“Habían reflexionado mucho sobre aquello. Jack lo había comparado con lo que sucede cuando se intenta separar los polos positivo y negativo de un imán: no se obtiene un polo positivo y un polo negativo, sino dos imanes diferentes, cada uno con ambas polaridades.”
Laura Gallego García MEMORIAS DE IDHÚN III. Panteón
Laura Gallego García MEMORIAS DE IDHÚN III. Panteón
Las grandes religiones de nuestro tiempo se basan en una premisa fundamental, y que me perdonen los teólogos por la simplificación: Existe un dios todopoderoso y omnipotente (que por cierto creo que es casi lo mismo). Este dios es infinitamente bueno e infinitamente justo y en su infinitísima justicia y bondad decidirá quien se libra del infierno perpetuo y a quien se premia con el eterno bienestar.
Es nuestra tendencia natural: separar lo bueno de lo malo, lo frío de lo cálido, el día de la noche, el orden del caos. Tendemos a imaginar el mundo como un lugar en constante lucha entre el bien y el mal, en el que uno ha de salir victorioso y el otro derrotado, cuando lo cierto es que uno no puede existir sin el otro, pues nada existe sin su contrario.
Lo “negativo” del mundo se suele relacionar con otra figura ajena a estos dioses. Como si todo lo bueno y todo lo malo se hubieran separado y juntado en dos ejércitos que luchan entre sí. No concebiríamos un dios que aglutinara ambos conceptos. Pero lo cierto es que un dios todopoderoso y omnipotente y creador de todas las cosas ha de tener todos los conceptos, todas las ideas, ha de ser creador y destructor a la vez, porque en el todo están incluidos los contrarios.
Y si todo fuera luz no existiría la luz. Porque entonces no habría oscuridad. Y si no hay oscuridad, ¿Cómo distinguimos la luz de la oscuridad, si todo es igual, inmutable, imperturbable? ¿Cómo distinguiríamos el día de la noche si nunca se pusiera el sol? ¿Cómo distinguiríamos lo frío de lo cálido si toda materia siempre tuviera la misma temperatura?
Necesitamos ordenar las cosas, las ideas, para comprenderlas, desgranarlas, estudiarlas. Pero necesitamos el caos para evolucionar, para desarrollar, para no languidecer. Necesitamos la luz para caminar y la oscuridad para reflexionar, la lógica para analizar y la pasión para sentir…
Es nuestra tendencia natural: separar lo bueno de lo malo, lo frío de lo cálido, el día de la noche, el orden del caos. Tendemos a imaginar el mundo como un lugar en constante lucha entre el bien y el mal, en el que uno ha de salir victorioso y el otro derrotado, cuando lo cierto es que uno no puede existir sin el otro, pues nada existe sin su contrario.
Lo “negativo” del mundo se suele relacionar con otra figura ajena a estos dioses. Como si todo lo bueno y todo lo malo se hubieran separado y juntado en dos ejércitos que luchan entre sí. No concebiríamos un dios que aglutinara ambos conceptos. Pero lo cierto es que un dios todopoderoso y omnipotente y creador de todas las cosas ha de tener todos los conceptos, todas las ideas, ha de ser creador y destructor a la vez, porque en el todo están incluidos los contrarios.
Y si todo fuera luz no existiría la luz. Porque entonces no habría oscuridad. Y si no hay oscuridad, ¿Cómo distinguimos la luz de la oscuridad, si todo es igual, inmutable, imperturbable? ¿Cómo distinguiríamos el día de la noche si nunca se pusiera el sol? ¿Cómo distinguiríamos lo frío de lo cálido si toda materia siempre tuviera la misma temperatura?
Necesitamos ordenar las cosas, las ideas, para comprenderlas, desgranarlas, estudiarlas. Pero necesitamos el caos para evolucionar, para desarrollar, para no languidecer. Necesitamos la luz para caminar y la oscuridad para reflexionar, la lógica para analizar y la pasión para sentir…
No nos confundáis: no existe el paraíso ni el infierno; al menos no separados entre sí. ¿A que aspira sino un alma en cualquiera de estos dos sitios, si no se puede ir más allá, ni a peor ni a mejor?
