lunes, 29 de agosto de 2011

El Origen del Caos

Desde que puse la primera piedra de esta Torre he estado dándole vueltas a una entrada que reflexionara sobre los orígenes de mis tendencias caóticas y a la ciencia ficción. Son cosas distintas pero entrelazadas.

Cuando yo era aún un adolescente solíamos pasar largas temporadas de verano en Jaén, donde el insufrible calor del interior andaluz nos recluía sin remedio a toda la familia en la única habitación que tenía aire acondicionado, que por aquel entonces era un lujo. Uno de estos veranos, uno de mis maestros (a mi padre siempre le ha gustado más que le llamen maestro que profesor así que para mí, mis profesores de EGB fueron mis maestros) me dejó tres libros que conformaban una Trilogía. Eran unos libros de bolsillo que no me sonaban a nada, pero que mi maestro, de matemáticas, me dijo que me gustarían. Se equivocaba. No me gustaron. Me fascinaron, me sorprendieron, y expandieron de forma automática la visión de las cosas que hasta entonces tenía. Se abría un nuevo campo para mí; el de la ciencia ficción.

Estos tres libros se conocen como la Trilogía de las Fundaciones de Isaac Asimov: Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación. La forma de escribir de Asimov hace que los conceptos de ciencia ficción que se manejan en el libro parezcan cercanos y posibles, y para alguien que no había cumplido los quince años, descubrir la capacidad que puede tener el ser humano para jugar con su imaginación fue todo un regalo.

Me interesé de tal modo por el universo futuro que había creado Asimov que me leí gran cantidad de sus relatos concebidos como una historia de la humanidad desde nuestro presente hacia el futuro. Y en esta variedad de libros fui descubriendo aspectos desconocidos de la mente humana, del comportamiento social e individual, y de que, efectivamente, la historia se repite, aunque sea a escalas distintas y con puntos de referencia diferentes.Y entre sus páginas empecé a pensar sobre el comportamiento de los seres humanos a nivel individual y a nivel colectivo. De cómo lo primero es casi impredecible y lo segundo puede ser más o menos predecible en función de ciertos parámetros y si se tuvieran en cuenta todos y cada uno de ellos, además de la interrelación entre los mismos.

A base de mucho leer y conforme he ido caminando por la vida, he ido anotando y observando que todas nuestras acciones pueden tener consecuencias imprevisibles. Si bien puedes jugar con las probabilidades y estar seguro de que si lanzo una pelota hacia arriba, volverá a caer, hay muchos aspectos de la vida tan enredados que no somos capaces de ver las distintas relaciones de causa y efecto. Caminamos rápido, analizamos a posteriori y generalmente sólo tenemos en cuenta un par de variables cuando quizás haya cientos o miles.

El hecho de que mi maestro de matemáticas me dejara esos libros hace casi veinte años quizás sea el punto de partida de que hoy estés leyendo estas líneas en la Torre del Caos. Evidentemente hay muchos afluentes por medio, ya que si no se hubiera inventado internet tampoco tendría herramientas para crear la Torre.

Y curiosamente, los ciclos se cierran, porque esa persona que me dejó los libros ahora puede leer sobre este hecho. No comenta pero se que me lee. Y lo que para él fue un hecho sin más en su vida, para mi fue algo crucial y determinante. ¿Cuantas veces habremos hecho algo en la vida de forma cotidiana que sin embargo para otra persona ha marcado un hito en su historia? ¡ Que gran invento sería un mapa de la vida de cada uno donde pudiéramos marcar estos hitos y ver donde se cruza nuestra vida!

Este verano cuando he ido a casa de mis padres a pasar unos días me he encontrado a Don Roque por la calle, tan deportista como siempre. Don Roque fue mi maestro de matemáticas. Antes llamábamos a los maestros de Don aunque fueran cercanos y luego ya es dificil quitar la costumbre. He de darle las gracias, porque, al fin y al cabo, me enseñó el camino de las matemáticas y el de la ciencia ficción.
Al fin y al cabo, contribuyó al Origen del Caos que ahora rige mi universo

16 comentarios:

Javier Ximens dijo...

