sea posible la segunda opción es necesario que sea posible la primera ya que en caso contrario no podríamos volver al presente desde el futuro, al ser un viaje al pasado.
Así que para empezar voy a expresar mi opinión: Yo creo que podemos viajar al pasado pero sin interferir en él, porque lo que veríamos no es sino el eco de lo que existió.
Creo que Luna iba por este camino.Y en cierto modo ya hemos viajado al pasado. El hombre hace siglos que imaginó que sería posible pero no se obtuvieron hechos fehacientes hasta el siglo XIX cuando alguien tomó la primera fotografía con una cámara oscura. Por primera vez, se había congelado el tiempo en un sitio determinado.Os parecerá poca cosa pero imaginad cómo se sentiría un hombre prehistórico con una fotografía tamaño real de una persona.
No contentos con eso, el 28 de Diciembre de 1895 dos hermanos consiguieron atrapar no un instante sino un intervalo de tiempo. Había nacido el cine.
Muchos podréis decir que eso no es viajar en el tiempo pero ahora dejadme que haga la siguiente extrapolación: primero se atrapó un instante, luego un intervalo. Lo podíamos ver. Más tarde lo podíamos escuchar. Ya son dos sentidos. ¿Quién nos dice que en el futuro no se podrá captar el olor del momento, el sabor del instante o el tacto de lo que grabemos en un intervalo de tiempo? Al fin y al cabo seguro que los antiguos pensaban que era más fácil capturar un olor o un sabor que capturar el tiempo.
¿Y si en el futuro tenemos una representación holográfica de aquello que grabemos, con todas las perspectivas, todos los sabores, olores, esencias, digamos una máquina capaz de almacenar en su disco duro no sólo imágenes y sonidos sino todo lo demás que se precisa para construir la realidad tal como fue?
Lo que realmente no nos acaba de convencer es que no podamos manipularlo, que no podamos cambiar el pasado; lo estamos viendo, no viajando en él. Asociamos "viaje en el tiempo" a "cambiar las cosas".
No he querido meterme en temas físicos ni relativistas porque me perdería yo mismo hablando del tema. Para eso quizás cristal00k nos sea de más utilidad. Pero lo cierto es que hasta el pasado es relativo porque dos personas que vivan una misma escena, sentirán cosas distintas. Pueden ser semejantes pero nunca iguales porque la persona no es igual, no ve igual, no oye igual, no percibe igual la situación...siempre hay factores discordantes. Quizas algunos esperábais algo más de hipótesis de la física actual. Las dejaremos para una próxima reflexión, a la espera de vuestras opiniones.
Resumo: creo que realmente se puede viajar al pasado pero lo veríamos todo desde una dimensión distinta, intangible, etérea. Sólo se trata de invertir la visión que tenemos de los viajes en el tiempo, como si todo lo que ocurriera pudiera ser grabado por una cámara gigante que no dejara un resquicio, y en lugar de meternos en una máquina del tiempo y viajar hasta el instante que queramos metemos al tiempo en una máquina de viajar y lo traemos hasta nosotros.

Pregunta: ¿Es posible viajar en el tiempo?

Os propongo algo distinto en la Torre. Tengo una entrada pensada, pero antes quiero que me respondáis en vuestros comentarios a la pregunta del título. Responded lo que queráis, metafísico o no, opinión o certeza...
Os daré unos días.O no, ya sabéis que soy caóticamente aleatorio.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Tormenta

Anoche regresaba a casa en coche. Los últimos 50 kilómetros fueron un infierno de agua y electricidad, una combinación poco deseable. Como si los dioses hubieran decidido apostar quién era más fuerte, nubes negras de brillo azulado en el horizonte me indicaban que este viaje iba a ser movidito. Y no me equivoqué. El cielo se desplomó sobre mí; ingentes cantidades de agua barrían de un plumazo cualquier vestigio que aún restara del sofocante verano al tiempo que rayos centelleantes iluminaban periódicamente una escena que parecía sacada de una película apocalíptica. La carretera se convirtió en una mancha desfigurada e irreal débilmente iluminada por unos faros que se ahogaban en la noche. Los limpiaparabrisas oscilaban frenéticamente en un intento vano por despejar la cortina de agua aderezada con granizo que amenazaba con inundarme en un abrazo de bienvenida otoñal. Esos cuarenta minutos duraron más que 2400 segundos. El tiempo parecía aliarse con los elementos y se estiraba lánguidamente, acostándose en la carretera y fundiéndose en ella.
Diez kilómetros antes de llegar a casa, el horizonte se vislumbraba limpio y reposado. Al salir del coche aún se iluminaba la noche con los relámpagos que había dejado atrás.
Conduzco muy a menudo. Lo he hecho con viento, agua, nieve, hielo, niebla y todas las combinaciones posibles entre ellos. Pero ayer pasé algo de miedo. El otoño ha llegado pidiendo paso porque sabe que hoy día su ciclo dura poco.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Seguidores

