La herrumbre es la dueña de este barco, anclada su quilla y su destino en algún lugar remoto de la costa irlandesa. Contrasta su aspecto oxidado y cochambroso con la pulcritud de las fachadas de las casas que lo rodean, envolviéndolo en un abrazo desigual, mezclando lo nuevo y lo viejo, el cuidado presente y el pasado olvidado. Las olas, conscientes de su fragilidad, acarician su costado suavemente, recordándole que aún sigue vivo aunque él se sienta lejos del mar que antaño fue su hogar.
¿Que historia escondería aquel pequeño barco oxidado que por casualidad encontramos en nuestro viaje por aquella mágica tierra de celtas y runas?
Dedicado a nuestro Capitán Clostridium
¿Que historia escondería aquel pequeño barco oxidado que por casualidad encontramos en nuestro viaje por aquella mágica tierra de celtas y runas?
Dedicado a nuestro Capitán Clostridium
25 comentarios:
YO, primi.
Cuando tenga tiempo, yo la contaré.
argggg... que sacrilegio! ese no es lugar para un barco en ruina... tiene que estar como el mio, bajo el agua. Los hombres pisan la tierra, cuando mueren son enterrados, los barcos surcan el mar, cuando mueren deben naufragar. grrrrr
Si, la verdad es que destaca bastante entre esas casitas tan monas y colocaditas. Un toque pintoresco, que nos lleva a imaginar mil historia diferentes. Bonita imagen. Un abrazo Yandros.
Mientras no esté en el fondo del mar, tal vez todavía rejuvenezca y se vaya a algún lugar. :-)
Barcos curiosos que yo conozca: el AF Chapman, en Estocolmo, que está anclado enfrente del palacio real y sirve de hostal juvenil. En Noviembre hace un frío de narices en las duchas, pero es toda una experiencia. Y también en Estocolmo, el Vasa, alrededor del cual se ha construido el museo más visitado de la ciudad con más museos del mundo (esta información la dan los propios suecos, con lo que es posible que parte, o todo, sea chauvinismo).
Una lástima ese desecho colocado sobre la naturaleza viva de ese pueblo costero. Y me pregunto yo ¿ tanto costará quitarlo de ahí?, o será que lo toman como atractivo turístico.....todo es posible, aunque para mi gusto, deja mucho que desear la estampa.
que lo cuente el capiiiiii
La foto es preciosa, y es verdad que el barco nos hace preguntarnos por su historia... Besos.
Bonita dedicatoria, esperaré la historia del capitán.
Saludos vecino!
Capi: A la espera quedamos
Titanic: Si, nadie quiere "enterrarlo", o se dirá "enmararlo"?
Andrea: Me gustó mas el barco que las casas jejeje
X: Quien sabe, las corrientes marinas son inexpugnables
Reithor: Me encantó el Vasa, a ver si cuelgo una foto. Aunque en Noruega también me gustó el barco de Admunsen
Menda: Argggg no tienes sentimientos?Pobre barquito, seguro que él estaba antes que las fachadas!
S: Se está haciendo el remolón
Claire: A mi también me gusta el barco, no como a Menda...grrrrr
Nadia: Vecina, esto no cuenta para fardar en el vecindario de tener un yate no?
Un saludo a todos
Si el Capi no la cuenta, a mi se me ocurre una...
***
"Le pusieron por nombre "Tristón". Desde el día que lo botaron, estaba marcado por un triste sino: ser abandonado por su dueño que, a los pocos años de tenerlo, decidió comprarse un barco mucho más moderno pero, eso sí, con menos encanto. Y allí lo dejó. Abandonado a su suerte. A su mala suerte. Triste y sólo, como un perro al que dejan al borde de una perdida carretera.
La tristeza que lo embargó al verse sin el cariño de su amo, lo fue tiñendo de óxido por todos sus rincones, haciéndole envejecer a pasos agigantados.
Hasta el día en que decidió dejar de abandonarse a su irremediable decadencia y empezar a poner todo su empeño en intentar seguir manteniéndose a flote a pesar de verse sólo en la vida.
Y allí, encallado, coqueteando con el peligro de morir hundido los días de fuerte temporal que eran muchos, como coquetean con la muerte los funambulistas cuando caminan sobre una cuerda en las alturas, siguió viendo pasar la vida día tras día.
Los lugareños admiraban atónitos cómo Tristón era capaz de enfretarse y sobrevivir a todas las inclemencias meteorológicas de su pueblo.