Mi padre también fue siempre maestro, nada de profesor de EGB. Maestro escuela. La importancia de los primeros libros es fundamental casi siempre: No es lo mismo que tu primer libro sea La Biblia que Asimov. Ambos de ciencia-ficción, pero tan diferentes: Asimov por lo menos no te condena si no le crees. No recuerdo mi primer libro, pero sí el primero en ser apuntado en la lista que desde los 15 años conservo: El Jugador.
Buena idea la del mapa de la vida, podríamos observar qué porciones de terreno hemos ido por autopistas sin pararnos a ver el paisaje.

Perfida Canalla dijo...

Pues me ha parecido un comienzo muy revelador, y muy interesante

Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita

FBM dijo...

Fantástica la trilogía. Sobre todo el primer tomo y la mitad del segundo. no sé si conoces un libro que editó mucho después: "Preludio a la Fundación". He dicho editó porque es tan malo que no creo que lo escribiera él, sino alguno de sus "negros". Y se lo colaron.

Sara dijo...

Me ha encantado eso que dices de ese invento en el que la vida fuera un mapa donde pudieramos ir marcando hitos donde se cruzan otras vidas... ¡Eso da para un relato!
Sigue en pie lo de mi primer Asimov "El fin de la eternidad", de él sólo he leído dos relatos: La última pregunta y La última respuesta. Ya te contaré cuando lo haga.

¡Un saludo!

Yandros dijo...

Ximens: Me apunto el libro de El Jugador...veremos que sorpresas me depara
Pérfida: Su blog es casi tan caótico como éste jajaja
FBM: Hombre, yo no lo ví tan malo pero quizás me cegara mi pasión por Asimov jajaja.Me he leido ése y "Hacia la Fundación" y los que vienen después, "Los límites de la Fundación" y "Fundación y Tierra", pero nada como la Trilogía, donde el Mulo me sirve como perfecto ejemplo de la Teoría del Caos, no crees?
Sara: Ya tengo en mente un relato sobre el mapa de la vida, habida cuenta de que ha gustado la idea...¡y no lo dejes más, léete ese libro ya!
Saludos a todos

barbaria dijo...

Mi padre también es maestro, jubilado ya, pero maestro, nada de profesor...
También me leí con avidez la trilogía de Asimov y también me gusta la idea de ese mapa vital que dices.
Y me encanta que dediques esas palabras a tu maestro. Me encanta que recordemos no sólo los hitos que marcan nuestra vida sino a las personas que nos abrieron puertas y ventanas, señalándonos caminos que no habríamos visto de no ser por ellos.
Gracias por compartir tu recuerdo.

Damian Neri dijo...

Y se hizo el Caos.

Atlántida dijo...

Nada más leer la palabra triología sabía que estabas hablando de Asimov, la ciencia ficción siempre me ha parecido un gran intento de huir de este mundo más la probabilidad de predecir el futuro.
Realmente el comportamiento humano es muy difícil de predecir, de ahí, creo yo, el fracaso de la psicologia, muchas veces ni nosotros mismos sabemos porque actuamos de determinada manera, y aún haciendo siempre lo mismo, un buen día aparecemos sorprendiendo a todo el mundo con acciones que no se corresponden con nuestra personalidad.
Yo le doy gracias siempre a todos los que se cruzaron, me aportaron y me hicieron ser la persona que soy, a pesar de que ellos jamás sepan lo que causaron en mi vida, al fin y al cabo somos la suma de nuestras circunstancias.

Oscuro dijo...

Con cariño recuerdo yo también a mis maestros, sobre todo a Don José, el primero de ellos, y a la Señorita Amelia. Para mí, al igual que para ti, el "don" y el "señorita" va irremediablemente unido a sus nombres.

En cuanto a La Fundación, hoy mismo recomendaba estos libros a un compañero de trabajo que acaba de adquirir un ebook, menuda casualidad.

Yo hace bastante tiempo que los leí todos, la trilogía original, las dos precuelas y las dos continuaciones, y he de decir que me encantaron, pero mis libros favoritos de ciencia ficción serán siempre la saga de Dune, la cual te recomiendo encarecidamente en caso de que no hayas tenido la oportunidad de leer.

