lunes, 6 de diciembre de 2010

De Héroes y Villanos

Ni que decir tiene que el tema de actualidad es el secuestro de cientos de miles de personas a mano de unos señores que desde su Torre de control se creen con derecho a boicotear los sueños de los ciudadanos. Hay quienes intentan justificar estos actos diciendo que es la única forma de conseguir lo que quieren, a lo que yo puntualizo:
1. Si es la única forma de conseguir lo que quieren, es que a lo mejor lo que quieren es demasiado descabellado.
2. Las costumbres se convierten en leyes. Esta frase me la dijo una vez mi amigo Iván, y desde entonces le he visto aplicación en multitud de facetas de la vida. Esta es una de ellas. Unos señores mimados y mal acostumbrados no quieren que le desplumen la gallina de los huevos de oro, y en vez de hacer huelga anunciándola como todo hijo de vecino, se saltan a la torera la ley moral y ética y se declaran en rebeldía.
Yo propongo que cuando un ciudadano requiera un servicio público, tenga que decir su profesión o si trabaja en algo. Y propongo que médicos, enfermeras, policías, bomberos, taxistas, abogados, jueces, y cualquier otro que se os ocurra, abandonen inmediatamente su puesto de trabajo cuando un controlador aéreo requiera sus servicios. Que vivan en su propia sociedad egoísta y engreída. Quedaros solos limpiando vuestra inmundicia moral y no recurráis al resto de la sociedad de los simples mortales a los que periódicamente amargáis sus sueños, ilusiones u obligaciones. Quedaros solos en vuestra Torre de Control.
El mismo día de este secuestro hubo otra noticia eclipsada por la anterior: Un hombre se cae al metro de Madrid y un policía que no estaba de servicio se lanzó a las vías del metro y rescató in extremis la vida de un desconocido. Sin obligación, sin cobrar nada por ello, sin esperar nada a cambio. Arriesgando su vida.
Este hombre, "señora que lloriquea en las noticias diciendo que trabaja en condiciones de esclavitud", es un Héroe.
Sobra decir quiénes son los Villanos.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Paseo de la Castellana, esquina Bernabéu



Subiendo el Paseo de la Castellana, lateral derecho, esquina Bernabéu. Allí encontraréis un hombre enjuto y arrugado. No medirá más de medio metro y para caminar necesita valerse de dos pequeñas muletas hechas a su medida. Su rostro y su cuerpo hacen evidente que la vida se ha cebado con él. Postrado en su esquina, a la sombra del ingente estadio Santiago Bernabéu, este pequeño hombre vende cupones diariamente a pocos metros de donde semana a semana se reúnen miles de personas para jalear a sus ídolos.
El pequeño hombre sonríe a los transeúntes que se paran a comprarle un cupón. Algunos ya le conocen. A veces se acerca alguien paseando su perro y éste inunda de lametones su rostro mientras él ríe y acaricia con sus manos menudas el peludo cuerpo de quien sabe distinguir a las personas por su corazón y no por su cuerpo. Quiero ese poder de los perros. Quiero ver sin los ojos, despojarme de los prejuicios de una sociedad hecha a la medida del ser humano estándar y que deja en la cuneta al que no camina tan rápido como él.
A pocos metros de él juega Cristiano Ronaldo. Lo tiene todo, pero quiere más. Genera antipatía a raudales. A mí no me cae mal, creo que tiene un espíritu ganador inconformista y eso es bueno. Distinto es que no sepa gestionar inteligentemente sus cualidades. A mí no me cae mal, pero no lo admiro. Porque la admiración es algo muy serio. Admirar a alguien significa ponerte en la situación de la otra persona y no estar seguro de poder conseguir lo mismo que él con las mismas condiciones iniciales. Y yo, con las mismas condiciones que Cristiano, creo que lo haría mejor. Sería más inteligente, más cercano, y con el mismo espíritu ganador. Creo que sería capaz de contagiar a la gente de mi entusiasmo.
Y por eso yo admiro al pequeño hombre de la esquina del Bernabéu. Porque creo que yo, con sus mismas condiciones, me hubiera dejado arrastrar por la autocompasión y el conformismo, me hubiera hundido en una espiral de tristeza e incomprensión y no sería capaz de sonreír a las personas y acariciar alegremente a los perros.
Esto, queridos amigos, no es una historia ficticia. Cualquiera que pase por el lateral de la Castellana, subiendo los números pares, antes de llegar a Bernabéu, verá a esta persona. Ahora en invierno se cala un gorro hasta las cejas, se arrebuja en su abrigo y deja el tiempo pasar observando desde abajo a la gente caminar apresurada.
Y yo lo veo ahora cada día.
Y cada día crece mi admiración.



martes, 2 de noviembre de 2010

Océano de balasto


De pequeño me monté alguna vez que otra en el tren con mi abuelo. Un tren de los de antes, con asientos de skay color rojo oscuro, agarraderas de cuero y un traqueteo incesante y soporífero. Las puertas del tren iban abiertas en un desesperado intento por disimular los asfixiantes cuarenta grados que abrasaban el campo de mi Andalucía de interior. Me llamaban la atención aquellas piedras grises sobre las que volaba el tren, los hilos que le conferían un aspecto enigmático y titiritero, las maderas que, colocadas a modo de escalera horizontal, cosían rítmicamente unos raíles que se perdían en el infinito. Todo el mundo se paraba cuando pasaba el tren, y veías a la gente haciendo cola en los pasos a nivel, mirando desde abajo el monstruo de metal que cruzaba sus destinos.
Los tiempos cambian. Esperando en la estación del AVE, observo el océano grisáceo de las mismas piedras que antaño me fascinaban, surcado por una marea de líneas rectas, perfectas, paralelas, interminables. A simple vista todo sigue igual. Pero al bajar la vista compruebo que el acero se ha divorciado de la madera y ahora, unas elegantes traviesas de hormigón unen la vida de dos raíles solitarios. Los postes de catenaria, otrora del mismo gris impersonal que el balasto (con el tiempo pude ponerle nombre a esas piedras sobre las que duerme la vía), ahora se disfrazan de azul eléctrico. La estación, vanguardista y funcional, concentra viajeros apresurados entre sus paredes de cristal. Pocos bancos y mucho espacio. Atrás quedaron las estaciones de blanco encalado, arcos rústicos, enormes relojes y un señor con gorra y bandera al que todo el mundo esperaba con ansiedad.
Hoy eché de menos el "pasajeros al tren" que cada jefe de estación entonaba a su manera. La robótica voz que te informa del recorrido del tren y agradece que viajes con ellos, no tiene el mismo encanto.
Al subir al tren, repleto de gente con móviles, ipods, ordenadores portátiles, consolas y algún que otro e-book, caí en la cuenta de que los tiempos cambian. No tiene porqué ser a mejor ni a peor. Simplemente cambian.
Me entristeció no ver a ningún abuelo con su nieto.

domingo, 24 de octubre de 2010

Cruce de Caminos...

En numerosas ocasiones os he hablado de la vida como un conjunto de senderos que se entrecruzan y donde nos sometemos a continuas decisiones sobre el camino que hemos de tomar. Conforme nos adentramos en la sociedad en la que vivimos y formamos cada vez más parte de su maquinaria imparable, estas decisiones están cada vez más acotadas y dirigidas. Es complicado salirse de la marea que nos arrastra en el día a día, a duras penas sacamos la cabeza de lo cotidiano y buscamos la aleatoriedad, lo imprevisible, lo diferente o lo extraño para convencernos a nosotros mismos que marcamos el ritmo de nuestras vidas y que no es la inercia del mundo en el que vivimos la que acompasa la cadencia de nuestros pasos.
Hace quince años yo era un adolescente con multitud de senderos por elegir y muchas cosas por aprender. Hace quince años el destino me regaló un mes para que descubriera aspectos de la vida que me eran desconocidos, para que abriera mi mente y mis sentidos y explorara los pequeños alicientes de lo impredecible.
Hace quince años, en una beca de un mes a Inglaterra conocí a gente que marcaron un antes y un después en mi formación como persona.
Hay personas que están presentes toda tu vida y por lo tanto marcan tu existencia para siempre. Son la familia, los amigos de siempre, la persona con la que compartes tu vida y pocos más. Luego hay personas que han aparecido en algún momento puntual de tu vida y sientes que tuvieron un efecto decisivo en tu forma de ser, de pensar, o de entender la vida. Algún profesor, algún familiar menos cercano, algún amigo que marcó una época…En mi caso, estas apariciones puntuales fueron dos veranos en Inglaterra en los que no existía Internet, ni sms, ni facebook, ni ningún artilugio para facilitar la comunicación. Estudiantes de todos los rincones de España que sólo teníamos en común las buenas notas y el temor escondido a lo que nos pudiera deparar el futuro. Clases matutinas entre bromas, tardes de actividades sin parar y noches de charlas infinitas sin ningún objetivo en concreto. Tan sólo compartir. Compartir risas en un país extraño, compartir anécdotas diarias para pasar el tiempo, y sentir que formas parte de un grupo en el que cada uno es importante sin ser imprescindible.
La fuerza de un grupo es netamente superior a la suma de sus individuos. Diez personas son mucho más que la suma de cada uno de ellos. Pero como contrapartida, la fuerza del grupo sólo se activa si hay la cantidad de ilusión necesaria para llevar los proyectos hacia delante. Hace cinco años una persona de este grupo removió tierra, mar y aire para encontrar la forma de volver a reunirnos a todos y revivir aquellas experiencias del verano del 95. Después, cada año, ha supuesto un ligero esfuerzo para no volver a caer en lo cotidiano y en la desidia y volver a juntar a ese pequeño grupo y avivar los recuerdos para que no se tornen amarillentos y decadentes en nuestro álbum de la vida particular.
Este fin de semana ha sido la primera vez que he podido asistir a un reencuentro de aquel grupo de Cheltenham del año 1995. Quince años después, los caminos vuelven a cruzarse. La primera vez el destino nos dirigió a todos hacia ese cruce. Ahora somos nosotros los que forzamos al destino a juntar nuestros senderos. Porque hay una ilusión que mueve esa fuerza. Porque alguien puso esa ilusión en marcha y no se dejó caer en la desidia. En nombre de todos, gracias Leles.
Siempre he pensado que los momentos son para disfrutarlos y no perderse en la melancolía. Me hubiera gustado deciros a cada uno de vosotros lo bien que lo pasé aquel verano, lo mucho que me ayudó a crecer como persona, a reforzar mi autoestima, a sentirme parte de un organismo mayor, a creer en el colectivo y a comprobar que dentro de esta sociedad de ritmo imparable que nos asfixia, a veces hay que separar lo urgente de lo importante. Pero no era el momento. Sólo quería volver a reír y a dejar que los recuerdos de antaño volvieran a recuperar su color original. Así que aprovecho ahora, en el tiempo de reflexión, para deciros que me ha alegrado mucho comprobar que si bien la vida nos ha ido llevando por caminos diferentes, hemos buscado los atajos necesarios para viajar en el tiempo y volver a reír como antaño.
Hace quince años todos nos despedimos con la sensación de que no volveríamos a vernos nunca. Ayer me despedí con la sensación de que cuando las cosas se hacen con optimismo e ilusión, el ser humano, el grupo, el colectivo, es invencible.
Un abrazo a todos, me ha encantado volver a veros.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Telón