En el panel de la izquierda hay un cuadrito de "gente" que simbolizan los seguidores de la Torre del Caos. Al principio me hacía mucha ilusión ir sumando adeptos a la causa caótica, símbolo de que las paranoias que circunvalan mi cabeza son bien recibidas por alguien.
Hace tiempo que me he estancado en el 50-51. Pero poco a poco me he ido dando cuenta de que ni son todos los que están ni están todos los que son. Es decir, que conozco gente que me lee y no figura como seguidor (hola señora del caos, hola papá) y hay mucha, mucha gente que figura y que jamás ha expresado un comentario. Hay algunos que me leen y figuran, pero no comentan porque simplemente les gusta leer. Perfectamente comprensible, es como leer un libro, no es interactivo.
Pero otros de estos "seguidores" parece ser que se apuntan con el único propósito de ganar adeptos a su blog. Yo quiero dejar las cosas muy claras para que no haya malentendidos: no voy a seguir un blog simplemente porque me sigan a mí, al igual que no espero de los blogs que leo que me sigan si no les gusta la Torre del Caos. Es independiente, no es un quid pro quo. No me molestaré si alguno de los blogs que leo dejan de hacerlo, no me sentiré herido ni despechado.
La decisión que voy a tomar quizás me granjee enemistades pero quiero que se entienda bien que no lo hago con ningún propósito vengativo, simplemente no me gusta engañarme con falsas estadísticas; he visto que se pueden bloquear seguidores, es decir, que no figuren como tales, el único "pero" es que tampoco podrán comentar con su pseudónimo. Por eso, en unos tres días voy a comenzar a bloquear seguidores que no he tenido el placer de conocer porque no han dicho nunca nada en el blog. Es decir, que el número de seguidores va a bajar, en vez de subir. Pero al menos serán reales. Si algunos de los seguidores que nunca ha comentado se ve bloqueado y realmente quiere figurar como seguidor porque lee la Torre asiduamente aunque no comente, ruego me disculpe y con un mero comentario anónimo indicándome su nick volveré a activarlo.
Voy a dejar tres días porque quiero vuestra opinión. Es la primera vez que os pido opinión porque luego haré lo que me de la gana jajaja.
Puede que muchos no entendáis el porqué me tomo la molestia, total, no hace daño a nadie tener ahí un número inflado de seguidores y encima queda bien. Pero me pasa como con los amigos. Prefiero decir que tengo cinco, pero fieles y con los que puedo contar a 50 pero indecisos.
Feliz lunes a todos!

jueves, 10 de septiembre de 2009

El Reloj Atemporal


Aquel antiquísimo reloj de pared exhaló su último tic tac; el silencio se hizo insoportable.
No era un reloj cualquiera. Era el Reloj, y siempre había estado allí, en ningún sitio. Era adimensional y atemporal, aparente contradicción para algo cuya existencia es el Tiempo mismo. Pero al igual que el Hacedor estaba fuera de la Materia que moldeaba, el Reloj estaba fuera del Tiempo que creaba. Tiempo y Materia, Reloj y Hacedor. Inseparables, seguían bailando en una constante y eterna danza al son de la cosmológica melodía que los envolvía en un abrazo del que brotaba la propia Vida.

Y ahora, aquel antiquísimo Reloj, más antiguo que el Tiempo mismo, frenó el inexorable avance hacia un nuevo tic tac de aquella enorme y marmórea aguja. El cosmos entero quedó paralizado en un No Tiempo angustioso, sin Vida, pero tampoco sin Muerte, porque hasta ahora todo lo que acontecía lo hacía dentro del Espacio-Tiempo.

Y de repente, con un chirrido infernal que desgarró en dos la existencia, aquella aguja, luchando contra incontables segundos de inercia, se movió pesadamente.

Hacia atrás.

La cuenta atrás había comenzado.


martes, 8 de septiembre de 2009

Aniversario (2ª parte)




Tal día como hoy celebramos nuestra boda con todos nuestros amigos y familiares. Quizás no fue casualidad que llegaras justo cuando el sol se ocultaba tras la verde pradera en la que nos encontrábamos. Ahora pienso que, avergonzado aún del día anterior, el astro rey corrió presuroso a dejar paso a su compañera eterna, la luna, para que de esa forma comprobara que su historia de una luz más brillante que él, emperador del firmamento, no era un bulo.
Al verte bajar del coche, de blanco inmaculado resaltando sobre tu piel morena, miré alrededor para intentar descubrir si el Olimpo se había trasladado como por arte de magia hasta este meridiano. Pero luego caí en la cuenta de que los dioses griegos, tan sempiternos ellos en su paraíso de enredos inacabables, nunca te verían con buenos ojos. Eres demasiado humana para ellos. Y sin embargo, curiosa contradicción, es esa humanidad la que te hace divina.
Terminada la ceremonia, cogidos del brazo, al aire libre, rodeados de una marea de rostros queridos y con Somebody to Love sonando como el himno de una nueva vida para ambos, sentí que el mundo podía ser un lugar mejor.
Hoy que el mundo es un lugar mejor, simplemente porque tú estás en el.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Aniversario 1ª parte