Tanto los 6 libros originales, escritos por Frank Herbert, como el resto (la trilogía Preludio a Dune, la trilogía Leyendas de Dune y los dos últimos que serían "Dune 7") escritos por su hijo Brian, forman un universo apasionante.

Un abrazo

Yandros dijo...

Barbaria: Anda, mi padre es jubilado también, si que hay hijos de maestros por aquí jajaja.
Damián Neri: El Caos ya estaba, creo. Sólo tuve que descubrirlo y ver su lado bueno
Rebeca: El comportamiento de un individuo, es impredecible. Lo que Asimov llega a plantear en sus relatos es la existencia de una ciencia, llamada psicohistoria, con la que mediante ecuaciones probabilísticas se podía determinar la acción de la sociedad en base a unos parámetros. Para ello, las ecuaciones eran más válidas cuanto mayor era el número de personas que componían la sociedad. En las Fundaciones, el Imperio Galáctico se expandía por toda la Galaxia y aglutinaba a trillones y trillones de seres humanos. No esta mal ¿eh?
Oscuro; Por supuesto que Dune es lectura obligada para los amantes de la Ciencia Ficción. No he completado la Saga, llevo sólo la Trilogía inicial, y es sencillamente sublime. Pero para los que no se hayan iniciado en la ciencia ficción no la recomiendo como primera toma de contactocon el género, es bastante bastante "denso" y complejo. Eso no le resta brillantez, pero hay que estar preparado para leerlo.

Un abrazo a todos

Pugliesino dijo...

Atractiva y fantástica idea la que mencionas del mapa de la vida, con esos cruces que no de caminos sino de casualidades, destinos o que sé yo, no creo que se puedan medir esas cosas pero si que de alguna forma debe existir la manera de cartografiar ese mapa.
Realmente dices bien cuando llamas maestro a aquellas personas que hacían de la enseñanza no un programa sino un mundo que sin darnos cuenta, hasta que se sale de el, mezclaba la ciencia y la ficción, el futuro y los sueños, el tiempo sin prisas, sin mas prisas que la velocidad de la imaginación.

Sin el caos estaríamos en perpétua crisis, esclavos de las máquinas.

Hay libros que nos hacen libres.

Un abrazo

Pilar Abalorios dijo...

Llego de rebote a tu torre, y me reconozco atraída por el seudónimo, es una trilogía que me encanta.

Si no te importa, me quedo un rato.

Un saludo

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho esa reflexión que has hecho de que lo que para alguien puede ser un hecho sin mayor importancia para otra marca un antes y un después en su vida. Doña María, la maetra que nos mandó hacer un cuento cuando estaba en 6º de EGB como uno más de los cientos de deberes que nos mandó a lo largo del curso no imaginaba que para mí la escritura sería todo un descubrimiento!

Y hace un rato, ¡por fin! he vuelto a escribir después de unos cuantos meses sin ocurrírseme ni una triste idea.

Espero que hayas pasado un buen verano, Yandritos!

Un besoooo.Angie.

Yandros dijo...

Carlos: Sin el caos, la evolución se detendría, verdad Carlos?
Pilar: Bienvenida a la torre. No sé si te refieres a la Trilogía de Asimov que he comentado en la entrada o a la Trilogía del Señor del Tiempo (de donde efectivamente procede el seudónimo de Yandros). En cualquier caso, coincidimos!
Angie: ¿Ya te has espabilado del sopor veraniego? Seguramente ese relato de 6º de EGB sería todo uncuento de princesas y principes eh? Jajajaja

algalan dijo...

¡¡¡¡¡Mil copias!!!!!... jajajaja - Que tiempos

Yandros dijo...

algalan: Jaaaaaaaaaajajaj. He de explicarlo al resto de comentaristas jajaja. Don Roque cuando nos castigaba nos mandaba 1 copia a mano del tema, o 2 o 4, o 10, o 20, o 50, o 100, o 1000, generalmente en esa progresióin mientras el alumno en cuestión seguía diciendo "pero, pero..." dos mil copias!!!!, "pero si yo no he..." tres mil! Jajaja. Luego llegaba el día del maestro y las perdonaba todas, ¡habia truco!

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