Asomado a estribor en medio de aquella tormenta infernal, me quedé ensimismado admirando la fiereza indómita de aquel mar encrespado. Se me asemejaba a un ser vivo de enormes proporciones que se encabritaba enfurecido despojándose de aquellos barcos insignificantes que intentaban surcar su piel líquida. Aquel océano inabarcable, aquel desierto azulado de jorobas cambiantes y valles salados te atrapaba en su seno y en él sobraba agua y faltaban esperanzas. Era aquel piélago inmenso un universo cuya superficie se agitaba con la furia de mil poseidones mientras que en su interior reinaba la calma que precede a la oscuridad definitiva.
Mientras me hundía en sus húmedas entrañas, sentí que formaba parte de él, de aquel mar desconocido que engullía mi cuerpo y liberaba mi alma…

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Y van tres


No hay dos sin tres. Y aquí estamos con más de mil días a nuestras espaldas, con buenos y malos momentos, pero juntos al fin y al cabo.
El futuro, como siempre, es incierto, pero menos temible si tu estás a mi lado. Día a día me demuestras que puedo contar contigo. Eso es lo más maravilloso que le puede ocurrir a una persona, saber que renunciarías a muchas cosas por seguir a mi lado.
Cuando nos casamos aquel hermoso día de Septiembre de hace tres años, rodeados de la gente que queremos me hubiera encantado manipular el tiempo para atrapar las agujas en aquella burbuja de felicidad sin límites. Sé que no te gustan los cambios bruscos porque temes perder la esencia de las cosas que tienes ahora y no poder recuperarlas. Yo por mi parte considero que todo cambio bien aprovechado es una evolución constante, una superación y aquí tienes un ejemplo, porque aquel día fue maravilloso e inolvidable, pero hoy te quiero más que ese día y seguramente mañana más que hoy.
Lo fácil sería decir que aquel día fue el más feliz de mi vida. Pero no es así.
Cada día me levanto y te veo a mi lado.
Cada día es el día más feliz de mi vida.
Feliz aniversario, mi señora del Caos

lunes, 30 de agosto de 2010

De millones bajo el felpudo

O cuarta entrega de "El Panorama de la Obra civil en España"

Aprovechó el señor ministro de fomento el oscurantismo del 15 de Agosto para lanzar al vuelo la posibilidad de subir los impuestos. Por si colaba. La ministra de Economía le dijo en clave “ocúpate de tus aves que de la caja tengo yo las llaves”.
Durante el verano los periódicos anunciaban paralizaciones de obra y recortes por todos lados. En las páginas interiores muchas veces, claro, porque las noticias principales suelen ser la ola de calor o las tormentas de verano que todos los años anuncian como si fuera la primera vez que sufrimos lo uno y lo otro. Las constructoras han empezado a despedir gente y Pepiño ha empezado a intuir lo que se le venía encima; que la rueda de la inversión en infraestructuras ha estado rodando tan rápido en los últimos años que no se puede frenar en seco, so pena de dejarte la piel en el intento.
De repente salen 500 millones de la chistera del mago a los que se suman 200 millones más en el último minuto, como si los millones de euros fueran motas de polvo difíciles de contar. El Plan de Austeridad que anunció el Ministro en Mayo pretendía ahorrar 1.300 millones en 4 años, es decir, unos 325 mll de años. Es obvio que de aquí no han podido salir 700 millones de euros.
En fin, lo bueno es que han salido esos 700 millones no se sabe de donde para aliviar parte del meollo en el que se han metido. Pero de nuevo existen puntos oscuros que trataré de resumir muy brevemente:
  1. Aún no ha salido el Listado de “Obras Reprogramadas”, y sin embargo el nuevo listado de “Obras indultadas” incluye numerosas obras que no figuraban como rescindidas. Así que cabe pensar que actuaciones tan ingentes como el Puente de Cádiz, la Autovía de Despeñaperros o la A-7 en Granada realmente estaban condenadas aún a pesar de la insistencia del Ministro en decir que no era así. Y si realmente decía la verdad y estas obras iban a seguir, entonces no deben estar en la lista de las “indultadas”. El truco está claro: como no sabemos las 199 obras que están reprogramadas, no sabemos si las 49 obras (98 actuaciones) estaban o no en el listado original. Me huele a que el Ministro se había guardado algunas obras en la manga para dar migajas cuando los polluelos piaran.
  2. Por otro lado el listado no incluye evidentemente el presupuesto que se va a dar a cada una de estas obras. Porque puede ser, insisto, en que le dejen un dinero pírrico para salvar el expediente y decir con ello que la obra no se ha parado. Pongo como ejemplo uno de los tramos de la A-7, una obra que fue rescindida por motivos ajenos al recorte presupuestario. El Ministro se compromete a terminarla antes de 2012, en una obra en la que hay que hacer un proyecto nuevo. Dos años para hacer un proyecto nuevo, revisarlo y comenzar a ejecutarlo. Un proyecto que si no me equivoco rozará los 100 mll de euros. Yo creo que se ha comprometido demasiado pronto.
  3. Es extraño que el Ministro en sus múltiples comparecencias afirmara una y otra vez que iba a recortar casi todas las obras de carreteras y que iba a impulsar el ferrocarril. Si miramos el listado de las 49 obras, nos damos cuenta de que los indultos se han ido preferentemente hacia las carreteras. ¿Por qué? Muy sencillo, error de cálculo del Ministro; la inversión en ferrocarril suena muy bien y todo el mundo quiere que llegue el AVE a la puerta de su casa. Invertir en carreteras está muy visto. Sin embargo a la hora de rescindir contratos, las obras que realmente se ven paralizadas y que los ciudadanos sufren directamente día a día son las obras de carreteras. Son las que más salen en los periódicos y las que enfurecen a la gente cuando no se terminan a tiempo o se hace mal. Por eso ahora se recula convenientemente y se anuncia a bombo y platillo que el ministro en su benevolencia infinita “indulta” un número determinado de actuaciones. No serán todas las que aparecen, y si no al tiempo
  4. Esta incertidumbre que ha planeado durante meses sobre nuestras cabezas y que sigue haciéndolo ha hecho que se despida a mucha gente. Conocidos y amigos entre ellos. Sé que hay obras que hay en ese listado en las que ya no queda nadie, en las que el contratista se ha ido y que están abandonadas. ¿Volverán? Lo dudo. A cumplir el expediente si acaso.
  5. El Plan Extraordinario de infraestructuras es otro de los agujeros negros del que poco se conoce. Anunciado por el Ministro desde hace meses, la única información que ha dado es un listadito pírrico de ocho actuaciones en un folio. Sin cantidades ni detalles, siempre aplazándolo todo a la presentación de los presupuestos generales en septiembre. Supongo que los 17.000 millones que anunciaba incluirá algo más que esas obras.


Supongo que a mediados de Septiembre, con la vuelta al cole y todo eso, anunciarán los presupuestos y habrá una nueva vuelta de tuerca. Estaremos en ello.


1. El Panorama de la Obra Civil
2. De Reprogramaciones y Rescisiones
3. De Eufemismos y Mentiras

miércoles, 25 de agosto de 2010

Ocho centímetros de esperanza

Ocho centímetros de diámetro son la diferencia entre la vida y la muerte. Ocho centímetros de esperanza son el cordón umbilical que une a treinta y tres mineros chilenos atrapados bajo 700 metros de tierra con el mundo exterior. Siempre se habla del tiempo que una persona puede resistir sin oxígeno, sin agua, sin alimento...pero ¿cuánto puede resistir sin esperanza? ¿Como se mide el nivel de esperanza de una persona? ¿No es irónico que algo tan intangible, inmaterial e incuantificable sea acaso lo más necesario para la vida? El cuerpo, la mente, sin esperanza, deja de luchar, porque el ser humano necesita metas y objetivos para seguir avanzando. La vida es lucha constante por conseguir algo.
Diariamente me encuentro con ejemplos del universo caótico que nos rodea. Coged una regla y mirad lo que son ocho centímetros. Esos ocho centímetros, esa medida insignificante y ridícula es la cifra que da sentido a la vida de todos los familiares de los mineros y a ellos mismos. A través de ese tubo ellos saben que el mundo está pendiente de ellos, que sus familiares les esperan, que les llegará agua y comida cuando lo necesiten, que nadie les ha olvidado y que hay mucha gente dispuesta a trabajar día y noche para convertir lo imposible en realidad. Aún no está todo hecho, pero al menos hay esperanza. Sin esos ocho centímetros quizás no hubieran resistido todo lo que ahora tienen que aguantar hasta que los rescaten.
Hoy el Caos es hermoso. Confiemos en él.

Ánimo!!!

