sábado, 25 de julio de 2009
Un mundo de oscuridad
miércoles, 22 de julio de 2009
Un mundo de luz
martes, 21 de julio de 2009
Crónicas del Futuro. Día 3
Cuatro décadas
Unos dicen que jamás te conquistaron, que permaneces inexpugnable en tu eterno ciclo alrededor de tu amado. Quizás sea un intento desesperado por mantener tu halo de misterio, tu influjo nocturno, tus secretos al otro lado de la cara que nos muestras.
Yo creo que si que hemos llegado a tí, aunque quizás no de la forma que nos quisieron vender. Quizás no fue tan romántico o tan especial y se toparon con tu cara gris y desolada salpicada por los vestigios pasados de la que no tiene escudo que la proteja, y decidieron maquillarte como a las estrellas de la televisión.
Y cuarenta años después, mientras seguimos discutiendo sobre si fuimos capaces de tanto, tú nos sigues sonriendo cada noche, impertérrita, indiferente, sabiendo que te debemos mucho.
lunes, 20 de julio de 2009
Cambio de perspectiva
jueves, 16 de julio de 2009
Crónicas del Futuro. Día 2
Crónicas del Futuro. Día 1
martes, 14 de julio de 2009
Felicidad.
Es efímera, escurridiza, se esconde entre las bambalinas del teatro de la vida y una vez que la atrapas quieres guardarla en un cajón hermético para jamás volver a perderla. Pero ella es inmaterial, no hay cárcel que pueda retenerla ni guardián que pueda custodiarla, es libre y caprichosa y al igual que te regala su presencia se esfuma dejando tan sólo en tu alma el recuerdo de su esencia.
viernes, 10 de julio de 2009
El libro
No debí abrir ese libro. El libro donde venía escrito mi destino...
martes, 7 de julio de 2009
Génesis

lunes, 6 de julio de 2009
Melocotón
sábado, 4 de julio de 2009
Adiós a un genio
Flotaba en el aire, lejos de todos, mientras la muchedumbre le aclamaba asombrada de su poder.
Una aureola de magnificencia le iluminaba, majestuoso, como el halcón que sobrevuela las montañas, a la vista de todos, al alcance de nadie.
Se me quedó en la retina su movimiento lento caminando hacia atrás, su giro rotacional para terminar guardando el equilibrio sobre sí mismo. Se me quedó en la memoria su pasión al pronunciar sus propias letras, la fuerza que más tarde le iría abandonando lentamente. Se me quedó grabado a fuego en la mente la forma en que detenía el tiempo a su antojo para acelerarlo después.
Se me quedó en el alma la imagen de un genio que quizás no supo quedarse en lo más alto y comenzó a bajar por el otro lado de la ladera, pronunciada y sin vuelta atrás.
El resto se me borró de la memoria. El alma solo entiende de la perfección.