sábado, 29 de agosto de 2009
Venecia
miércoles, 26 de agosto de 2009
Todas las mañanas del mundo...
Todas las mañanas del mundo, con sus amaneceres de esperanza y renovación, no bastarían para borrar tu recuerdo si no estuvieras junto a mí.
Todas las mañanas de lo que queda por vivir serían grises, sin brillo ni relieve; serían como una explosión de color para un ciego, como el ruido de un trueno para un sordo, como una tabla de salvación para aquel que ya ha decidido ahogarse en el mar de la desesperanza.
Todas las mañanas del futuro no podrían traer de vuelta mi alma, prisionera entonces de la tristeza y el dolor.
lunes, 24 de agosto de 2009
Centenario
No sé si será una buena idea, pero quería celebrar esta entrada número 100 con una sorpresa especial. Hace tiempo que llevo dando vueltas en esta cabeza caótica a adentrarme en una aventura sin meta fija, como la carrera de la entrada anterior.
Como sabéis los que me seguís hace poco empecé una serie de entradas tituladas Crónicas del Futuro. He pensado en crear un blog aparte para estas entradas, porque será más fácil seguirlas de esa manera y de esta forma no se mezclarán con los pensamientos caóticos de la torre, ya que las Crónicas es un Diario, y por lo tanto, algo ordenado aunque sea de forma lineal.
Así, a partir de hoy podéis entrar en un nuevo blog, Crónicas del Futuro, que empieza con las tres entradas que ya conocéis pero que no sé cómo seguirá, ya que no tengo una línea clara de acción.
A lo mejor dura unas cuantas entradas más y me quedo sin ideas, pero siempre creo que las cosas hay que intentarlas, espero que entre todos me ayudéis en este nuevo proyecto.
Como regalo, en el nuevo blog encontraréis el 4º día de las Crónicas.
Un abrazo a todos!
sábado, 22 de agosto de 2009
Correr
Cuando somos pequeños nos enseñan a andar. Queremos dar los primeros pasos con fuerza y con determinación, pero vacilamos, caemos, tropezamos, y nos levantamos con energía e ilusión.
De pequeños no queremos crecer, queremos seguir siendo niños, jugar siempre para jamás adentrarnos en ese mundo de adultos de reglas extrañas. Pero inevitablemente crecemos, y entramos en el nuevo juego, aquel de reglas extrañas, aquel de leyes a veces ilógicas. Y ahora ya no se trata sólo de jugar. Hay que ganar. Ya no vale titubear al andar, hay que correr, avanzar y en esa carrera loca a veces olvidamos mirar atrás o a los lados porque no tenemos tiempo, la meta está allá, a lo lejos, aunque nunca la veamos...
Pero quizás sea mejor descansar de vez en cuando en uno de los laterales del camino, viendo lo absurdo de esta carrera desenfrenada. ¿No será buena idea preguntar a aquellos que ya han corrido mucho? Ellos siguen sin ver la meta, pienso yo.
A veces miro hacia atrás y siento nostalgia de la simpleza de las leyes de la infancia, a veces veo la gente pasar en una carrera loca, dándose codazos y empujones.
Y al correr, las caídas son más duras, y cuesta más levantarse.
jueves, 20 de agosto de 2009
Horror

martes, 18 de agosto de 2009
La ironía de la prevención
domingo, 16 de agosto de 2009
Zambullida

domingo, 9 de agosto de 2009
Antes de que cuente diez...
Has vuelto, lo he leído en Cristalia. No sé que tiene el ritmo de tu música que me impulsa a escribir, me obliga a recordar el pasado, me hace disfrutar del presente y me hace sonreir al futuro.
Aún recuerdo aquel verano de 1998 cuando en un concierto de Extremoduro saliste a presentar tu primer disco, A puerta cerrada, lanzando tu primer disco de una nueva etapa tras una larga trayectoria en Platero y Tu. Habías cerrado un círculo, como diría el Capitán Clostridium, y empezaste uno nuevo, aún abierto. Me sacudió la sencillez cautivadora de "Rojitas las orejas", la fuerza de "Mirando al cielo" o la metáfora continua de "Trozos de cristal". Entonces fui a tu primer concierto y no había más de cien personas.
Desde entonces has dado vida a Los sueños locos, aquellos que a veces no mencionamos por miedo a que no se cunplan jamás, y no defraudaste.Luego marcaste distancia en "Lo más lejos, a tu lado" , irrumpiendo con fuerza tras dos años de aquellos sueños locos y diste un nuevo giro en "Por la boca vive el pez".
Ahora vuelves con "Antes de que cuente diez". Y de nuevo sé, que este invierno tendré concierto. Porque tus letras incitan a reflexionar a la par que a gritar, a bailar a la par que a meditar, y es en esa aparante contradicción donde me siento agusto, porque quiero seguir coleccionando frases de tus canciones como "No siempre lo urgente es lo importante" o "Entre los extremos hay mucho más espacio".
Y en mi recuerdo siempre esa carátula negra de tu primer disco, cuando todo nació de las canciones inconclusas tocadas por unos amigos sin otro motivo que pasarlo bien. Seguro que no pensabas en llenar estadios. Por eso has crecido, porque "pasito a pasito has guardado el equilibrio".
Nos vemos en el concierto Fito.