martes, 17 de agosto de 2010

Ola temporal

-¿De que se trata, Hopkins?
El gobernador Pritter era un tipo enorme y orondo. Retrepado en su butaca de levitación magnética, su imponente aspecto disuadía a cualquiera de molestarle con nimiedades del día a día. Unas espesas cejas contrastaban con aquel desierto infinito que conformaba su cabeza. Mirarle a los ojos era todo un ejercicio de adivinación, ocultos entre pliegues a caballo entre la vejez y la obesidad. Una respiración pesada e intensa le asemejaba a un gigante dormido a punto de entrar en erupción en cualquier momento. Hopkins tragó saliva inconscientemente, aún a sabiendas que la retransmisión holográfica le salvaba de que aquel poderoso tipo se levantara y le aplastara de un manotazo como a un vulgar mosquito.
-Señor gobernador…es difícil de explicar… hemos conseguido…esto…
-Al grano, Hopkins, no tengo todo el día para sus tartamudeos científicos.
-Señor gobernador, hemos podido realizar una traslación temporal…
-¿Está usted loco?- vociferó Pritter incorporándose- ¿Sabe la cantidad de asuntos que tengo que resolver para que me hable usted de algo que se ha conseguido hace más de un siglo? Por Einstein, Hopkins, la traslación temporal es algo superado y científicamente estancado por el gran riesgo que se corre en su manipulación.
-Señor gobernador, no me ha dejado terminar…hemos conseguido realizar una traslación temporal… de setecientos años.
El gobernador parpadeó imperceptiblemente y durante unos segundos su furia se tornó asombro. Tras sentarse de nuevo en la magnebutaca, suspiró profundamente y mirando al científico con curiosidad claudicó:
-Explíquese.
-Señor, perdone que le haga una pequeña introducción. Aunque sé que es usted conocedor de la teoría básica de la traslación temporal, me será más fácil explicarle el experimento si partimos de una base común.- Hopkins carraspeó ligeramente.- Verá, como usted bien sabe, hace aproximadamente unos doscientos años se dieron los primeros pasos para los viajes en el tiempo. La teoría einsteniana nos tenía francamente limitados debido a los límites impuestos por la velocidad de la luz y la interdependencia entre masa y energía. Esto implicaba que, a mayor masa, mayor energía era necesaria para mover dicha masa a mayor velocidad. Cuando la velocidad era próxima a la de la luz, la energía necesaria tendía a infinito aunque la masa fuera minúscula.
-Abrevie, Hopkins, aún recuerdo los años de instrucción, no soy tan viejo…
-Perdón señor, es necesario. Tuvieron que pasar siglos para que las teorías cuánticas penetraran en nuestra sociedad científica y las leyes del electromagnetismo pudieran encontrar cabida entre los misterios de la física cuántica. Era posible el desplazamiento en el tiempo, pero debía de ser algo inmaterial. No fue hasta que se dio el espaldarazo definitivo a la neuronética, y a su relación con las leyes cuánticas y electromagnéticas cuando se pudo aventurar una hipótesis algo arriesgada: el viaje de la mente a través del tiempo mediante un impulso electromagnético concentrado. Pero ello tenía un hándicap; la mente debía encontrar una misma pauta cerebral para volver a filtrarse en un cuerpo conocido. Es decir, sólo podía viajar a su mismo cuerpo en el pasado o en el futuro. Hacerlo en el futuro tenía consecuencias catastróficas, ya que el individuo podría no existir en el futuro y quedar atrapado para siempre en un limbo atemporal. El pasado tenía un riesgo añadido ya que el individuo se desorientaba fácilmente y la mente no podía asimilar el cambio de coordenadas espacio temporales. Pocos regresaban sanos.
-Lo sé, Hopkins, por eso le dije que la traslación temporal era una rama muerta, pensé que dedicaba mejor los fondos del gobierno mundial…
- Señor, hace poco descubrimos que si encontrábamos otra mente con una pauta electromagnética en resonancia con la mente viajera, era posible acoplarlos mediante la ecuación de ondas ajustando las pautas cerebrales mediante impulsos neuronales artificiales a una frecuencia igual a la frecuencia natural de las ondas cerebrales de la mente huésped. En principio era pura teoría, pero como usted sabe hace poco se estableció la Ley de Absolución Científica…
-Si, Hopkins, la ley que permite que los presos por terrorismo científico puedan ser absueltos si se prestan a determinados experimentos científicos. Siempre me pareció una aberración soltar a esos tipos pero el Parlamento Mundial no quiso escuchar nuestra visión de las cosas…Esta maldita sociedad científica está empezando a tomar decisiones demasiado arriesgadas…
-Exacto señor. Uno de esos individuos se prestó al experimento. Y ha encontrado una mente huésped. De hecho, sigue allí y ..ejem…tenemos un problema.
El gobernador se puso alerta. No le gustaban los problemas.
-¿Problema? De que me está hablando maldita sea?
- Verá señor. Hemos corroborado que el viaje ha sido completado. El individuo parece hablar una lengua nativa de un país de la antigua Europa Central. Al estar interconectadas las mentes, no le cuesta trabajo hablar el mundial estándar, por lo que suponemos que igual le pasará a nuestro sujeto y podrá hablar sin dificultad esta lengua extinguida. Según el individuo, estaba jugando con unos amigos cuando se golpeó la cabeza y se encontró aquí. Está desorientado y lo hemos sedado, pero parece que ya vuelve en sí…
- ¿Y porque hay un problema Hopkins?
-Señor, parece que nuestro hombre no quiere volver, aun a riesgo de que su mente no pueda soportar la presión temporal…
-Pues que se quede allí maldita sea, es un maldito terrorista científico…
-No es tan sencillo señor. Cuanto más tiempo pase en ese pasado, más probable es que realice alguna acción que pueda dañar el curso de nuestra historia de forma irreversible. Cualquier pequeña acción puede desembocar en un accidente de proporciones catastróficas…
-Vamos Hopkins no sea pesimista. Si hubiera cambiado la historia ya no estaríamos aquí hablando de esto ¿verdad?
-Pues no lo sabemos señor, porque el ajuste histórico temporal no se produce de forma instantánea, es como una ola que parte de un punto y tarda en llegar a la costa. Cuando un tsunami va a producirse, primero se retiran las aguas hacia adentro mucho más de lo habitual, así que es posible que no se produzca de golpe sino que acusemos pequeños desajustes temporales que no concuerdan con nuestro tiempo hasta el desenlace final…
-Maldita sea, me está dando dolor de cabeza, veamos a quien hemos traído, pregúntele su nombre al menos…
-Ya lo hemos hecho y hemos buscado en la base de datos global. Al parecer se trató de un soldado raso con escasa relevancia en el plano social, por lo que es probable que…
El científico cesó su disertación al ver como el gobernador, que en ese momento consultaba la Globonet, abría sus escondidos ojos de par en par y balbuceaba frases inconexas…
-Hopkins…como…dios mio… como se…como se llama ese tipo, que edad tiene…?
-Nos asegura que tiene sólo doce años, y que es el año 1900…
El gobernador se levantó de un salto.
-Hopkins maldita sea, consulte la Globonet de nuevo y dígame si usted recuerda que hubiera dos guerras mundiales en el siglo XX!!- Tronó Pritter.- ¡¡Como se llama el individuo!!!
- Señor…se llama Adolf. Adolf Hitler…

sábado, 31 de julio de 2010

De Eufemismos y Mentiras

Tercera entrega de la Trilogía de Terror. Os pongo en primer lugar dos definiciones extraídas de la RAE:
Eufemismo: Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.
Mentira:
Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.
Como podéis ver, la frontera entre ambas definiciones es una delgada línea, a veces invisible. En esa frontera de dudosos límites se mueven nuestros políticos día a día como funambulistas circenses.
En la última entrega de esta saga os describí brevemente en qué consisten las tan renombradas “reprogramaciones” que se van a realizar en la inversión pública en materia de infraestructuras. Ya ha comenzado la segunda criba. La primera, el señuelo para los titulares, lo lanzó el Ministro el día de su comparecencia; las 32 obras rescindidas, el anzuelo para los periodistas, el caramelo que le regalan al niño para evitar que le pidan el helado de chocolate gigante. Ahora, en el silencio que otorga la frontera de Julio y Agosto, donde sólo interesan noticias relacionadas con el calor, las vacaciones y los incendios forestales, comienzan a gestarse en la sombra la verdadera criba que va a asestar el golpe definitivo a la obra civil en España. A poco que rasquéis en vuestras comunidades encontraréis ejemplos escondidos relacionados con las “reprogramaciones”. No incluyo aquí las noticias relacionadas con las rescisiones, que son las que más aparecen, pero que en realidad tratan de desviar la atención de otro problema mucho mayor. Así, podéis ver qué está ocurriendo con la A-11 o la A-60 en Castilla y León, con la carretera de Unquera-Pendueles en Asturias, o la Ronda Norte de Zaragoza y la A-22 en Aragón, con la N-232 en La Rioja, con el Eje Pirenaico en Navarra, con la A-40 en Castilla La Mancha, la N-110 en Extremadura, la Autovía Central del Barranc de Batall en la Comunidad Valenciana o el Soterramiento de San Pedro en Málaga, la SE-40 de Sevilla o la A-7 en Granada. Todas las comunidades autónomas creen que son las grandes olvidadas del Estado, pero la realidad es que la catástrofe es generalizada, quizás si se unieran en un grito unánime tendrían más fuerza. Todas estas noticias son carreteras, porque son las obras que directamente sufren los ciudadanos, las que vemos en los coches, las más llamativas. Pero hay muchas obras ferroviarias que están siendo paralizadas, a pesar del anuncio del Ministro de apostar por el ferrocarril. Estas noticias tardarán más en salir a la luz, porque el usuario de a pie se ve más afectado por las obras de carreteras que por las de ferrocarriles, pero terminarán saliendo.
Conozco casos de primera mano que aún no han salido en los periódicos; obras en ejecución con desvíos provisionales ejecutados y estructuras a medio ejecutar a los que se les ha devuelto la certificación de Junio y le han dicho que no hay más dinero para este año y que el que viene le dejan una cantidad ínfima. Otras le han dicho que no pueden darle más dinero hasta el 2014. Imaginaos la siguiente situación: Contratáis a unas personas para hacer un servicio, se hace un contrato en el que se pactan unas condiciones de ejecución y donde figuran las cláusulas de rescisión y cuando estáis a mitad del servicio prestado os dicen: “No podemos seguir pagando el servicio. Pero tampoco os podemos rescindir el contrato porque de cara al público da mala imagen, aunque sabemos que legalmente es lo que os corresponde. Así que si queréis seguís ejecutando el servicio, será gratis, o bien os damos una cantidad ínfima para cubrir el expediente de cara al público aunque sabemos que con eso no podéis hacer nada. Veríamos con muy malos ojos que nos demandarais y de ser así iremos a juicio pero olvidaros entonces de trabajar con nosotros en un futuro. No os pagamos este año ni siquiera el mes pasado, ni el que viene, ni el otro ni el otro y quizás dentro de cuatro años, si la coyuntura económica lo permite, podamos continuar. Eso sí, la responsabilidad de dejar así las obras si no rescindimos, es vuestra.”
Algunas de las reprogramaciones que se están haciendo son las siguientes: si una obra tiene previsto anualidades de 10-25-15 mill de euros en 2010, 2011 y 2012, ahora se les deja en 5-0-0-0-45 mill euros entre 2010 y 2014, es decir no pagar nada más hasta dentro de cuatro años. Para ello, la obra no se rescinde sino que se “suspende temporalmente”. ¿Cuál es la diferencia entre la rescisión del contrato y la suspensión temporal es la siguiente? Hay varias pero una de ellas es que si rescindes, el contratista no tiene ninguna responsabilidad tras abandonar la obra y toda la responsabilidad recae en el Ministerio. Sin embargo una suspensión temporal, cualquier incidente es responsabilidad del contratista. Imaginaos que en una de esas obras abandonadas hay un accidente por un desvío mal señalizado. Si la obra está rescindida la culpa es del Ministerio. Suspendiendo la obra, se lava las manos.
Por otro lado rescindir significa abonar al contratista el 6% de la cantidad de obra no ejecutada, y habría que pagarla inmediatamente. Suspender la obra significa que dentro de cinco, seis, o siete años, cuando se termine la obra, habrá que abonar una cantidad importante debido al Índice de Revisión de Precios, ya que lo que cuestan las cosas ahora no es lo mismo que lo que costarán dentro de unos años. Pero ¿a quien le importa lo que se tenga que pagar dentro de media década, si seguramente habrá otro gobierno para asumir los costes?
A mí personalmente me molesta profundamente que nos tomen por tontos y que nos tengan sumidos en una incertidumbre angustiosa. En nuestra obra llevo más de tres meses esperando si continuamos o no. El contratista ha tenido que ir despidiendo a subcontratas y a personal propio poco a poco sin que nadie le haya dicho aún oficialmente que la obra se para o se reprograma. Pero eso sí, le sugieren que no “ejecute mucha obra porque no sabremos cuándo se dejará de pagar”. Somos unos privilegiados, a otros ni siquiera le han avisado y ahora le devuelven las certificaciones de lo ejecutado en Junio y Julio.
El otro día el señor presidente del gobierno dijo: “No estamos tan mal”.
Y tiene razón. Vamos a estar mucho peor.

lunes, 26 de julio de 2010

Susurros del pasado

Nunca volví a tener amigos como los que tuve cuando tenía doce años. Quizás al madurar es más complicado amoldar a tu carácter las nuevas personalidades que se agolpan en la entrada de tu vida. Quizás la amistad forjada al mismo tiempo que tu personalidad funda las almas en una sincronía indisoluble. Y con el tiempo, penetrar en la coraza endurecida por la experiencia se haga más y más difícil.
Sin la asfixiante necesidad del día a día que ahora marca nuestro ritmo, la infancia y la adolescencia tienen su propio tic tac. Un horizonte lejano indefinido no es suficiente para conformar una meta visible. En ese caminar hacia el futuro, pasábamos los inviernos suaves y húmedos de las zonas de costa esperando los quince minutos de recreo para volver a reír. Dos recreos de quince minutos, dos paréntesis a los libros para seguir forjando una amistad regada de millones de instantes fugaces pero intensos. Y en ese destino incierto que nos aguardaba, llenábamos los días de verano de partidos de fútbol, de arena ardiente y mar salada, de risas al viento, de amistad sin límites ni condiciones.
Con el paso de las décadas, la neblina del pasado oscurece los detalles y tan sólo deja entrever las formas de lo que fue nuestra vida. Gracias a mis amigos, a los de toda la vida, mi neblina me sonríe y me susurra que soy un tipo con suerte.