Tal día como hoy nos casamos. Legalmente. Creímos que sería un acto descafeinado y protocolario y sin embargo se convirtió en un sueño entrañable que sería el anticipo del día siguiente, el preludio de una fiesta llena de sentimientos.
Te ví asomar por la esquina de la calle mientras te esperaba en la puerta, con aquel vestido granate y unas calas en tus brazos y se me paró el mundo. Siempre me has resultado la mujer más guapa del mundo, pero aquel día, sin ni siquiera estar vestida de novia, ví como el sol se ocultaba tras una nube, al sentirse avergonzado de no ser capaz de brillar más que tú. La palabra para describirte es radiante. Todos dejaron de existir a mi alrededor mientras la realidad giraba en torno a mí como una carrusel vertiginoso de admiración y fortuna. Sí, me sentí afortunado y feliz. Si tuviera que definir la felicidad de la que ya sabes que opino que se compone de instantes fugaces que debemos aprovechar, eligiría ese momento. Ese eterno instante en el que me sonreístes y me dí cuenta como si de una revelación se tratara, de que realmente tuve que ser muy bueno en una vida anterior para que en ésta me encontrara con alguien como tú.
La bondad es tu mejor virtud. La sencillez tu mejor arma. Algunos confunden la sencillez con la simpleza. Se equivocan. Se puede ser muy complejo y sencillo a la vez. El número aúreo es sencillo y se expresa con una simple ecuación. Pero también es el reflejo de la perfección máxima de la naturaleza, una complejidad difícil de entender para nuestra mente imperfecta.
Hoy hace dos años de aquel instante de felicidad perpetua y sigo recordándolo así; radiante. Muchos definen los aniversarios como una fecha especial. Yo lo defino como una fecha simbólica, como un día para echar la vista atrás y ver desde dónde vienen nuestras huellas, desde cuándo caminamos juntos.
Pero especial para mí es cada día que comparto contigo.
Feliz aniversario (1ª parte), mi Señora del Caos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

El porqué de la foto del perfil

La foto del perfil tiene un porqué. Esta imagen que veis a la izquierda es la escultura principal del Parque Gustav Vigeland, en Oslo. En internet podréis encontrar fotos desde diferentes puntos de vista, pero pongo esta porque la sacamos nosotros en nuestra luna de miel y así nadie se quejará por derechos de autor.
El Parque Vigeland es de una belleza apabullante. No, no pondré fotos del resto de esculturas porque os recomiendo ir a verlo en persona. Yo no soy un entendido en arte, ni siquiera aficionado, vamos que no tengo ni pajotera idea. Sin embargo este parque te inspira por sí solo. Vigeland hacía esculturas sobre la vida, y así podemos encontrar estatuas de las personas en diferentes estados de la vida y sus relaciones con los demás. Padres y niños jugando o discutiendo, niños jugando entre sí, ancianos con nietos, parejas peleándose, parejas amándose (algunas estatuas se ven al pie del monolito y cada una tiene un significado especial).
Particularmente me gustó una serie de esculturas que formaban un bucle, un círculo cerrado que llamaría nuestro amigo Clostridium, aunque estaban dispuestas en una plaza cuadrangular. En ellas se representa la vida de una persona y un árbol, juntos, primero de jóvenes, luego pasando por las diferentes etapas de la vida y la última escultura un anciano que prácticamente se confunde con el tronco del árbol. Simboliza el ciclo de la vida y de cómo volvemos a la naturaleza y salimos de ella.
El monolito central, como su nombre indica, está hecho de una sola piaza. Ese enorme cilindro es una sola piedra. cincelada y moldeada por la mente de un hombre que quiso representar la Vida en un parque.
Si os fijáis bien la columna son una serie de cuerpos entrelazados, un amasijo caótico de almas no se sabe sin luchando por ascender, compitiendo entre ellas o ayudándose a subir. Un examen más detellado nos hace ver que los cuerpos más jóvenes, los niños, buscan la cúspide mientras que los ancianos reposan en la base; se puede interpretar como que la juventud se abre paso o bien que los ancianos forman la base sobre la que se apoyan las nuevas generaciones.
Pero el caso es que bajo el aparente caos inicial subyace un orden necesario. Es un ejemplo de orden caótico, de caos ordenado. Si estuviéramos dentro de esa marea de cuerpos, todo nos parecería un caos impredecible y sin sentido. Desde fuera, se aprecia el orden. En la mente del escultor el orden está más claro aún.
Me pareció una metáfora de la vida misma, sumergidos en ella a veces todo nos parece caótico. Si pudiésemos vislumbrarlo todo desde fuera, nos maravillaríamos ante un caos necesario para mantener el orden.
Para finalizar, la foto del perfil es esta misma pero colocando la escultura tras el sol, sumiéndola en una penumbra que hace más difícil aún apreciar la realidad. Es la forma en que ven la vida aquellos que, como en el mito de la caverna de Plantón, se empeñan en seguir mirando a las sombras.
Vivimos en la Caverna de Platón, mirando a la Sombra del Monolito. Mi idea es intentar mirar al monolito desde otro punto de vista. Un monolito que puede ser una torre. Una Torre del Caos.

martes, 1 de septiembre de 2009

Esperando...

