Según cuenta la leyenda, fue esta estrella la que guió a los Reyes Magos tal día como hoy hasta el pesebre donde había nacido el Mesías. Ignoremos las contradicciones de fechas, que si nació en navidad, que si fué en primavera y sumergámonos en la leyenda... Lo tenían fácil esos Reyes para atravesar el territorio a pata de camello y fijándose en una estrella. Hoy lo tendrían más complicado; no creo que mucha gente se atreva a ir en camello por los territorios israelíes-palestinos, so pena de morir ametrallado ipso-facto. Por no hablar de la Estrella de Oriente, ¡ habría miles de estrellitas, sólo que en lugar de guiarles a Belén lo harían a Gaza, y estas estrellas no anuncian ninguna buena nueva, su siseo inconfundible delatan lo que son; misiles sobrevolando Tierra Santa, buscando el dolor, la muerte y la destrucción.
No creo que los Reyes Magos terminaran su viaje, y seguramente se guardarían el oro, el incienso y la mirra para mejor ocasión, aunque visto la historia del lugar, yo creo que dirían algo así como: "¿Oye vosotros sabeís si esto tiene caducidad? Llevamos dos mil años intentando entregar estos regalos y no hay forma, siempre están a mamporro limpio."
Lástima que los pobres palestinos estén en el sitio equivocado, donde no hay petróleo ni posiciones estratégicas ni nada interesante que le pueda interesar a Occidente para meter las narices como siempre hace. Claro que esta vez sería justificado, y eso mancharía el historial de hipocresía que les precede...
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