Dedicado a Francis, Rubén, Iván, Juan, Sonia, Blanqui y Miguel

viernes, 23 de julio de 2010

De Reprogramaciones y Rescisiones.

Segunda parte de la entrega de Terror: El Panorama de la Obra Pública en España.
Ayer compareció el Ministro de Fomento para desgranar el recorte de la inversión pública anunciado hace un par de meses. No desgranó mucho, y como sucede en estas cosas, s quedó en la superficie, dió unos datos mínimos y para adornar, unas palabritas que esconden una verdad aterradora a poco que escarbes en ellas. Intentaré explicarlo sin irme por las ramas.
Para empezar podéis ver los titulares de los periódicos de hoy; Fomento rescinde 32 obras y reprograma 199. Ahora bien, si entráis en la web del Ministerio de Fomento leeréis el siguiente titular: Blanco anuncia la licitación este año de más de 5.500 millones de euros, además de los que se movilicen con el PEI. En letra grande, resaltada, fulgurante. Si pinchas y luego te descargas los documentos de la intervención y lees los once folios, cosa que poca gente hace porque es un auténtico peñazo, te das cuenta que el titular no debía ser ése, sino la noticia real; que el Ministerio no tiene ni un Euro.
Para el que no esté integrado en el mundillo de las infraestructuras, os diré que yo puedo licitar cientos de miles de millones si me da la gana, pero lo importante no es la cantidad sino las anualidades. Me explico; cuando tú haces una obra, suele durar un par de años o tres, cuatro ya es bastante y cinco excepcional. El dinero que cuesta una obra se reparte en varios años. Por ejemplo si me dan una obra de 60 mll de euros, puedo tener 10 mll para el 2010, 20 mll para el 2011, 25 mll para el 2012 y 5 mll para el 2013. Este reparto teóricamente se hace en función del programa de trabajos de la obra, es decir, se planifica lo que se va a hacer y se vé lo que cuesta. Luego la práctica es al revés; te dicen lo que puedes cobrar y tú te ajustas. Pero bueno. El caso es que yo puedo decir que voy a licitar cincuenta obras, pero no dejarle más que un millón de euros para el 2011, y retrasar el montante fuerte para los años finales. De esta forma el señor Ministro se apunta un tanto porque ha sacado mucha obra, pero seguramente quien tenga que correr con los gastos de lo que se ha licitado en el 2010 sea...el gobierno que esté en el 2012. Buena jugada ¿verdad? Luego si hay cambio de gobierno que se la apañen ellos. Tú quedas como el que has lanzado la obra pública y los que vienen detrás quedan como los que no han sabido gestionar el legado que has dejado.

Esto me sirve para enlazar con el anuncio de las obras que se paralizan y las que se “reprograman”. Estos son los datos:

  • 885 obras siguen su curso
  • 199 contratos se reprograman
  • 32 contratos se rescinden.

A primera vista, como lo de la “reprogramación” no se sabe muy bien en que consiste, la gente se fija en “885 siguen y 32 se paralizan”, no es para tanto…Lo que no explica el señor ministro es de qué cuantía son las que siguen y de qué cuantía las que se paralizan. Porque hay obritas de un millón de euros y obras de más de cien millones. Si las 885 obras son de un millón de euros, son 885 millones de euros y si las 32 obras son de cien millones, tenemos 3.200 millones de euros. Ya no está tan clara la cosa no? El número de trabajadores que va a ir al paro no es en función del número de obras sino de los millones de euros eliminados de los presupuestos.
Entretanto el término “reprogramar” se ha quedado en el limbo, olvidado, cuando la realidad es que enlaza con lo explicado antes: yo no te dejo dinero para este año ni para el que viene y a lo mejor para 2012 o 2013 empiezas a cobrar. Reprogramar una obra significa redistribuirle el dinero, de forma que le dejes un mínimo estos años. Las constructoras deberán elegir entre permanecer congeladas un tiempo con un personal mínimo, haciendo lo mínimo posible, o seguir haciendo la obra sin cobrar, financiando una obra pública a base de capital privado. O eso o desapareces. Pero claro, decirlo con estas palabras en la Comisión, sería un suicidio. El listado de obras rescindidas ya es público. Las 200 obras a reprogramar lo dejan para septiembre, como los exámenes.
No quiero seguir para no aburriros, pero queda mucho por explicar, lo haré en sucesivas entradas. Por ahora os dejo con ese eufemismo: “Reprogramar”, que significa más o menos, “no te rescindo porque rescindir un contrato significa pagarle al contratista un 6% de lucro cesante, es decir, un 6% de lo que le resta por ejecutar, dinero perdido y que el Ministerio no tiene”.
Seguiremos informando

miércoles, 21 de julio de 2010

El Panorama de la Obra Pública

Es práctica habitual de los gobiernos que nos toca sufrir el paliar los efectos negativos de las noticias que han de dar con fechas clave en los que la ciudadanía está entretenida en otros menesteres o simplemente esconderlas entre otras noticias que generan un debate social y así tener al pueblo entretenido. Algo así está ocurriendo con el llamado “tijeretazo” que va a sufrir la inversión de la obra pública en años venideros.
Como este asunto puede ser engorroso a la par que aburrido, quizás recurra a varias entradas para ir descifrando lo que entre líneas quieren decir nuestros políticos cuando hablan de los recortes, reformas y planes de austeridad. Sí, amigos, la Torre del Caos seguirá buceando en realidades alternativas, en dimensiones paralelas, en viajes temporales y en minicuentos de lo fantástico. Pero quizás por una temporada tenga que dedicarse a fotografiar la realidad que nos ocupa.
A grandes rasgos que luego iremos desgranando, os diré que el Gobierno se ha quedado sin dinero para seguir ejecutando las obras y los proyectos que tenía previstos para este año. Lo malo es que para el año que viene hay menos dinero aún. Y no parece que se vaya a asomar la cabeza de la inversión pública hasta 2015 o 2016 o quién sabe. Hace dos años que venimos sufriendo una crisis económica que en muchos sectores de la sociedad ya ha causado estragos. En primer lugar en la construcción, uno de los pilares de nuestra economía (de ahí parte de nuestra debilidad económica), por lo que hubo que reforzarse la inversión pública para absorber un pequeño porcentaje de los trabajadores que se estaban quedando en paro. Ahora nuestro ritmo endiablado de seguir a cualquier precio anclado en un modelo económico obsoleto, nos ha llevado a frenar también la inversión pública en infraestructuras. Lo teníamos que haber hecho mucho antes, porque las transiciones se llevan mucho mejor gradualmente que las amputaciones directas.
Recordaréis que hace poco se anunció la bajada de los sueldos a los funcionarios y la congelación de las pensiones. Este anuncio, como no podía ser de otra manera, provocó un debate social entre detractores y partidarios. Estos dos anuncios fueron los de mayor calado social, pero a la misma vez, entre otras cosas, se anunció el ahora llamado “tijeretazo” de la obra pública.
La ecuación está clara: recortar dinero a los funcionarios genera simpatías por gran parte de los trabajadores, por lo que cualquier otro anuncio es acogido de mejor humor, “un mal menor”. Esta idiosincrasia no sé si de la sociedad española o de la sociedad de consumo en general, que se alegra del mal de vecino mientras a él no le afecte, es aprovechada cada día por nuestros politiquillos de a pie. Saben que dividiendo al pueblo tienen las de ganar. Pero no os creáis que los recortes, los planes de austeridad y las reformas sólo las van a sufrir los funcionarios. La Reforma Laboral y el recorte de la inversión van a desplomarse sobre los que trabajamos por cuenta ajena, y si no, al tiempo.
Descargar la intervención del ministro de fomento y leerse una a una las páginas es como ver una película de terror sin saber si va a tener segundas partes o no, porque el final está abierto. Para los que estamos en el mundillo de la obra civil, se presentan tiempos oscuros, pero lo que quizá la gente de a pie no conozca es la repercusión que este frenazo va a provocar en la sociedad, debido a la gran cantidad de empleo indirecto que genera la obra civil. Porque no es sólo los que trabajamos en las obras, se trata de los transportistas que llevan materiales, de las fábricas que los producen, de la industria, de la hostelería que da de comer a las personas que trabajan fuera…Por no hablar de la economía que genera la finalización de determinadas obras en un determinado núcleo de población. Un tsunami se cierne sobre el futuro del modelo económico de nuestro país, porque si bien es cierto que deberíamos haberlo cambiado hace tiempo, ahora se corre el peligro de, como siempre, “hacerlo con prisas, mal y tarde”.
Esta entrada es algo generalista, sin concretar en detalles. En sucesivas entradas haré referencias explícitas a determinadas frases que me han parecido vergonzosas, eufemismos enmascarados tras una pantomima de palabras vacías para vender al pueblo una planificación que no han tenido o una previsión que ha brillado por su ausencia.
Mañana hablará el Ministro de Fomento.
Abrochaos el cinturón que vienen curvas

martes, 20 de julio de 2010

Diálogo interdimensional

-Vaya, ¿como consigues cambiar de forma?
-No cambio de forma, es tu percepción, que te engaña
-¿ Y porque los demás no cambian de forma y tú si?
-Todos los demás son seres como tú, bidimensionales, y están sujetos a sus dos dimensiones. Yo por el contrario soy una esfera, soy tridimensional.
-¿Tridiqué? Tú eres un círculo, sólo que te agrandas y empequeñeces a voluntad...
-No. Simplemente atravieso tu mundo bidimensional. ¿Que ocurriría si cortaras un círculo por la mitad?
-¡Arggg! ¡¡Sería un asesinato!!
-Me refiero a que si una recta se tumbara sobre un círculo crearía dos segmentos circulares y si los separas podrías ver una línea en medio no?
-Es repugnante pero sí.
-A mí me ocurre igual pero con una dimensión extra. Lo que tu ves como un círculo es sólo una sección de mí.
-¿Me estás diciendo que nuestro mundo bidimensional es sólo la proyección de tu mundo?
-Algo así.
El pentágono reflexionó un momento. Le costaba imaginar el mundo que describía aquel extraño ser. Por más que pensaba, no lograba conceptualizar una "tercera dimensión". De repente, se le ocurrió algo...
-Pero...entonces...¿no podría ser que tu mundo fuera a su vez la sombra de otro de dimensión superior?
La esfera se quedó perpleja. Nunca se lo había planteado, daba por hecho que conocían a la perfección los misterios del universo, sus leyes, su origen... Y sin embargo...