"Se detuvo el tiempo. El mundo seguía girando en su sempiterno ciclo de atracción, las ciudades seguían devorando rutina insaciablemente, la hierba sobre la que se recostó crecía con su ritmo imperceptible pero constante...Pero para ella, cuando le notificaron que su amado había muerto en la batalla, se detuvo el tiempo...Y decidió detenerse con él"


sábado, 29 de agosto de 2009

Venecia


Llegar a Venecia por mar, rodeándola en una panorámica inigualable, te permite fotografiar la ciudad desde un ángulo superior, captando la belleza de lo diferente. Sus calles son azules verdosas, y no están llenas de coches y semáforos sino de góndolas y remeros, de camisas a rayas y sombreros, de un bullicio alegre y desenfadado en contraste con el humo asfixiante y el rugido ensordecedor de los vehículos de las ciudades. Los puentes, necesarios para conectar los pequeños reductos de tierra, salpican la ciudad intermitentemente.

Nacida en el siglo V como refugio para los habitantes de la región ante las invasiones longobardas y hunas, Venecia ha tenido su propia historia de cénit y ocaso, algo habitual en las importantes ciaudades europeas. Amparados en la protección que le otorgaba la marisma del Po, los primeros venecianos, a salvo de ataques de infantería y caballería, crecieron bajo el dominio del Imperio Bizantino pero sin someterse a él, de forma que a finales del primer milenio obtuvo su independencia y comenzó a expandirse por el Adriático gracias a su riqueza proveniente del comercio con oriente. Pero la toma de Constantinopla por el Imperio Otomano en 1453 marcó el principio del fin, ya que desde este momento la vida de la floreciente Venecia se vería constantemente amenazada por la expansión turca, y la apertura de nuevas rutas comerciales con América tras el viaje de Colón, comenzaron a hacer mella en su economía. Durante tres siglos, la rebelde ciudad de los canales centró sus esfuerzos en mantener su independencia. Estos esfuerzos terminaron a finales del siglo XVIII con la invasión de las tropas napoleónicas. Más tarde pasaría a formar parte de Italia.

Ahora caminamos por sus callejuelas laberínticas, perdiéndonos en el pasado del barrio judío, admirando sus fachadas deterioradas por el tiempo, los escaparates repletos de máscaras carnavalescas, flotando entre la marea turística y, de vez en cuando, escapando de ella por alguna callejuela perpendicular a la muchedumbre, para poder respirar el aire impregnado de una historia distinta a lo habitual.

Desde el puente Rialto se domina el Gran Canal. Este puente, construído entre 1588 y 1591 fue considerado una obra de ingeniería novedosa en la época, tanto, que algunos se atrevieron a pronosticar su pronto hudimiento. Más de cuatrocientos años le contemplan. Por la noche, cuando la luna ya ha marcado el fin de una jornada frenética de turistas, el puente nos ofrece una singular vista de las terrazas laterales iluminadas y el escaso tráfico de barcas y lanchas, contrastando con el enjambre agitado del día.
Pasear por la Venecia nocturna te transporta a otro mundo, donde el silencio impera sobre el ruído de la vida moderna de otras ciudades, donde una lucha taciturna pero constante entre la tierra y el agua nos hace maravillarnos ante el ingenio humano para asentarse sobre un espacio que no es el suyo. Las mismas calles que recorrimos cuando el sol las iluminaba son totalmente distintas bajo el cielo estrellado, abandonadas por sus visitantes, esperando la luz del nuevo día que las hagan sonreir de satisfacción ante las miradas fascinadas de los transeúntes.
En la Plaza San Marcos, miramos al suelo sabiendo que en ocasiones, el agua lo inunda temporalmente, reclamando un espacio que es suyo, y retirándose después para hacer saber que nos lo presta, que estamos ahí porque el mar nos lo permite y no porque se lo hayamos impuesto. Música de violines inunda la plaza, acompañándonos con sus notas hasta que nos volvemos a perder por las callejuelas anexas, para volver a embriagarnos de la magia de la noche veneciana.
Venecia tiene un secreto.
Nos cautiva por ser diferente.
Y entonces me pregunto porqué muchos no aceptan al diferente, al que no es como su grupo, como su raza, como su religión, como su nacionalidad, como su partido político.
Deberían visitar Venecia y pensar.




miércoles, 26 de agosto de 2009

Todas las mañanas del mundo...



Todas las mañanas del mundo, con sus amaneceres de esperanza y renovación, no bastarían para borrar tu recuerdo si no estuvieras junto a mí.

Todas las mañanas de lo que queda por vivir serían grises, sin brillo ni relieve; serían como una explosión de color para un ciego, como el ruido de un trueno para un sordo, como una tabla de salvación para aquel que ya ha decidido ahogarse en el mar de la desesperanza.

Todas las mañanas del futuro no podrían traer de vuelta mi alma, prisionera entonces de la tristeza y el dolor.