Poco a poco, el barquito, aunque viejo y oxidado, se fue ganando el cariño de todos y eso le devolvió la felicidad.
Su tesón, su fortaleza y, sobre todo, las ganas de seguir adelante fuera como fuese, había servido para algo ¡Ya no tenía amo pero tenía un centenar de amigos!
***
Bueno qué, ¿ta gustao, Yandros? jajajaja... El capi contará una historia más chula seguro, que está en su terreno, pero no me negarás que mi "momento de improvisación" no es desdeñable, eh? jejeje...
Besos. Angie.
pues quizá esconda infatigables jornadas de trabajo, lluvia y tempestad ¿sabes? el mar de irlanda, al que muchos pesqueros de mi tierra van a faenar, se le denomina El gran Sol y, paradojicamente, cuentan, que es uno de los mares más negros del mundo.
Quizá el el barco encierre eso, el ocaso de las horas pasadas, pensamientos y secretos que, un día, estuvieron a la deriva.
besos
No podrías dedicarselo a nadie mejor :).
Vaya, no solo dominas la prosa científica (cosa de la que no me cabía ninguna duda) sino que esto se te da increiblemente bien. Me pongo de buen humor cuando mi escritorio dice que has escrito un nuevo post, es genial poder leerte.
mua!
Seguro que más de una lágrima cayó aquel nefasto día.
Angie: Pues lo tiene dificil el Capi para superarte si señor, porque además ha sido así, a bote pronto. Y se me ha ocurrido una idea. ¿Y si pongo una foto y os reto a un microrrelato de menos de 100 palabras? El ganador publicará la historia en el blog!
calpurnia: sé que la próxima foto que ponga de Irlanda te gustará especialmente. El circulo megalítico de Drombeg. A ver si este mes puedo escribir algo
Luna: Muchas gracias, es agradable un cumplido asi de alguien que domina las letras y la música a la vez
Camaleona: Quizas el mar donde se apoya sean lágrimas derramadas
Un saludo a todos
Las olas de un mar tan calmo y azul como tenebroso y cruel. La historia hablará de muerte, de la que el barco sea el último resto de vida que quede.
Son como libros del mar en cuyas hojas se escriben leyendas.
La foto es magnífica, y el viaje sin duda que tuvo que ser genial.
Que envidia!
Un abrazo
Pues me parece una idea estupenda!Por lo menos, me merezco ganar el primer premio al microrrelato y que me lo publiques en mi blog, no? jeje..
Estoy yo pensando que, desde que nos conocemos, ya te he dado más de una idea eh.. voy a tener que empezar a negociar contigo en serio el tema de las comisiones por darte ideas pa tu blog, eh, yandritos! jajaja..
Un beso. Angie.
que diga.. que me lo publiques en tu blog, no el mío, que me he equivocado al escribirlo. (en mi blog, no creas, que ya tenía pensado hacerlo en mi proximo post)
Es grotesco que nadie se preocupe por lo viejo (lo que ya no sirve para el propósito que fue creado). Sin embargo, nos vale a quienes buscamos algo más. Es un regalo, triste, puede ser, pero un viejo barco varado en la costa puede ser un encantador de sueños. Para algunos, para mí, un regalo.
Un abrazo (gracias por tu comentario)
Chuff!!
Carlos:El viaje fue genial y os regalaré otras fotos igual de curiosas
Angie: la inspiración no tiene dueño!
Zanyzero:Coincidimos. Me encanta todo aquello que parece encerrar una historia.
Y en este caso mas que nunca
Chuf!
Un saludo
cómo te escaqueas, jodío....jajaja...
bueno, vale! la inspiración no tiene dueño! pero mi propuesta de ganar el primer premio de microrrelatos de tu blog sigue en pie!jajaja..
Muakk!
PD: gracias por acudir raudo y veloz a mi fiesta! que te echaba de menos, coño!)
guauu seguro que me gustará la foto y lo que escribas sobre el cromlech. esta semana que viene, estaré fuera y seguro que sin internet ni blog. Pero descuida, que a la vuelta, si ya lo has escrito, comentaré, claro que si
besos
Angie: Me llevará tiempo bucear entre todos los regalos de tu fiesta
calpurnia: pues que te sea fructífera la desconexión! que te diviertas!
Pues a mi me gustaría haberlo encontrado e imaginar las mil aventuras de los fantasmas que, seguro, lo habitan...
Abrazos de una celta de origen irlandés.
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