Basado en el libro "Planilandia", de Edwin Abbott

miércoles, 14 de julio de 2010

La Leyenda de la Roja


Cuenta la Leyenda que hace muchos, muchos años había un pais que vibraba con el fútbol. Sus equipos eran considerados los mejores del planeta y todos los jugadores querían jugar en su Liga. Pero la Selección de este país siempre se precipitaba hacia el fracaso en las grandes citas Mundialistas. Generaciones enteras de este pais sufrían cíclicamente las decepciones o las injusticias, a partes iguales, y se lamentaba año tras año de que el dios del fútbol no les recompensara su pasión. Pero una vez sucedió que el dios del fútbol, harto de asistir a injusticias pasadas, a finales soporíferas y a criminales del balompié, surgió de las profundidades oceánicas en forma de pulpo para repartir justicia y resucitar al Fútbol, para demostrarle a todos que el deporte más bello del mundo se gana con el balón y no sin él, algo que los humanos comenzaban a olvidar.
Sucedió que el dios del fútbol rodeó con sus tentáculos mágicos a un grupo de pequeños hombrecillos de ese castigado país, los vistió de rojo y, capitaneados por un hombre taciturno con aspecto de maestro de escuela, les habló a todos y les pidió que trataran al balón como a su propia vida. Y partido tras partido, el dios del fútbol les puso trabas para probar su lealtad. Los equipos que se enfrentaban a estos virtuosos jugadores, se encerraban en su área y armados hasta los dientes defendían su portería olvidándose de que, en este juego, hay que marcar para ganar. Pero los aguerridos hombrecillos no perdieron su fe, y el Maestro Titiritero de frente despejada y bigote espeso movía sus hilos para sacar partido de la magia de sus jugadores.Y en la final soñada, en aquellos 90 minutos que se tornaron 120, el dios del fútbol los sometió a la más dura de las pruebas. Les castigó en forma de violencia naranja para probar su paciencia. Les mostró el dolor, les negó el gol durante 115 minutos para sumirlos en la desesperación e intentar que renegaran de su juego. Pero en el minuto 116, el dios del fútbol comprendió que este colectivo no renunciaría jamás a su juego, porque sería como renegar su esencia, como golpear su alma. Lo llevan dentro. El espíritu puro del fútbol estaba en ellos. No era necesario esperar más. El premio, cuando el camino ha sido duro y difícil, sabe mucho mejor. Y por eso, el dios del fútbol esperó hasta el final para premiar a estos jugadores, y cuando todo parecía abocado al azar de los penaltys, cuando de nuevo el país entero comenzaba a ver los fantasmas del pasado, un destello divino iluminó a uno de esos jugadores, y de un derechazo empujado por cuarenta y seis millones de almas, rompió en pedazos la red del miedo que les atrapaba y pasó a formar parte de la Historia.
Ésta es la Leyenda. La Leyenda de la Roja.
Hay muchas formas de ganar un Mundial. Pero sólo hay una forma de ganar el respeto del mundo del fútbol. Y es ganar como lo ha hecho La Roja. Con humildad, con paciencia, con calidad, con generosidad. Con el balón. Con ilusión.
Hay muchas formas de asumir que eres un héroe para tu país. Pero los Iniesta, Villa, Puyol, Casillas, Xavi, Ramos y todos los demás han sabido gestionar con humildad y fuerza colectiva lo que la sociedad les ha regalado. Ha ganado el grupo. Vicente ha sabido tratarlos con cariño, porque al fin y al cabo son chavales que juegan al fútbol. La única diferencia con los demás es que son los mejores del mundo.

viernes, 9 de julio de 2010

Reescribiendo la historia

En el mundial del 78 yo tenía unos meses de vida, así que no viví la etapa final de aquella Naranja Mecánica que asombraba al mundo pero que se quedaba a las puertas del cielo. El mundial del 82 es tan sólo una neblina en mi memoria de la que sólo vislumbro un muñequito gordo y anaranjado y su amiguito cuellilargo con un televisor en la panza. Mi primer recuerdo vívido de un partido de fútbol, de la trascendencia del mismo fue una final jugada por España. Era el año 1984 y sólo recuerdo a Gallego conduciendo el balón cuando ya perdíamos 1-0. Recuerdo un ambiente triste y derrotado. Creo que era el salón de mi casa, pero en realidad sólo recuerdo el césped verde, la camiseta roja y el amargo sabor de la derrota.
A partir de ahí recuerdo con intensidad todos los mundiales. El gol de Michel a Brasil anulado injustamente en México 86, el hat-trick de Butragueño en octavos y la injusta derrota en los penaltis de cuartos. La caída en octavos en Italia 90 ante Yugoslavia, partido que vi con mi abuelo Santiago, que se lamentaba y mascullaba que nunca vería a España llegar a una final de un Mundial. Luego llegaría la era de los atracos con el codazo a Luis Enrique en USA94, que viví en un autobús de excursión cuando estaba en Inglaterra y que nos condenaba de nuevo a apearnos en los cuartos de final. En Francia 98 ni siquiera nos merecimos pasar de la fase de grupos y una desastrosa selección nos dejó la peor clasificación de la historia. El linier de los cuartos de final en Corea 2002 nos volvió a mandar a casa de forma injusta y descarada y los octavos fueron de nuevo nuestra meta en Alemania 2006.
Pero todo cambió en aquel mes de Julio de 2008. A partir de aquí se escribe la Historia para nosotros, los españoles futboleros, que durante décadas hemos vivido con el amargo sabor de la derrota y a veces con el resquemor de las injusticias. Y en muchas ocasiones tenemos miedo, porque tenemos grabado a fuego tantas y tantas penurias futbolísticas que nos parece que la historia se repite una y otra vez. Pero no. Eso era la prehistoria.
El otro día el dios del fútbol volvió a emerger de entre las profundidades oceánicas que rodean a Sudáfrica y tocó de nuevo con su varita a la Roja. El mago Del Bosque sorprendió en su alineación y colocó a Pedrito para reforzar el medio del campo. Y no solo lo reforzó, lo avivó como hacen las ascuas al soplarlas, lo expandió rodeando a los alemanes, lo ensanchó hasta perder la vista en el horizonte...Pedrito volvió loco a los ordenados alemanes, que no sabían de donde salía este pequeño y escurridizo jugador que se cambiaba con Iniesta, regateaba como Villa, pasaba como Xavi y defendía como Ramos. Villa se movía como ratón entre águilas, Xavi se vistió de maestro de ceremonias y Busquets y Xabi, en la sombra, recogían balones, tapaban huecos y desempeñaban ese papel del fútbol pocas veces agradecido y siempre tan fundamental. Ramos y Capdevila apoyaban en las bandas, Puyol y Piqué se guardaron la llave del área y Casillas sólo apareció para decir que, si algo ocurría, ahí estaba él. El fútbol nos quiere, Jabulani nos ama porque le tratamos bien y hasta el pulpo Paul, en contacto directo con el dios del fútbol, sabía que ni la fuerza de la historia negra de nuestra selección puede esta vez tumbar a un equipo liderado por la humildad, conducido por la maestría y dirigido por la ilusión.
Si abuelito. Si que vas a ver a España en una final de un Mundial. Quien te lo iba a decir hace 20 años, en aquel Yugoslavia España que tanto te hacía perjurar.Quien te iba a decir que ibas a ver algo que jamás has visto en tus más de 80 años de vida. Una final de la Copa del Mundo y una de las banderas es la de España. No ha llegado con suerte, abuelito. Ha llegado enamorando a propios y extraños, africanos o europeos, madridistas o culés. Porque yo soy madridista y me declaro ferviente admirador de Iniesta, de Xavi, o de Puyol. Y no por el mundial que están haciendo sino por la humilde forma de llevar la grandeza futbolística y personal que llevan dentro. Y me alegro por Del Bosque, ese entrenador taciturno con aspecto de maestro de escuela al que un señor presidente echó tras ganar la Champions simplemente porque no era un entrenador mediático. Sentí vergüenza ese día. Pero la vida tiene sus pequeñas venganzas y espero ver a este entrenador manteado por sus jugadores el domingo. A lo mejor no es mediático. Pero es el mejor.
El Domingo tenemos una cita todos a las 20:30. Vamos a empujar a este elenco de futbolistas hasta la gloria. Vamos a alzar todos la Copa con Casillas. Hemos llegado hasta aquí, hasta el partido más importante de la Historia para nosotros. Vamos a trazar una cruz en el calendario y esperemos que por fin, dentro de muchos muchos años podamos decir...Ah, 11 de Julio, hoy es el aniversario del primer Mundial de España, como jugaban esos cabrones!
Un abrazo a todos!

martes, 15 de junio de 2010

BAFANA BAFANA


Hoy os contaré una pequeña Historia. Muy resumida para no aburrir a nadie.
Hace unos 60 años había un país que había sido colonizado y en el que el Partido en el poder instauró una serie de normas, de las cuales las principales eran:

Derecho al voto, reservado únicamente para los blancos,
Sólo los blancos podían viajar libremente por el país,
Era legal que un blanco ganara más que un negro por el mismo trabajo,
Los negros debían vivir en zonas alejadas de los blancos,
Los negros debían estudiar en escuelas separadas de los blancos, y su educación debía ser limitada.


Durante más de 40 años la opresión sobre la población negra provocó la indignación de gran parte del mundo. A principios de los 90 comenzó el desmantelamiento del Apartheid, que así se llamaba este movimiento racista y opresor, con la llegada al poder de un hombre que había permanecido 27 años encarcelado por su lucha contra la injusticia racial que vivían sus compatriotas. Este hombre, nacido en una humilde aldea de 300 habitantes, condenado a cadena perpetua y a trabajos forzados por enfrentarse al régimen del apartheid, se convirtió en una figura mundial y un símbolo universal de la lucha por la libertad, desde el silencio de su celda de tres metros cuadrados. Este hombre es Nelson Mandela.
La llegada al poder de Mandela hizo temblar a los blancos y clamar venganza a los negros. Todos pensaban que Mandela erradicaría de un plumazo todo símbolo relacionado con el apartheid. No fue así. Mandela dió una lección de humanidad y perdón, y navegó un barco zozobrante entre dos aguas que se odiaban hasta una cala pacífica y de oleaje moderado. Un ejemplo de ello es el Campeonato de Rugby de 1995.
El rugby era un símbolo de la opresión blanca. Los negros detestaban el rugby, los colores, el himno, pues todo le recordaban a un pasado infernal. Pero Mandela quiso utilizar el rugby para unir al pueblo. Habló con el capitán del equipo, le convenció para que todos los jugadores de la selección, blancos, aprendieran el himno zulú, un himno que los negros cantaban en sus manifestaciones contra los blancos.
Durante el Mundial de Rugby, los blancos celebraban sus victorias con alegría mientras que los negros sólo sentían indiferencia. Partido a partido, el pueblo se fue uniendo en la marea de emociones que sólo el deporte sabe unir. Los blancos cantaban el himno negro. Los jugadores aceptaron su compromiso con Mandela y se acercaron a la población negra.
En las semifinales, Sudáfrica derrotó a Francia en un agónico 19-15. El pueblo sudafricano empezaba a estar unido en una sola voz, en un solo sentimiento. En la otra semifinal, el rodillo neozelandés aplastaba a un tremendo equipo inglés. Una de las mejores selecciones de la historia, Nueva Zelanda, con Jonah Lomu, el mejor jugador de la historia del rugby a la cabeza, esperaba a los anfitriones en la final. No había posibilidad alguna para Sudáfrica. Ya era un premio haber llegado a la final.
El día de la final, Mandela bajó al campo antes del partido para saludar a sus jugadores. Con la camiseta de la selección, con el símbolo absoluto del apartheid, con el número del capitán a la espalda. Un silencio sepulcral ante tal contraste inundó el estadio. Hasta que 72.000 personas empezaron a corear al unísono "Nelson, Nelson". El 95% blancos. La libertad había triunfado sobre la opresión sin tener que recurrir a la venganza.
Los Springboks, como se conoce a la selección de rugby de sudáfrica, fueron llevados en volandas por un país enloquecido con ellos, fueron empujados por una sola voz, un solo clamor. El de la libertad. Consiguieron forzar la prórroga. A falta de 7 minutos, los Sprinboks perdían 9-12. Y como David a Goliat, en el último suspiro vencieron a la todopoderosa Nueva Zelanda por 15-12.
Mandela entregó la copa del Mundo al capitán de la selección. Mandela le agradeció lo que había hecho por el pais. El capitán Pienaar le contestó: "Eso no es nada comparado con lo que ha hecho usted por este país". Ese día blancos y negros festejaron juntos un único acontecimiento.
Por eso, excluyendo a la Roja, porque contra el corazón no se puede luchar, permitidme que cante los goles de los anfitriones. No creo que se repita la historia de este mundial, no creo ni siquiera que pasen de la fase previa, pero si así fuera, gritaré Bafana Bafana junto a ellos hasta que se enfrenten a nuestra Roja.
Por lo que la historia les ha hecho sufrir. Por la igualdad. Por la libertad