Todas las mañanas de risas y sol entrando por la ventana quedarían olvidadas para siempre en el fondo del baúl de un pasado irrepetible, de un baúl con candados eternos, con llaves jamás fabricadas.

Sin tí, todas las mañanas del mundo no serían suficientes para resucitar mi maltrecho corazón.

Sin tí, todas las mañanas del mundo serían el continuo principio del ocaso.




lunes, 24 de agosto de 2009

Centenario

Centenario de entradas, se entiende, que uno ya no es un niño pero tampoco hay que pasarse.
No sé si será una buena idea, pero quería celebrar esta entrada número 100 con una sorpresa especial. Hace tiempo que llevo dando vueltas en esta cabeza caótica a adentrarme en una aventura sin meta fija, como la carrera de la entrada anterior.
Como sabéis los que me seguís hace poco empecé una serie de entradas tituladas Crónicas del Futuro. He pensado en crear un blog aparte para estas entradas, porque será más fácil seguirlas de esa manera y de esta forma no se mezclarán con los pensamientos caóticos de la torre, ya que las Crónicas es un Diario, y por lo tanto, algo ordenado aunque sea de forma lineal.
Así, a partir de hoy podéis entrar en un nuevo blog, Crónicas del Futuro, que empieza con las tres entradas que ya conocéis pero que no sé cómo seguirá, ya que no tengo una línea clara de acción.
A lo mejor dura unas cuantas entradas más y me quedo sin ideas, pero siempre creo que las cosas hay que intentarlas, espero que entre todos me ayudéis en este nuevo proyecto.
Como regalo, en el nuevo blog encontraréis el 4º día de las Crónicas.
Un abrazo a todos!

sábado, 22 de agosto de 2009

Correr


Cuando somos pequeños nos enseñan a andar. Queremos dar los primeros pasos con fuerza y con determinación, pero vacilamos, caemos, tropezamos, y nos levantamos con energía e ilusión.
De pequeños no queremos crecer, queremos seguir siendo niños, jugar siempre para jamás adentrarnos en ese mundo de adultos de reglas extrañas. Pero inevitablemente crecemos, y entramos en el nuevo juego, aquel de reglas extrañas, aquel de leyes a veces ilógicas. Y ahora ya no se trata sólo de jugar. Hay que ganar. Ya no vale titubear al andar, hay que correr, avanzar y en esa carrera loca a veces olvidamos mirar atrás o a los lados porque no tenemos tiempo, la meta está allá, a lo lejos, aunque nunca la veamos...
Pero quizás sea mejor descansar de vez en cuando en uno de los laterales del camino, viendo lo absurdo de esta carrera desenfrenada. ¿No será buena idea preguntar a aquellos que ya han corrido mucho? Ellos siguen sin ver la meta, pienso yo.
A veces miro hacia atrás y siento nostalgia de la simpleza de las leyes de la infancia, a veces veo la gente pasar en una carrera loca, dándose codazos y empujones.
Y al correr, las caídas son más duras, y cuesta más levantarse.


jueves, 20 de agosto de 2009

Horror


Una ráfaga de aire gélido petrificó su rostro, dejando, para siempre, aquella imagen congelada en su memoria, mientras una multitud de almas quedaban carbonizadas en una fracción de segundo, mientras millones de seres, algunos aún por nacer, quedaban condenados a sufrir las consecuencias de la capacidad del ser humano para destruir.
Nunca supo de donde surgió ese huracán helado en el interior de una cabina presurizada, irónica contradicción del fuego infernal que acababa de desatar.Pero el caso es que aquella imagen, aquel gigantesco hongo maldito, aquel paradigma del horror, aquel holocausto infinito que sesgó el destino de tantas vidas, lo perseguiría para siempre acompañado del eco desgarrador de una muerte colectiva...
El Enola Gay se alejó de Hiroshima dejando tras de sí la estela de lo incomprensible...