Ni siquiera se le podría llamar descanso eterno ni condena eterna porque no tiene sentido el tiempo en algo que no se inmuta, que permanece inalterable: y si no existe el tiempo, no existe medida del mismo, y por lo tanto no existe la eternidad, que es la medición infinita del tiempo...
Que no nos prometan milongas.
10 comentarios:
Pues a ver si se lo explicamos a los del Vaticano jeje!
Eres genial explicándote amigo Yandros.
En otro orden de cosas, no sé si conoces el Zen, pero si no es así, te gustaría, ¡seguro! Se puede llegar al conocimiento por muchas vías. Pero siempre a través de la verdad, algo muy alejado de los Dioses y Religiones de este mundo.
Me encanta tu blog.
Un abrazo.
Claro que sí, también tu Torre del Caos mantiene un orden. No puede ser de otra forma.
Por cierto, me recuerda esto que tengo que mirar por ahí algo sobre Abraxas.
Saludos. Amenazo con volver
Los dioses de nuestro tiempo me lleva a pensar en los dioses del pasado... ¿no se tocan con la puntita de los dedos?... ¿No será una forma de controlar a las mentes temerosas de ¿QUÉ?...?
Yandros, tú que tienes esa capacidad de darle vueltas al rizo a ver si puedes hacer un dibujo robot de quién inventó las dichositas palabras: Dios, omnipotente, todopoderoso, paraíso, infierno... y no olvides el purgatorio!...
Un beso.
Magnífica entrada! Hay una alocada teoría que habla que el infierno es la existencia misma como la conocemos y el paraíso lo que viene despues de la vida.
Me gusta mucho tu blog!
Ultimamente me van los Taoístas,Felicidad,longevidad,salud,paz.
Porque ya estoy harta de que metan tanto miedo o hayan metido tanto miedo.Que si existe el purgatorio,que si luego no existe.
Que si el infierno.
Estoy de acuerdo contigo,todo tiene su orden y su contrario.
Buena entrada yandros;)
Cristal00k: Se les puede explicar, pero ya sabes que no hay más ciego que el que no quiere ver.He oído hablar de la filosofía Zen, y de hecho hace tiempo que me llama la atención la filosofía oriental. Claro que en mi mundo frenético y caótico es algo complicado ponerse al día jajaja
R.Laó: sorprendido me has con lo de Abraxas. Cuadra con todo esto no? Un saludo y bienvenido
Borraeso: pensaré en lo del dibujo aunque ya te adelanto que creo que es algo innato en nosotros, sólo que algunos lo utilizan para dibujar una esperanza a quienes no ven en la vida misma la mayor de las esperanzas.
Mariolinocopinol: Muchas gracias amigo dealotroladodelcharco. No creo que esto sea un infierno ni creo que lo de más allá sea el paraíso. Nuestra percepción nos juega malas pasadas y también muchas veces creemos que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es el incoformismo innato del ser humano.
S.: Gracias y paz para el mundo, el paraíso y el infierno. Deberíamos tener miedo del mal uso que hacemos de nuestra capacidad para modificar nuestro entorno, y no tener miedo de un azote divino que nos castigue por ello. Deberíamos tener miedo de lo mal que nos adaptamos a lo real buscando lo improbable.
Un saludo a todos y gracias
Muy buena refelxión.
Lo negativo en la vida pasa por algo, yo creo que las cosas pasan or algún motivo, si no es siempre,casi siemre. Aprender, hacerte mas fuerte...todo pasa por algo! Besos!
Pues yo me apunto para el infierno jejejeje que seguro que es mas divertido. El cielo debe ser un coñazo ehhhh todo el dia tocando el arpa leñesss y mas si hay demonios como el del "bacardi" jejejeje
Trasto: totalmente de acuerdo, todo pasa por algo, lo que nos sabemos es porqué jajajaj
Raquel: Lo del arpa si que tiene que ser un rollo aunque yo con lo caluroso que soy no se si el infierno...quizás el purgatorio
Muchas gracias por haber visitado mi blog, por cierto tienes un seguidor nuevo!!! Me encanta como escribes, además me siento de acuerdo con las entradas que haces. Yo si hubiera sido listo, hubiera estudiado lo mismo que tu, tenemos deformaciones parecidas!!... hasta pronto!
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