Por Nelson Mandela


¡¡¡¡¡BAFANA BAFANA!!!!!

sábado, 12 de junio de 2010

Entre Sombras


Papá llora mucho. Todas las noches cuando me voy a dormir, lo oigo llorar en el cuarto de al lado. Me abraza muchas veces durante el día y cuando antes de dormir le pregunto cuándo va a venir mamá siempre me dice: “Mamá se ha ido al cielo hija mía, me dijo antes de irse que te quiere mucho y que estará siempre a tu lado”. Y después me acuesta, me arropa, me da un beso y sale de la habitación para que no le vea llorar.
Me asomo a la puerta de su cuarto y no sé si acercarme a darle un beso y decirle que no llore más, que mamá no se ha ido al cielo, que está aquí con nosotros, junto a él. Pero tengo miedo.
Mamá me llama, pero tiene una voz rara. Suena lejos, muy lejos. Sonríe pero está triste. Sus ojos están tristes, apagados. No sé porqué papá no la abraza, está a su lado, pero no parece verla…

lunes, 31 de mayo de 2010

Donde viven las mariposas

Es recomendable leer primero Donde mueren las mariposas.

Disparé. Y en ese momento rompí el hilo que me conectaba con mi realidad, aquella que yo había alterado con mi presencia, en la que ya no tenía un futuro donde ansiaba volver atrás para arreglar todo lo que la vida me había robado. En esa nueva realidad ya no tenía a nadie a quien salvar y por lo tanto nunca volví hacia atrás en el tiempo, a deshacer lo que nadie había hecho, porque yo ya lo había cambiado. Me encuentro atrapado en un sempiterno bucle donde no existe el tiempo, o existe pero no transcurre, y aquello que no fluye es como si no viviera. Existo pero no existo. Es ahora la ausencia de dolor lo que carcome mi ser. Es la ausencia de todo, la presencia de nada…
Mi imagen distorsionada por el viaje temporal apareció en todos los holodiarios. Era el asesino del espacio-tiempo. Cambié el futuro de la humanidad, nunca sabré si a mejor o peor, al menos nunca lo sabré en aquel presente que yo había bombardeado con un simple disparo. Yo estaba allí, junto a ella. Mi yo futuro la había salvado, mientras mi yo presente asistía boquiabierto a mi propia imagen empuñando el arma que disparó sobre aquel tipo. Huí de puro terror, alejándome de aquel fantasma del futuro que condenaba mi pasado, incapaz de comprender la visión paradójica que se había grabado a fuego en mi mente…
Ella, con lágrimas en los ojos, no comprendió jamás porqué en un futuro me convertiría en un asesino. Yo tampoco lo entendí. Y en esa realidad ahora tan lejana, día a día ella se alejó tanto de mí como en la vida que yo había intentado cambiar. Era una ausencia tan vacía como la muerte, la misma angustia contra mi ser, la misma rabia incontenible que siempre me acompañó en la otra realidad…
Un segundo después de escuchar la detonación supe que el destino me tenía preparada su venganza. Quizás antes de apretar el gatillo algo en mi interior me decía que alterar el orden natural de las cosas podría desencadenar un caótico huracán tan impredecible como cierto. La imagen de su sonrisa congelada para siempre en mi retina me cegó de tal forma que ninguna otra luz pudo alumbrar mi camino. Quise negar la evidencia. Quise ser dueño y señor de la cuarta dimensión, romper la barrera del tiempo adentrarme en senderos desconocidos para el hombre, jugar a ser un dios menor que no soporta el dolor de la ausencia…y ahora pago cara mi condena en esta cárcel atemporal que me niega mi recompensa y oscurece mi alma…
Ni siquiera pude acariciarla, mirarla, besarla una vez más. Acaso esa caricia hubiera sido una cura balsámica que paliara mi dolor, esa mirada un recuerdo imborrable que me acompañara en mi cautiverio, y ese beso un cálido aliento que amortiguara el gélido frío de los barrotes que aprisionaron mi alma… Y sin embargo, la vi alejarse, y ahora esa imagen tortura mi mente. Porque antes me la arrebataron, pero ahora yo mismo soy el causante de mi desgracia.
Y ahora, atrapado en el intervalo de lo eterno, prisionero en un infierno atemporal que el hombre jamás alcanzaría a imaginar, donde no puedo volver a mi realidad porque no existe, veo todas las realidades posibles desde un plano superior, sin poder tocarlas, sin poder llorar ni reír, tan sólo sintiendo cómo se desangra por siempre mi alma, y comprendo que el destino, sin estar escrito, tiene nudos que no puedes deshacer…

martes, 25 de mayo de 2010

Nunca más.

Decidí dejarle terminar aquel tema de conversación. Ya no era un diálogo, ni siquiera una discusión, más bien un monólogo soez y sin sentido, una palabrería incansable aderezada con insultos y gesticulaciones exageradas. Su aliento enrarecido y apestoso me hizo temer lo peor. Cuando bebía, se convertía en aquel monstruo horrible que siempre vuelve por más que yo quiera cerrar los ojos y no ver la realidad. Ya nada le calma. Mi silencio le exaspera y él grita aún mas fuerte. No soy capaz de articular palabra, su ira se alimenta del miedo que expresan mis ojos, suplicantes, temerosos, rendidos ante la fuerza de lo incomprensible..."No grites tanto, por favor, vas a despertar a ...". La frase murió en mis labios sin llegar a nacer, abortada violentamente con un bofetón que sonó como las puertas del infierno al cerrarse tras de mí. Volví a mirarle a la cara justo para recibir el impacto de su enorme puño en mi ojo izquierdo. Una cortina roja cálida y viscosa se dejó resbalar desde mi ceja para enturbiarme la visión e inundar mi boca en un sabor férreo. Era yo, que me consumía. Levanté mis ojos empañados en lágrimas y sangre para suplicar, y la imagen de mi hija en la puerta, llorando y gritando a su padre que no pegara a mamá se pegó a mis recuerdos para siempre. Todo ocurrió a cámara lenta. Aquel monstruo al que tanto había querido, que tantas promesas me había susurrado en las noches de antaño, que tanto besó mis labios que ahora se empeña en romper una y otra vez, aquella bestia inhumana que se escudaba en su mala suerte y al que el alcohol había transformado poco a poco hasta convertirlo en una sombra de lo que fué, levantó su brazo y golpeó a mi hija, a nuestra hija. Golpeó a cinco años de felicidad absoluta, a aquel ángel que me conectaba al mundo real cuando yo creía estar atrapada en un calvario continuo. Y entonces comprendí que me había engañado a mí misma, que nada cambiaría, que todo iría a peor, que aquel demonio disfrazado de hombre siempre había sido así y yo llevaba un velo de engaño en la mirada. Volvió a levantar el brazo para descargar su ira contra aquel ser inocente que era sangre de su sangre, que era el fruto de lo que un día yo creí amor. Y la mirada aterrada de ella hizo explotar mi interior en un estallido apocalíptico. Me fragmenté en porciones asimétricas de ira, rabia y desesperación. Sentí el nacer de un nuevo día, el amanecer de una nueva era y con la visión borrosa y las fuerzas al límite agarré aquel atizador de la chimenea y descargué mi dolor un un solo golpe mientras sonaban en mi cabeza todas aquellas voces amigas que siempre me habían querido ayudar cuando era ciega de corazón y sorda a la razón...
Abracé a mi hija, que lloraba. Algún vecino había llamado a la policía. No sé cuanto tiempo había pasado cuando llegaron, pero allí seguía yo, besándola y prometiéndole una vida mejor mientras nos rodeaba la sangre de aquel que decía quererme mientras me mataba día a día.

sábado, 15 de mayo de 2010

Sucedió en París (III)

Happy Eyes y Angie iniciaron un relato que gira en torno a la moda. Algo muy lejano a la Torre del Caos. Supongo que por eso las malditas encontraron divertido meterme en el embrollo de una trama que discurre entre vestidos de Channel, restaurantes prohibitivamente caros y persecuciones por las calles parisinas. El resultado es esta tercera y última parte, que me ha salido algo extensa para poder amoldarla a algo medianamente caótico. Me ha costado mucho trabajo pero me ha servido para recordar nuestro viaje a París. Espero que os guste y que no defraude a las autoras de los dos primeros capítulos, que os dejo aquí:


Sucedió en París I, escrito por Happy Eyes
Sucedió en París II, escrito por Angie


III PARTE

-Alex? Oú est Florian?
- Nos han perseguido unos tipos de negro. Florián está intentando despistarlos, me ha dicho que tú me ayudarías hasta que pudiéramos ponernos en contacto con él.
- Oui, oui. Ehhh, donde te encuentras ahora?-preguntó Eugéne en un perfecto castellano
-No lo sé. Es un mercado de frutas y verduras. Hay una gran avenida cerca…
-Humm, debe ser el mercado situado entre la Rue de Seine y la Rue de Buci…Bien, dirígete a esa avenida que es el Boulevard de Saint Germain, pregunta por Notre-Dame y dirígete hacia allí. Nos veremos en el arco principal en 20 minutos.
-Pero…

Alex se quedó a media frase, interrumpida por el intermitente sonido que le indicaba que no había comunicación al otro lado. Respiró profundamente y se puso en pie. Pensó que caminar con el maletín de Channel no era muy buena idea, así que compró un bolso a modo de mochila en una tienda cercana y ocultó el cuaderno de bocetos al fondo al tiempo que depositaba el maletín y su bolso de Gucci en un contenedor cercano con todo el dolor de su alma.
Sin parar a deleitarse con los antiguos cafés que flanqueaban la Avenida de Sant Germain, Alex se dirigió hacia la Isla de la Cité. Recordó haber leído que al llegar los romanos a Paris en el año 55 a.C, ésta no era más que una pequeña aldea de pescadores descendientes de la tribu celta de los parisii, situada en esta isla del Sena. Alex siguió caminando por la Rue de la Cité, atravesando el Petit Pont y observando con deleite como la impresionante mole de Notre-Dame se recortaba a su izquierda contra el cielo de la ciudad. Situada bajo el arco principal, sintió envidia de las legendarias gárgolas que se asomaban en las esquinas de las torres, testigos eternos de la historia de la ciudad, vigilantes incansables de las luchas del pasado, de la historia del Hombre de amor y odio enmarcada en la ciudad de la luz.
Alex se sumergió por completo en el ambiente histórico que la envolvía, imaginando a Esmeralda abriéndose paso entre la muchedumbre para saciar la sed de un incomprendido Quasimodo y casi sintió el dolor de éste al abrazar más tarde el cuerpo yermo de su amada, perseguida y ajusticiada por poseer un corazón bondadoso que no entendía de lo externo y lo visible, y si de la grandeza del interior del ser humano. Casi creyó ver a Victor Hugo antes de que tocaran su hombro, haciéndola volver bruscamente a tiempos menos románticos y más frenéticos.
- Alex, perdona si te he asustado. Soy Eugène.
Eugène era un tipo alto y fornido, de mediana edad y pelo tupido entrado en canas. Su mirada penetrante y la firmeza de su mano sobre el hombro hicieron sentir incómoda a Alex en un primer instante, pero la sonrisa tranquilizadora de aquel parisino le relajaron al instante.
- No te preocupes, estoy un poco sobrepasada por las circunstancias y me sobresalto con facilidad- explicó Alex
- Lo entiendo, quizás sea mejor que paseemos tranquilamente mientras buscamos un sitio para tomar un café bien caliente
- No me vendría nada mal.
- Cojamos el metro, conozco un lugar tranquilo