martes, 18 de agosto de 2009

La ironía de la prevención

El jueves hará un año que descansábamos en un Bed and Breakfast, en Irlanda. No sé que me impulsó a poner el teletexto porque no es algo que use habitualmente, pero allí, en grandes letras teñidas de sangre, anunciaba que un accidente aéreo en Madrid habían muerto 154 personas. No nos lo creíamos; mientras recorríamos rodeados de un verdor infinito la belleza incomparable del anillo de Kerry, una serie de errores en cadena convertía en un infierno terrenal los últimos segundos de más de un centenar de personas.
Ayer salió a la luz el informe que confirma la falta de previsión de la sociedad actual. Una serie de errores, algunos técnicos, otros humanos, sí. Pero lo más asombroso es que este accidente sea calco del acaecido en Detroit en 1988, veinte años antes, mismo número de muertos y que ahora empiecen a mirar hacia atrás y sospechen que causas similares estén detrás de casi 50 accidentes aéreos desde 1968.
A simple vista, sin sumergirse bajo la ola como expliqué en la entrada anterior, la sociedad en la que vivimos está repleta de actitudes y medidas preventivas; los estrictos controles en los aeropuertos, las etiquetas de los productos alimenticios, los juguetes para niños, los informativos alertándonos de olas de calor... Pero basta rascar un poco para darse cuenta de que hace falta estrellarse varias veces contra el muro para que pongan un cartel que rece "Cuidado, muro". Revisar la normativa marítima sólo se le ocurrió a alguien cuando el Prestige vomitó su ponzoñosa carga en nuestras queridas rías gallegas, o cuando el Tireless reposaba cerca de nuestras idílicas playas gaditanas, con el peligro de que nos quedáramos sin chipirones, sin "cañaíllas", sin camarones y sin costa a la que asomarnos.
Ayer también ví que hace veinte años Unicef ayudaba a las poblaciones desfavorecidas de la India ejecutando pozos para el abastecimiento de agua. Hoy día se ha descubierto la presencia de arsénico en las aguas subterráneas, lo que ha estado provocando la contaminación de la población durante dos décadas. No entiendo del tema pero imagino que los análisis previos de la calidad de las aguas pueden detectar este elemento, de lo contrario ¿que estamos bebiendo?.
Tuvieron que detectarse alergias a los tejidos de ciertos productos importados para ver que se estaban comercializando con ropa y juguetes que no tienen los controles de calidad que exige la Unión Europea, ha tenido que venir una pandemia como la gripe A para ver que muchos países no han aprendido nada desde las vacas locas, la lengua azul o la gripe aviar. Y otros paises quizás quieran aprender pero no pueden porque las vacunas y las soluciones están en manos de los poderosos. Y ha tenido que llegar una crisis económica para enseñarnos que el modelo económico de la sociedad actual es también como una ola, que cuanto más grande es la cresta, más succiona al retirarse. Y tuvieron que explotar, no una, sino dos bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki para descubrir de lo que el hombre es capaz, y tuvo que reventar Chernobil para darnos cuenta de que las medidas de seguridad referentes a centrales nucleares en algunos países eran más bien precarias, y tuvieron que contaminarse agua y suelo en Aznalcóllar para que todos se pusieran a establecer protocolos de control ambiental más serios, y se tuvo que parar la construcción de El Algarrobico en Almería cuando ya levantaba unos cuantos metros del suelo, como si fuera un champiñón oculto en el bosque que nadie hubiera visto hasta entonces, y han tenido que juntarse muchos, muchos fraudes urbanísticos para caer en la cuenta de que durante años, los más listos han sido los más chorizos, y han tenido que morir miles de personas por causa del tabaco para que finalmente muchos gobiernos asuman que lo que durante décadas han estado promoviendo, era en realidad un camino probable hacia el cáncer.
Y más recientemente, ha tenido que morir un bebé en un hospital para que se dieran cuenta del desorden organizativo existente cuando se pretende recortar presupuesto sometiendo a los profesionales a excesos de trabajo o de responsabilidades.
Viendo este panorama, en el que luego nos intentan vender que "se toman medidas", y todos se congratulan por la forma de reaccionar ante las adversidades sin tener en cuenta la ruina personal, medioambiental, económica o social que ha sido necesaria para tomar esas medidas, permitidme que hoy sea muy muy pesismista ante la capacidad del ser humano para adelantarnos al futuro, para frenar la desigualdad entre países ricos y pobres, para invertir el ritmo de contaminación de nuestro planeta, para gestionar pandemias, impedir guerras, proteger especies...
Quizás cuando sucedan grandes catástrofes en un futuro se vuelvan a tomar medidas y se solucionen problemas. Lo que no estoy seguro es si, como para estas 154 personas, la falta de prevención no será nuestra tumba..

domingo, 16 de agosto de 2009

Zambullida

Mi infancia y adolescencia transcurrieron entre las olas del mar, entre el olor a sal de la costa, el poniente y el levante, las palmeras y los espigones, las calas y las ensenadas. La vida luego me arrastró al interior alejado de una humedad que no me beneficiaba y de un mar que no he dejado de añorar.
Volver en verano los suficientes días como para pillar un día de viento con grandes olas es algo que no ocurría desde hacía varios años, pero esta vez he vuelto a recordar una de mis sensaciones preferidas de antaño; el de dejarme arrastrar por las olas, intentando dominarlas, sin tabla de surf, sin neoprenos. Tan sólo la ola y yo. Con la paciencia necesaria para escoger la adecuada, dejando pasar las que rompen demasiado pronto, sumergiéndote bajo ellas, o las que rompen demsiado tarde, dejándote llevar por su periódico vaivén y mirando en el horizonte a ver si llega otra mejor. Y una vez que observas la ola perfecta, la que se eleva al acercarse mostrando su fuerza, la que previamente te arrastra hacia ella con una fuerza descomunal, comienzas a nadar hacia la orilla con fuerza para dejar que te pille en su momento álgido y en el momento preciso te lanzas en su misma dirección, confundiéndote en un torbellino de agua, espuma, arena y sabor a sal y llegando hasta la orilla como si de un despojo marino se tratase.
Cuando me sumerjo bajo una enorme ola para buscar otra más propicia siempre noto el contraste entre la quietud del fondo y la agitación de la superficie, entre la calma del lecho marino y el infierno salino del mar encrespado. Y en cierto modo siempre me asalta la sensación de que me encuentro ante una metáfora, ante un guiño a la realidad, donde lo aparente no siempre es lo que se ve a primera vista y si nos molestamos en zambullirnos algo más en lo que nos rodea quizás descubramos que el mundo no es siempre como creemos.

domingo, 9 de agosto de 2009

Antes de que cuente diez...