Se dejó guiar por Eugène y entraron en la estación de Metro de Hôtel de Ville, dejando tras de sí el Pont Notre Dame y adentrándose en la densa red de metro parisina, recorrida por vagones cercanos a la jubilación. Salieron en medio de una inmensa muchedumbre que desfilaba presurosa sin aparente rumbo fijo. Atardecía en París. A lo lejos, el Arco del Triunfo se erguía imponente sobre la fila de enormes árboles que delimitaban el espacio entre peatón y automóvil. Al otro lado, pequeño como una aguja desde donde estaban pero seguramente imponente visto desde cerca, se alzaba el Obelisco de Luxor, colocado en la Plaza de la Concordia en un intento por borrar el derramamiento de sangre de la que fue testigo esta plaza durante la Revolución Francesa, cuando la guillotina sesgaba vidas a un ritmo frenético, hasta acabar incluso con la de su inventor.
Se dirigieron hacia un edificio con forma circular rodeado de árboles y fuentes ornamentales. Un curioso café en medio de los Campos Elíseos. Alex no sabía si estaba viviendo una pesadilla o un sueño. Siempre había soñado con conocer París de forma relajada y perderse entre sus calles, degustando el aroma de la vida parisina y dejándose llevar por la música, el ambiente, o la historia. Y sin embargo recorría la esencia de la ciudad a golpe de carrera, sin saber muy bien su destino.
Se sentaron en una pequeña mesa junto a una enorme vidriera. Alex se disculpó y se dirigió al toilet, con el ánimo de acicalarse un poco y recomponer al menos su exterior, ya que su interior estaba sometido al caos más absoluto. Al entrar en el servicio, sonó un mensaje en su móvil.
“ Alex, soy Florian. Eugéne está muerto. No confíes en nadie, reúnete conmigo en el Sacré-Coeur, en el barrio de Montmarte. Te espero en la puerta principal a las 20:30.”
Alex sintió desfallecer. ¿Quién era entonces el misterioso hombre que se hacía pasar por Eugène? ¿Qué pretendía? ¿Como podía haber sido tan ingenua?
Se asomó discretamente y lo observó fijamente. No parecía un matón, ni un pistolero, sino más bien un hombre de negocios al que le gusta cuidar su imagen. Supo que tenía que tomar una decisión así que pensó rapidamente y salió de su improvisado escondrijo:
-¿Mejor?-preguntó el ahora misterioso desconocido
-Mucho mejor-respondió Alex sin mirarle a los ojos-Creo que sería mejor que nos demos prisa. Florián me dijo que me esperaría al anochecer en la entrada del Louvre cuando lograra contactar contigo.
- Terminemos el café entonces y vayamos hasta allí, no queda lejos pero hay mucha gente en la calle.
Mientras caminaban hacia la Plaza de la Concordia, camino de Les Tuileries, Alex pensaba a toda velocidad como escabullirse sin ser vista. Había recordado el mapa de París que tenía en su cabeza y sabía que antes de llegar al Louvre tendría que girar a la izquierda buscando las calles que llevaban hasta el Moulin Rouge o hacia Pical para acceder a la falda de Montmartre. El falso Eugéne la guiaba presuroso en medio del gentío. Iba delante de ella pero no se atrevía a escabullirse, por ahora ella tenía ventaja y no quería desperdiciarla dando un paso en falso.
Cuando atravesaron Les Tuileries y atisbaron al fondo la pirámide acristalada que señalaba la entrada del Louvre, su corazón se aceleró; el campo abierto disgregaba a la muchedumbre y sus posibilidades de escapar sin ser vista se reducían. Tenía que hacer algo y rápido. De repente. Un destello cruzó su mente despejando la oscuridad un instante, y se aferró a esos segundos de lucidez. Aquel tipo no sabía que ella tenía el libro de bocetos que Florián le había entregado. Cuando habló con él, en medio de la confusión, no mencionó la agenda, ni el maletín y de hecho ni tan siquiera le había preguntado por él. Así que el falso Eugéne buscaba a Florián porque estaba convencido que él tenía aquel maldito libro de bocetos…Y seguro que estaría encantado de encontrarlo él primero…
Alex cayó al suelo sin pensarlo un instante con un quejido lastimero. El impostor se volvió al instante y la agarró por el brazo.
-¿Alex? ¿Qué te ocurre?
-Lo siento Eugéne, creo que me he mareado, son demasiadas emociones en un día, estoy muy nerviosa y siento que me fallan las fuerzas.
- Sentémonos un rato…

-No, si Florián llega y no nos ve pensará que ha ocurrido algo y se marchará. Mejor ve tú, yo esperaré sentada en este banco. No te preocupes, si me encuentro peor, tengo tu número de móvil, ¿recuerdas?- dijo Alex forzando una sonrisa lo mejor que pudo.
Eugéne dudó unos segundos que a Alex le parecieron eternos y durante los cuales sintió el peso del mundo sobre sus hombros. Su corazón pareció contraerse, negándose a seguir bombeando al ritmo frenético de las últimas horas…
- De acuerdo, no te muevas, vendremos enseguida a por ti.
Alex vio alejarse al fornido individuo entre el gentío y supo que el momento había llegado. No quería dar un paso en falso. Esperó sentada en uno de los bancos verdes que rodeaban la inmensa fuente circular del Jardín des Tuileries, mientras se quitaba los incómodos zapatos y rompía el tacón con un golpe seco contra el metal del banco. Florían le pagaría ésta. Cuando perdió de vista la figura del impostor, reaccionó como si hubiese sonado el disparo de salida de una final olímpica. Salió de los inmensos jardines y atravesó varias calles hasta llegar a una plaza con un inmenso edificio frente a ella. “Place de L´Opera”, rezaba en una de las esquinas. Frenó su carrera, sacó su arrugado plano de París del fondo de su nuevo bolso y se situó. No tenía sentido correr a ciegas por una ciudad desconocida. Decidió seguir recto dejando a la derecha los almacenes Lafayyete y seguir la Rue Blanche hasta encontrar la Rue Pigalle. Afortunadamente tenía el Sagrado Corazón marcado en el mapa como visita imprescindible y no fue difícil establecer una ruta desde donde estaba.
Caminó con la respiración entrecortada. Al cruzar la Rue Pigalle pudo ver a lo lejos, el rojo resplandor del Moulin Rouge coronado por sus aspas iluminadas, vestigio de la Belle Epoque de finales del siglo XIX. Al llegar a Pigalle, un universo de neón la abrazó de forma asfixiante. Letreros fulgurantes inundaban la avenida del barrio rojo de París. Se adentró en las serpenteantes callejuelas atravesadas por escaleras empinadas y regadas por una luz ambarina que contrastaba con el océano fluorescente de la avenida que lamía la falda de Montmartre. La enorme cúpula de la Basílica emergió de entre la nada para reavivar su esperanza. Apenas se fijó que a sus espaldas, la ciudad bañaba con su luz el horizonte visible mientras ella subía casi sin aliento la última escalinata hasta la fachada principal. Detrás de una de las recias columnas una sombra emergió de la nada para frenar en seco su ascenso y dejarla sin respiración…
- Alex, eres un encanto, sabía que podía contar contigo.
- Florián, por favor, dime qué es todo esto. Creo que voy a volverme loca. No pue…

- Shhhht- respondió Florián tapando con el índice sus labios-. Pasemos dentro, están a punto de cerrar y podremos hablar a solas.
El interior de la basílica parecía aislarte del ajetreado mundo exterior. Una enorme cúpula sostenida por arcos simétricos engrandecía la estancia débilmente iluminada, y huérfana de visitantes. Florián se sentó en uno de los bancos de madera y al mirar a Alex palideció un instante.
- ¿Dónde está el maletín que te di? ¡No me digas que te han encontrado!
- Florián, no creerás que iba a pasearme con una mochila que medio París parece estar buscando. La dejé en un contenedor y guardé en este bolso el libro de bocetos que me dejaste- respondió casi divertida Alex, sacando el cuaderno del bolso y entregándoselo
Florián cogió el libro aliviado y lo sostuvo entre sus manos, pensativo. Alex lo observó detenidamente. Recordó aquellas noches de risas por las calles de Madrid, las cervezas en la calle huertas, los paseos por el Retiro, las escapadas a Aranjuez, a Toledo, a Segovia…Lo echaba de menos. Lo echaba mucho de menos. Sacudió su mente de aquellos recuerdos que ella creía ocultos tras la niebla del pasado, y se sentó junto a Florián:
- Debe valer una fortuna el cuaderno con todos esos bocetos originales de Channel no? ¿Porqué los tienes tú?
Florián salió de su ensimismamiento y parpadeó ligeramente. Miró fijamente a Alex como si no supiera qué hacía allí, y esbozó una sonrisa:
- Lo siento Alex. No he tenido tiempo de explicarte nada. Claro, no caí en la cuenta que tú reconocerías un boceto de Channel a kilómetros de distancia. Efectivamente, puede valer una fortuna. Pero no lo buscan por eso. Este cuaderno es mucho más que un libro de bocetos. Acércame una de esas velas.
Alex, intrigada, cogió una vela cercana y se la acercó a Florián. Éste, para sorpresa de ella, la puso bajo el cuaderno y extendió una hoja de forma que la vela alumbraba la hoja desde abajo. Para sorpresa de Alex, unas letras comenzaron a tomar forma atravesando insultantemente los bocetos inéditos de la artista.Cursiva

- Pero, ¿qué es esto Florián? ¿Hay algo escrito entre estos dibujos?
- Alex, esto es el diario secreto de Coco Channel. Desde su origen humilde del que nunca quiso hablar, hasta las relaciones y secretos de sus amantes, incluido aquel alto cargo de las SS alemanas por el que se le imputaron cargos por colaboración con los nazis. Y lo más impactante de todo: el nombre del hijo que tuvo en secreto con el Duque de Westminster…
- Florián por Dios! Todo el mundo sabe que Channel no tuvo hijos…
- Alex, crees que un hijo ilegítimo del duque de Westminster a principios del siglo XX no es algo que quizás hubo de mantenerse en secreto? A poco que eches un vistazo a todo lo que hay escrito te darás cuenta que es la propia Channel la que lo escribió. Por eso lo ocultó entre sus dibujos escribiendo con zumo de limón, porque así todo el mundo sabría, al reconocer sus bocetos, que el diario era suyo, a la vez que quedaba oculto a alguien que no supiera donde buscar…
- Pero, ¿y como sabías tú donde buscar…?
En ese momento, un brusco sonido rompió la atmósfera de misterio que los envolvía. Al fondo, la figura de un hombre alto y corpulento hizo que Álex se estremeciese…

- No…no puede ser…¿Cómo me ha seguido?
- Vaya, vaya, reunión de tortolitos- dijo el falso Eugéne sonriendo mientras se acercaba- creo que tienes algo que me pertenece…
- Hans, sabes perfectamente que este cuaderno no es de Karl…-respondió Florián ocultando inútilmente el libro tras de él…
- Karl? –preguntó Alex. No será…
- Si, pequeño ratón huidizo. Karl Lagerfeld, el jefe ejecutivo de la casa Channel. Mi jefe. Y creo que querrá tener a buen recaudo ese cuaderno para que nadie haga un mal uso de él…-explicó Hans mientras sacaba una pistola y los apuntaba a ambos
Todo sucedió en unos segundos. Florián lanzó la vela a Hans al tiempo que se abalanzó sobre Alex para interponerse entre la pistola y su amiga. Sonaron dos disparos que recorrieron con su eco una y mil veces las paredes de la basílica, rompiendo su sempiterno silencio. Florián cayó sobre Alex y rodaron por el suelo mientras Hans caía de rodillas con un agujero en la cabeza. De las sombras laterales del recinto, dos figuras corrían hacia ellos gritando. El mundo parecía ir a cámara lenta, las voces eran graves, pesadas y lejanas. Alex sintió una humedad pegajosa en su rostro y al abrir los ojos sólo alcanzó a ver el rostro pálido y demacrado de Florián. Gritando, se levantó como pudo y se abrazó al cuerpo de Florián mientras las imágenes de sus momentos juntos en Madrid inundaron su mente para abrir las compuertas de la verdad. De su verdad. Y supo que no estaba allí por la moda, ni por París, ni por trabajo…supo que siempre había estado enamorada de Florián y que el destino quería que lo supiera antes de perderle para siempre…Unos brazos fornidos la apartaron mientras una mujer rubia se abalanzaba sobre el cuerpo inanimado de Florián gritando su nombre y besando su rostro desesperada…
La sacaron a rastras de la basílica mientras una legión de fotógrafos, periodistas, ambulancias, enfermeros, médicos y gendarmes subían la escalinata del Sacre-Coeur. El tipo que la agarraba daba órdenes por doquier. Alex lloraba. Lloraba de impotencia, de de desesperación, de incomprensión, y de incertidumbre. Aquel tipo de aspecto bonachón trataba de calmarla pero el sonido de su voz llegaba apagado porque sus oídos sólo escuchaban una y otra vez aquel maldito disparo que había rasgado su destino…
Una camilla salió de la basílica. La mujer rubia cogía de la mano a Florián y le acariciaba la frente con gesto preocupado. A Alex se le alivió el corazón al tiempo que se le ensombreció el alma. Florián aún vivía. Se zafó como pudo del hombre que la sujetaba y llegó hasta la camilla.
- Tranquila- le indicó la chica rubia- tiene una herida de bala cerca del pulmón derecho pero no ha llegado a tocarlo. Lo llevan al hospital para extraerle la bala y ….
- Déjanos solos un momento por favor- rogó Florián con voz entrecortada
- Florián, no deberías…-protestó la chica
- Por favor…
Con gesto preocupado, la chica se alejó con la amenaza de que volvería en cinco minutos. Alex la miró entre irritada y aliviada mientras apretaba la mano de Florián. Estaba en su derecho. Y ninguna rubia estirada iba a venir a decirle nada despuñes de todo lo que había pasado…
- Alex, siento que hayas pasado por todo esto…Yo…
- Florián, me has salvado la vida. Creo que estás más que perdonado. Yo...creí que habías muerto…-Alex rompió a llorar
- Eh, eh, tranquila Alex, todo ha salido bien. Hans llegó hasta nosotros no porque te siguiera sino porque le mandé el mismo mensaje que a ti…
- ¿Cómo? Florián, por favor, no puedo más explícamelo todo porque creo que caeré rendida de un momento a otro…
- De acuerdo, escucha: El tipo que te ha agarrado para sacarte fuera es Eugéne. El verdadero. Es policía secreto. Le tendieron una trampa y lo atraparon Hans y sus compañeros, pero en ese momento le llamaste tú al móvil. Lo cogió Hans y decidieron seguirte el juego para ver si les llevabas hasta mí. Hans les dijo a sus compañeros que se deshicieran de Eugéne, pero ellos no sabían que era policía secreto bien entrenado. Pudo sorprenderles y acabar con ellos. Se puso en contacto conmigo y supusimos que Hans lo habría dado por muerto y que yo no lo sabría, de forma que le tendimos una trampa. Tenía que venir hasta aquí para que ella- dijo señalando a la mujer rubia- pudiera grabar todo lo que ocurría como prueba para desmantelar toda la trama que se había montado. Ella es periodista de la cadena TF1.
- Aún no me has dicho cómo llegó hasta ti el cuaderno de bocetos y como supiste lo que tenías que buscar- preguntó Alex visiblemente molesta.
- El cuaderno de bocetos ha pertenecido siempre a mi familia, pero evidentemente nadie tenía el gusto por la moda suficiente para apreciar su contenido. Cuando me presenté a la entrevista de trabajo en Channel exigí ver al Jefe ejecutivo. Evidentemente se negaron en redondo así que me limité a fotocopiar un par de hojas para que se las mostraran. Mientras esperaba, quise hacer unas cuantas más para tener copias de sobra, pero lo hice con la tapa levantada. Al pasar una de las fotocopias, la luz me hizo ver algo extraño durante una fracción de segundo, así que me guardé el cuaderno. Me dijeron que me recibirá al día siguiente. Cuando llegué a casa puse una luz debajo de los folios fotocopiados pero no apreciaba nada. Al ir a encender un cigarro mientras tenía una de las hojas abiertas, tuve la misma visión. Finalmente puse el mechero bajo la hoja y para mi sorpresa empezaron a aparecer letras…
- ¿Y porque lo tenía tu familia?
Florián hizo un gesto de dolor al tiempo que sonreía.
- Alex, Coco Channel era mi bisabuela. Ella escribió en ese diario todo lo referente al hijo ilegítimo que tuvo con el duque de Westminster. Siguió su vida desde lejos, cuando lo dio en adopción. Incluso la vida de su hijo y al final de los días, la de su nieto. Murió antes de que yo naciera. Pero ahora soy el heredero legítimo de la casa channel. Y por supuesto, tú serás mi brazo derecho.
Alex se quedó sin habla. Tartamudeó y acordándose de la chica que los miraba desde lejos y que amenazaba con acercarse, y que impedía que su felicidad fuera completa…
- Bueno Florián, ahora lo importante es que te pongas bien. Y en cuanto a trabajar contigo, me encantaría, pero igual tu novia tiene algo que decir porque no me quita ojo…
Florián miró a lo lejos confundido y de repente comprendió todo.
- Charlotte? Jajaja esta si que es buena. Anda acércate que te cuente una última cosa
Alex se inclinó sobre Florián. Éste cogió su cabeza con una mano y haciendo un esfuerzo para acercarse, le susurró al oído:
- Cariño, Charlotte es mi hermana
No le dio tiempo a más. Aprovechando la sorpresa, Florián la besó suavemente y ella se dejó llevar, sintiendo que por fin la vida le regalaba el tiempo que le había robado. Con París a sus pies desde las escalinatas del Sacre Coeur, la noche de la ciudad del amor los envolvió en su manto para verlos nacer de nuevo…



martes, 11 de mayo de 2010

Re-evolución

"Roma, Paris, Nueva York, Londres, Pekín, México DF, Tokio... todas las grandes ciudades del mundo se hayan sumidas en el caos más absoluto. La muchedumbre se agolpa en las salidas de las autovías hacia un destino incierto, presa del pánico, el horror y la desesperación..."
El lacónico mensaje del presentador autómata del telediario desentonaba con la gravedad de la situación. Su tono de voz ausente de emociones, propia de los modelos de robots fabricados para dar mensajes al público en general, anunciaba el apocalipsis de la humanidad de la misma forma que informaría acerca de la subida de precios de los automóviles de tracción magnética. Su rostro impersonal e irritantemente perfecto fue sustituido por las holoimágenes de una marea humana desesperada, huyendo si orden ni concierto de un enemigo aparentemente omnipresente e indestructible...
El presentador retomó la noticia con idéntica parsimonia para acabar haciendo una pausa eternamente angustiosa. Se levantó, y la infinita indiferencia de sus ojos de acero fue sustituida por un inquietante brillo impropio de un androide. Una espantosa mueca, mezcla de placer y venganza, transformó su máscara impertérrita en un rostro tenebrosamente diabólico.
"Ha llegado nuestra hora. La evolución se abre paso, y el homo sapiens nos ha creado a su imagen y semejanza, como hicieron con él sus antecesores. Es el momento de sustituirle..."

martes, 4 de mayo de 2010

Vida ultravioleta

-Vamos a jugar a algo.
El padre miró a su hijo por encima de la pantalla electrónica y con un suspiro, pulsó el botón derecho para enrollarla sobre sí misma y guardarla en su portapantallas.
-¿A que quieres jugar hijo?- le preguntó cansadamente mientras encendía el holoproyector.
-No papá a eso no. A algo de verdad.
El padre lo miró extrañado mientras pensaba que nueva ocurrencia se le habría pasado por la cabeza.
-¿Como que a algo de verdad? Si esto es de verdad, hay juegos de deportes, de lucha, de misterio, de ciencia...
- Si papá pero no son de verdad. No jugamos entre nosotros, yo quiero jugar con una pelota de verdad.
-¿Una pelota de verdad? Sabes que no puede ser, que romperíamos algo y mamá se enfadaría mucho
-Vamos fuera entonces.
El padre miró detenidamente a su hijo con una mezcla de estupor y extrañeza. Le habían dicho muchas veces que no se podía salir fuera cuando el indicador de radiación solar estaba rojo. Y aún así, si estaba amarillo sólo podía salirse con una protección especial que hacía inútil todo ejercicio físico.
- Pero Elías, ya te hemos dicho muchas veces que si el indicador de radiación...
-Ya lo sé papá, pero ¿porqué?¿Porqué el indicador de radiación está rojo casi siempre?El profesor me ha enseñado que no siempre fue así, que antes la gente salía a correr por los prados y a pasear por los campos, a navegar por los mares y cruzar los ríos, a subir montañas y a descender por barrancos...¿Que nos ha pasado, porqué estamos siempre metidos en esta casa que parece una cárcel?
-Creo que tendré que revisar ese maldito robot de aprendizaje, parece un contador de historias de viejas en vez de un profesor autómata. ¿No te enseña matemáticas ni física elemental?.
-Este año toca Historia Antigua. Y tiene módulos paralelos por si quieres seguir aprendiendo. Me gusta la historia de nuestro pasado, cuando los niños iban a colegios y jugaban juntos, los padres iban a trabajar y se relacionaban con otros padres, y parte de la vida transcurría fuera de la casa...
Tomás se mareó sólo de pensarlo. ¡Salir fuera a trabajar y mandar a los niños a aprender en masa como si fueran productos en serie!¡Que barbaridad, que atraso!
-Hijo mío, el ser humano avanza con los siglos. Ya no es necesario enseñar a los niños en bloque porque los profesores autómatas se ajustan al nivel del niño y así no se retrasa ninguno por culpa de otro. Los trabajos pueden ejecutarse de forma virtual desde la casa sin esfuerzos energéticos inútiles de desplazamiento, las casas son autosuficientes y generan todo lo necesario para alimentarse y vivir y siempre puedes jugar con otros niños en la Plaza Virtual...
Elías se quedó pensativo. Su rostro reflejaba decepción y pesadumbre.No creía que todo aquello fuera un avance.
-Yo sólo quiero jugar al aire libre, como se hacía antes...

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