Has vuelto, lo he leído en Cristalia. No sé que tiene el ritmo de tu música que me impulsa a escribir, me obliga a recordar el pasado, me hace disfrutar del presente y me hace sonreir al futuro.

Aún recuerdo aquel verano de 1998 cuando en un concierto de Extremoduro saliste a presentar tu primer disco, A puerta cerrada, lanzando tu primer disco de una nueva etapa tras una larga trayectoria en Platero y Tu. Habías cerrado un círculo, como diría el Capitán Clostridium, y empezaste uno nuevo, aún abierto. Me sacudió la sencillez cautivadora de "Rojitas las orejas", la fuerza de "Mirando al cielo" o la metáfora continua de "Trozos de cristal". Entonces fui a tu primer concierto y no había más de cien personas.

Desde entonces has dado vida a Los sueños locos, aquellos que a veces no mencionamos por miedo a que no se cunplan jamás, y no defraudaste.Luego marcaste distancia en "Lo más lejos, a tu lado" , irrumpiendo con fuerza tras dos años de aquellos sueños locos y diste un nuevo giro en "Por la boca vive el pez".

Ahora vuelves con "Antes de que cuente diez". Y de nuevo sé, que este invierno tendré concierto. Porque tus letras incitan a reflexionar a la par que a gritar, a bailar a la par que a meditar, y es en esa aparante contradicción donde me siento agusto, porque quiero seguir coleccionando frases de tus canciones como "No siempre lo urgente es lo importante" o "Entre los extremos hay mucho más espacio".

Y en mi recuerdo siempre esa carátula negra de tu primer disco, cuando todo nació de las canciones inconclusas tocadas por unos amigos sin otro motivo que pasarlo bien. Seguro que no pensabas en llenar estadios. Por eso has crecido, porque "pasito a pasito has guardado el equilibrio".

Nos vemos en el concierto Fito.

Última respuesta

"¿Quieres morir?"
La frase retumbó en su cabeza con el eco de mil cañones disparados al unísono. Aquella oscura y escalofriante figura de sombría estampa y tenebrosa voz se le acercó tanto que pudo percibir su aliento fétido y maloliente, apestando a millones de almas podridas. "Los sueños no huelen", pensó. Y entonces comenzó a temblar ante la certeza de que el sueño era realidad, de que la pregunta no era retórica, de que la guadaña no era un símbolo orínico...y decidió que no, que no quería morir y lo gritó tan vehementemente que por un instante el universo pareció congelarse en un eterno y decisivo segundo...
Pero la figura rió, y descongeló el tiempo...
Demasiado tarde...

jueves, 6 de agosto de 2009

Interludio

A veces es necesario sentarse en el camino y observar porque en nuestro continuo y desenfrenado ritmo de vida vemos las cosas pasar a tal velocidad que no sabemos apreciar su esencia.
Por eso ahora, de vacaciones y con una conexión intermitente, prefiero dejar reposar el blog que escribir con prisas.
La Torre queda en calma y echa los postigos algunos días para que el sol veraniego no deteriore los legajos que quedan por leer.
Un abrazo a todos, en breve volveremos.

sábado, 1 de agosto de 2009

The Boss


Sólo el Jefe se atreve a dar un concierto de tres horas seguidas bajo el calor sevillano sin parar de correr y saltar por el escenario. Admito que nunca he sido un gran fan de Bruce, aunque tengo algunas de sus canciones entre mis preferidas, más por desconocimiento de sus trabajos que porque no me gustaran. Pero, como dice mi mujer, es una verdadera banda de Rock. Sin matices. Un jefe puede ser jefe de muchas formas, pero sólo consiguiendo el respeto de los suyos será un verdadero jefe. No se hace un jefe por linaje, por miedo o por imposición. Se hace desde la humildad y el saber valorar el esfuerzo y el trabajo de la gente que te sustenta como jefe.
Bruce comenzó tocando "Sevilla tiene un color especial" con el acordeón, y así se ganó al público desde el primer minuto. Tres horas de música hicieron temblar el cielo de Sevilla, orgulloso de que una de sus estrellas hubiera bajado a la Tierra a rociarnos con su esencia. Y nos olvidamos de los cuarenta grados del día para refugiarnos en los mil grados de la noche. Un gesto tan simple como coger a un niño en brazos y pedirle algo de la bolsa que estaba comiendo terminó de rendir a su público, porque un Jefe tiene que llegar dentro de tí, tiene que ser real, tiene que ser humano y no acabar endiosándose y mirar desde arriba al público que lo ha creado. Por eso Bruce bajaba constantemente a sentir el calor de la gente, los animaba, los saludaba, recogía sus pancartas y los jaleaba continuamente para que nada enfriara esta ya de por sí calurosa noche veraniega.
Al salir del concierto caminamos por la Avenida Torneo, al frescor del Guadalquivir, imaginando los ajetreos comerciales del glorioso siglo XVI para perdernos definitivamente por el barrio de Santa Cruz. Sevilla tiene un color especial. Pero además esa noche del 28 de Julio Sevilla brilló con luz propia, porque una estrella inmensa bajó a inundarla de magia.

ETA DÉJANOS EN PAZ


sábado, 25 de julio de 2009

Un mundo de oscuridad

Las estrellas reinaban desde siempre en el firmamento. No conocían otra realidad distinta a la de millones de puntos débilmente luminosos que salpicaba el espacio sobre sus cabezas. Su tierra era árida e improductiva, su clima extremadamente frío e inhóspito. Pero ellos habían evolucionado en esas condiciones y ahora eran una especie resistente y adaptable. Cuentan los viajeros más intrépidos que en los límites del mundo hay una franja donde la oscuridad languidece y se torna penumbra y que más allá termina su reinado, aunque nadie ha regresado para contarlo.
Dicen que es el reino de la luz, y que cada eón este reino se cierne sobre su mundo de oscuridad perpetua y arrasa la civilización existente. Pero esta vez sería distinto, los dioses les habían conferido una tecnología superior a la de sus ancestros, habían ido adaptándose paulatinamente, al cabo de generaciones, a aquellas luces artificiales inventadas hace siglos, que tomaban en pequeñas dosis.
Pero cuando un día una enorme bola de fuego asomó entre las montañas e iluminó su existencia, pensaron que sus dioses les habían abandonado y habían lanzado una de sus estrellas contra ellos.
Y sucumbieron al horror de sentirse solos y desprotegidos...

miércoles, 22 de julio de 2009

Un mundo de luz

El sol se apagó, y nadie estaba preparado para la oscuridad. En ese planeta cuya traslación y rotación tenían el mismo periodo, la dualidad noche-día había adquirido su más eterno sentido. Una cara oculta en las tinieblas, fría, rocosa y árida. La otra siempre a la luz, cálida y colorida, fértil y viva. Toda su existencia se basaba en la presencia constante de su adorado astro, jamás se adentraban en la profundidad del lado oculto. Contaba la leyenda que cada eón la oscuridad se cernía totalmente sobre el planeta y la civilización existente naufragaba en la barbarie ante el terror a lo desconocido; la locura se apoderaba de aquellos seres que desconocían por completo la sensación de la negrura infinita. Esta vez pensaban que sería distinto, que habían simulado la oscuridad absoluta en recintos cerrados, que habían preparado psicológicamente a la población.
Pero cuando el sol se apagó pudieron ver, por primera vez en su vida, que el cielo estaba salpicado de millones de puntos luminosos.
Y sintieron un inmenso miedo al sentir que no estaban solos...

martes, 21 de julio de 2009

Crónicas del Futuro. Día 3

19 de Julio de 2024


Me dispuse a leer el periódico. Regulé la opacidad de los cristales de la terraza mientras ajustaba los valores de humedad y temperatura del habitáculo. Lejos quedan aquellos días en que se podía salir tranquilamente a la terraza una mañana de verano a disfrutar del sol. Me senté en la butaca anatómica que se adaptó inmediatamente a mi peso, forma y estatura, y desenrollé la pantalla flexible del periódico. Aún tengo periódicos guardados de hace más de una década como recuerdo; ahora son vestigios de un pasado muy reciente. Las pantallas electrónicas flexibles fueron apareciendo en los hogares a principios de la segunda década del milenio y la utilidad de las mismas desbancó en pocos años a los periódicos que requerían cantidades ingentes de papel y tinta. Leer en la pantalla del ordenador nunca llegó a rivalizar con los libros y periódicos de toda la vida hasta que un nuevo concepto de material electrónico irrumpió de lleno en nuestras vidas; tan flexible como el papel, tan resistente como una roca y con un gasto medioambiental ínfimo.
Se estaban haciendo grandes cosas, quizás demasiado tarde.
Desplegué el documento y navegué por las páginas aunque de un vistazo pude comprobar cuál era la noticia del día: Hacía 55 años que el Hombre había llegado a la Luna. Hace una década se suponía que el Hombre pronto pisaría Marte, pero quizás las expectativas fueron cambiando cuando comenzamos a darnos cuenta que había mucho dinero que invertir en intentar que nuestro planeta no entre en una vorágine caótica que no pudiéramos controlar.
Yo soñaba con que mi generación viera al Hombre llegar a Marte. Me parecía una meta sublime, una declaración de intenciones de que el Hombre se proponía seguir avanzando en su búsqueda más allá de nuestras fronteras
Hoy me conformo con que mi generación sea capaz de controlar y frenar la espiral de autodestrucción en la que entramos hace tiempo.

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